» 22-09-2019

Reflexiones tipográficas 194. Niños y política.

Los niños invaden el espacio público reclamando la lucha contra el cambio climático. Los periodistas se frotan las manos: una noticia con niño es doblemente noticia. Todos son Greta. Conocemos a la Greta española (de 19 años). Los más pequeños hacen sus pinitos ante las cámaras mientras papá y mamá babean viendo los efectos de su aleccionadora educación. Casi no parece algo en lo que nos va la vida sino una fiesta escolar de final de curso que se ha salido de madre. Una madre se asombra porque los peques la riñen por no poner los residuos en el contenedor adecuado. ¡Oh, oh, oh! ¡La dominación se aprende pronto! Al poco las noticias se hacen eco de la transfobia. De nuevo niños denuncian, en este caso el acoso escolar por razón de su tendencia de género. Aquí no hay fiesta. No hay celebración. El sexo no debe mezclarse con la infancia. Los niños pueden ser explotados políticamente, militantemente, solo si la reivindicación es infaltilmente correcta y la lucha contra la trasfobia no lo es.

 

Hace ya años que se prohibió el trabajo infantil unido a la obligatoriedad de la escolarización. ¿Si los niños no deben trabajar por qué pueden ser utilizados para campañas políticas (o ciudadanas)? Todos sabemos que los niños no tienen otra conciencia ecológica que la que sus maestros (estos sí muy concienciados con la ecología) les transmiten, y en muy pocos casos, por la influencia de sus padres. No estamos hablando de conciencia sino de manipulación, tráfico, influencia. No me cabe duda que los mismos pederastas religiosos que abusan de los niños son los que le hablan de Bambi, de Santa Claus, de los reyes magos, de la protección de los animales y de la ecología. El mensaje es claro y la buena intención también pero no se puede justificar los medios por el fin e instrumentalizar a los niños está totalmente fuera de lugar. Somos los adultos los que tenemos que enfrentarnos con los políticos y lograr que ese cambio climático desaparezca del futuro de nuestros hijos. Y ahora -de nuevo tenemos elecciones- y la oportunidad de no votar a los energúmenos que no apuesten de forma decidida por la ecología de supervivencia.

 

Otra cosa es la educación sexual (tan importante como la ecológica). Ahí los padres y maestros flaquean. Es incómodo hablar de sexo con los niños y por tanto es mejor dejar que se informen por su cuenta en Internet y con los amigos cuando no por la charla de algún pederasta mucho menos inhibido por hablar de sexo con niños. Hemos conseguido que la transfobia sea una realidad, que las manadas de violadores proliferan, que las actitudes machistas sean cada vez más habituales entre los jóvenes, que siga habiendo embarazos adolescentes, enfermedades venéreas por no usar el condón, o nuevos infectados de sida. En este caso la instrumentalización de los niños no se ha extendido. Simplemente por ahorrarnos una incomodidad. Cada vez que habléis de ecología con los niños, recordadles que la principal y única manera de que la especie humana exista es follando, eso sí, con todo el conocimiento y todas las garantías.

 

Son temas delicados. Parece que cuando el fin es bueno, incluso importante, se puede bajar la guardia en los temas de politización e instrumentalización de los niños. No es así. No se puede bajar la guardia nunca. Tan instrumentalización es que trabajen como que sean intrumentalizados en temas que no les deberían motivar más allá del amor a los animales. También es delicado el tema de la educación sexual. Hay que hacer de tripas corazón y coger el toro por los cuernos. Estoy de acuerdo que las instituciones no ayuda. Los políticos se acobardan ante las arremetidas de los curas y lo fachas. Pero no hay elección: hay que hablar con los niños (y digo los niños, no con los adolescentes. Si no has hablado antes de que sea adolescente, ya no podrás hacerlo) antes de que cierren el canal de comunicación y aprendan de los ignorantes (que hablan sin saber), de los interesados (que hablan para obtener algo) y del porno (que no habla para niños). Pero educar es eso.

 

Los niños no vienen al mundo para darnos satisfacciones (aunque muchos padres lo crean fervientemente) sino para darnos problemas y uno de los más claros es el tema de la educación, y entre los variados temas de la educación (que incluye la política, pero no solo la política ecológica) la muy desagradable de la educación sexual. ¿Verdad que jurasteis que nunca educaríais a vuestros hijos como vuestros padres os educaron a vosotros? Pues no lo estáis cumpliendo, por lo menos en el tema sexual, aunque seguramente podríais encontrar más carencias. Quizás ha llegado la hora de reconocer a nuestros padres la dificultad de su tarea… que es la vuestra. Quizás no eres padre o madre. Aún estás a tiempo de mejorar tu educación sexual y ensayar como hablaras con tu hijo cuando llegue el momento (en cuanto entienda). Y recuerda que tanto el sexo como la ecología son política, eso que involucra a los políticos y a los ciudadanos y se dirime en las elecciones.

 

El desgarrado. Septiembre 2019.




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