El porno es antiguo, omnipresente y universalmente denunciado (incluso por quienes lo consumen). El porno es €lo repudiable, lo execrable, lo repugnante€. El anti-porno es la hipocresía universal. Combatir lo porno es la negación del sexo, tal cual. Es dar la espalda a lo más elemental y constitutivo del ser humano. Es, como mínimo, negarnos.
Pero lo más importante del ataque al porno es su aculturación. El porno no pertenece a la cultura, a la inteligencia, a la racionalidad. El porno es animal. Desvela la parte más animal del hombre (sobre todo). El sexo ha podido entrar en la ciencia, en la sicología, en la clínica. Pero no ha podido entrar en la vida, en la familia, en la representación. ¿Tiene cualidades positivas el porno? ¿Pertenece a la cultura? Tratemos de desvelar sus cualidades.