» 13-05-2017 |
Leo “Rebeliones estéticas, palabras comunes” de Facundo Giuliano, MIño y Dávila 2017, recopilación de cinco conversaciones sobre educación con Butler, Mignolo, Rancière, Fornet-Betancourt y Zizek. Casi nadie quiere hablar de educación. Ni Marx ni Freud lo hicieron. Hoy en día es asunto de manipulación política vergonzosa, en cuyo campo se dirime la formación ideológica de futuros votantes mucho más que aspectos de formación, cultura o emancipación. Las desviaciones de los contertulios hacia sus específicos campos de pensamiento (filosofía, política, postcolonialismo, estudios de género, etc.) son continuos. Empezamos con Zizek provocador y lleno de humor filósofo, cuyas afirmaciones deben ser tomadas muchas veces como revulsivo. Reproduzco sus palabras exactas con algunas licencias metodológicas.
-Soy autoritario en este nivel. Estoy totalmente en contra de toda esa “educación democrática”, no hay terror de diálogo…
-Por qué -le interrumpe el entrevistador
-Disciplina. Y no estoy bromeando. No es un chiste extravagante posmoderno. No me diga eso, que los estudiantes tendrían que ser tratados como sujetos. ¡No! Tendrían que ser instruidos. Tendrían que aprender disciplina. Yo no estoy para nada a favor de la educación más democrática. Hay demasiada democracia en la educación… Yo sigo a Badiou aquí, creo que necesitamos maestros de verdad y más fuertes. Estoy en contra de los igualitarismos. Estoy convencido de que solamente un Maestro nos puede salvar. Estoy a favor de la autoridad… La función de la educación, para mí, debería ser impartir una noción de disciplina, sacrificio y autoridad… Estoy en contra de las soluciones simplistas. Quiero complicar las cosas. Esa es mi misión ahora. Yo no doy soluciones, yo complico las cosas… yo pienso que la única consigna que tengo es que la izquierda no debería dejar de lado temas que habitualmente asociamos a la derecha autoritaria (disciplina, aprendizaje, etc. etc.) ¡No! Deberíamos poder redefinir esos términos. No hay libertad real sin disciplina y trabajo duro… Creo que necesitamos redescubrir el sentido de la disciplina y el trabajo duro. Libertad de pensamiento significa que realmente conoces el problema (y no que lo debates sin conocerlo).
-Odio los profesores que tratan de ser pedagógicos en el sentido paternalista (“voy a a tratar de que me entiendas”)… un profesor bueno es el que no manipula, que no le importa si el alumno entiende… La verdadera pedagogía es la que se olvida de sí misma… solo haces lo que realmente te importa y si se te da bien, los estudiantes lo sienten. Odio la gente que te da consejos y demás. En este sentido no me gusta el modelo de educación predominante hoy en día en el que se supone que tienes un potencial interno y que sabes lo que quieres hacer. En principio no creo que la gente sepa lo que tiene que hacer y me incluyo a mí mismo. Creo que la mayoría de la gente no tiene realmente un deseo. Eso es lo que la pedagogía debería ser… hacerte capaz de elegir realmente y decidir lo que quieres.
-No creo que la filosofía pueda aportar sabiduría acerca de cual es la meta en educación, Pienso que el rol principal de la filosofía es más negativo, en el sentido de disipar ilusiones, denunciar malas formas de hacer preguntas… La forma de preguntar un problema… puede ser parte del problema… No creo que la filosofía sea una visión general que da orientación a todo. Por una lado tienes la educación en el sentido simple y directo de la palabra, los colegios y demás. Por otro lado se puede hablar de educación en sentido más general, por ejemplo, cuando te comprometes políticamente. El momento de la educación es cuando después de hacer una demanda particular descubres que para conseguir lo que quieres tienes que hacer mucho más. Quieres la sanidad universal, educación gratuita, lo que sea. Empiezas por ahí pero descubres que no se puede continuar con el mismo sistema económico y hacer un cambio así. Para conseguirlo tiene que ir cada vez más lejos. ¡Esto es educación! Educación es, en el sentido hegeliano, educación en su totalidad (en el sentido de ver las interconexiones de las cosas).
-La reforma Bolonia: hacer de las universidades… fábricas de expertos… expertos que nos digan… cómo pacificar la situación, cómo controlar las manifestaciones… cómo construir ciudades más fáciles de controlar… Queremos expertos que sean capaces de resolver problemas concretos… La verdadera educación no solo te ayuda a resolver problemas sino que te capacita a juzgar cuáles son realmente esos problemas… políticamente nos dicen que los problemas hoy son la tolerancia contra los fundamentalismos. No creo que este sea el problema en realidad (el maniqueismo tolerancia: bueno; fundamntalismo: malo). Creo que el problema está en por qué precisamente los países tolerantes y liberales engendran sus propios fundamentalismos. El primer paso no es resolver el problema sino reformularlo para ver si realmente es un problema. Esto implica pensar… y es lo que no quieren que hagamos. Necesitamos una educación más general, incluso inservible… Por eso necesitamos la educación que está precisamente en la distancia entre la sociedad y sus necesidades… Estoy a favor de la educación inútil. No educación pragmática a corto plazo. necesitamos educación más general, universal y aparentemente inútil. Debemos oponernos a este entusiasmo pragmático.
El desgarrado. Mayo 2017.