Digamos de entrada que la arquitectura pertenece a lo táctil, y no a lo visual como casi todas las otras artes. Tal como Kenneth Frampton expone en su ensayo: �€�Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia�€� la arquitectura se manifiesta por �€�una gama de percepciones sensoriales registradas por el cuerpo lábil: la intensidad de la luz; la oscuridad, el calor y el frío; la sensación de humedad: el aroma de los materiales; la presencia casi palpable de mampostería cuando el cuerpo percibe su propio confinamiento; el impulso de una marcha inducida y la relativa inercia del cuerpo cuando camina por el suelo, la resonancia de nuestras propias pisadas.�€� Podríamos añadir el placer de andar con los pies descalzos, la tentación de tocar las texturas, la sensación de cobijo y abrigo, la modulación del sonido exterior.

Ya, con ocasión de otras artes, he recorrido la historia del arte buscando las grandes épocas y los brutales hiatos que las enmarcan. Repitamos que la estética (y la historia del arte) nacen a finales del S XVII por lo que todo el desarrollo anterior no es propiamente arte (por lo menos no realizado con la intención de serlo). Como el método de pensamiento (hay otros) más extendido es la inducción (inferir de los casos concretos las leyes generales), los análisis retrospectivos de esa historia se desarrollan �€�abriendo el foco�€� para que otras manifestaciones (las nuevas, por descubrimiento o evolución) se incorporen al concepto de arte. De esta manera el concepto de arte debe ser continuamente revisado para incorporar las nuevas manifestaciones. Veamos esas épocas, separadas por revoluciones, que originaron los cambios de paradigma estético. Naturalmente, vistos retrospectivamente y con posterioridad. El arte siempre va por delante de la explicación que lo �€�racionaliza�€�.

Se produce el parón energetico-alternativo. Las previsiones son de crecimiento nulo hasta 2020. Las energías alternativas han crecido hasta el 30% del total gracias a los incentivos. Se acabó. No más incentivos. Ya hemos llegado al horizonte que la CE marcó para 2020. Descansemos.

Hace mucho tiempo que los gobiernos decidieron �€�delegar�€� funciones en los ciudadanos. Por nuestro bien; evidentemente. Reciclamos nosotros. Ellos ponen los cubos y nosotros realizamos el trabajo de selección y de transporte. Nos autotransportamos. Compramos un pase (a veces en puntos muy lejanos al servicio), lo validamos y lo usamos. Soportamos colas brutales porque no hay el personal suficiente. Tenemos derecho a la sanidad pero a veces llega cuando estamos muertos. Malgastamos nuestro tiempo para evitar que ellos gasten el suyo. Pagamos por un servicio de información telefónico que, la mayoría de las veces, es confuso, indeterminado o simplemente inútil. Presentamos los formularios (imposibles de rellenar) para que nos digan que no está bien. Evidentemente hacienda se nutre de la clase media y la obrera. Los gerifaltes está exentos.

El movimiento continúa pero ¿hasta cuando? No es fácil mantener el ímpetu. La misma condición de indignados juega en su contra. Cuando se acabe el pronto se acabará el movimiento. No descubro nada, ellos son perfectamente conscientes. La actitud del gobierno (de los gobiernos: tenemos muchos) ha sido inteligente. La indignación es como la yesca. Necesita la chispa y excepto la esperpéntica excepción de Felip Puig todos han guardado el pedernal en el fondo del bolsillo.

Recojo aquí las tesis de José Luis Pardo expuestas en 1998 en el ensayo �€�Crear de la nada�€�, re-publicado recientemente en la recopilación de sus escritos: �€�Estética de lo peor�€� editorial Pasos perdidos y Barataria 2011.

¿Como se juntan las imágenes? según Hume por causalidad (cada imagen necesita a la otra), por contigüidad (en presencia) o por evocación (en ausencia). La retórica nos da el repertorio de todas las formas de juntar imágenes. Privilegiadamente la metáfora y la metonimia. Las figuras retóricas no son razonables. No existe necesariedad lógica que obligue a que dos figuras se unan, por metáfora o por metonimia. Otra cosa es la causalidad, que sí, se atiene a las reglas de la lógica. De modo que podemos juntar imágenes de modo razonable o de modo retórico.

¿Estamos ante el fin del estado liberal? La última gran proeza de la economía liberal fue la CEE. Se atendió a problemas de escala. No se puede competir con USA, Rusia, China, etc. con estados minúsculos y -por lo mismo- con graves deficiencias de materias primas. Aunque políticamente todos los intentos de establecer un parlamento europeo soberano han fracasado, económicamente las cosas se manejan algo mejor. Es evidente que existe una dirección colegiada en la sombra (Alemania, Francia) que decide los destinos económicos de la comunidad. La CEE es como el concord frente al boing. En todo mejor pero inviable.

Más de una vez hemos comentado en este blog la inoperancia de los políticos y el envejecimiento de la constitución para hacer frente a los problemas actuales. Desde la ocupación de la Puerta del Sol y la plaza Catalunya esas exigencias han dejado de ser teoría. Algunos han pasado a la acción. El programa político es mínimo (lo político apesta). La asamblea como modo de organización política (la única democracia real); portavoces rotativos (desapego de la poltrona). Sin embargo el programa cívico es contundente. No a la violencia (ese repugnante privilegio del poder); auto-orden y auto-disciplina, entusiasmo y fe.

Los USA por fin han encontrado a Bin Laden. Han tardado 10 años. ¡Que gran empresa la CIA! Si fuera privada la habrían despedido. Pero es estatal. Tras esta prueba de eficacia uno se siente mejor en el mundo. Tras comprobar como se puede matar a distancia en esas impagables imágenes de las últimas guerras, comprobar que se puede despistar a la Cia durante 10 años, conforta.