Así pues nos enfrentamos a dos interpretaciones del surrealismo, la una epistemológica y la otra psicoanalítica. Empecemos.
Bretón definió el primer surrealismo (para Bretón el surrealismo evolucionó sustancialmente en los diversos manifiestos y en las fracturas que sufrió) como €Automatismo psíquico puro por cuyo intermedio se intenta expresar, verbalmente por escrito o por cualquier otro medio, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral€. El pensamiento es el sustrato, el auténtico motor mental que modulado por la razón producirá las instancias estética o moral. Tras la razón (apariencia de pensamiento) se encuentra el pensamiento puro, auténtica realidad de lo mental. Esta realidad superior es lo €sur€ (sobre) real, lo superreal.