El Sr. Garamendi (gurú de los empresarios) afirma que subir el salario mínimo a 1.000 € es una locura porque… será contraproducente. No dice que no les conviene a los empresarios (lo que es cierto) sino que será malo para la economía española y, por ende, para los propios trabajadores. El Sr. Garamendi no solo es falso, mentiroso y trápala. El Sr Garamendi es transparente. Usando sesudos argumentos (que no explica) llega a la conclusión de que subir el salario mínimo de los trabajadores hundirá la economía. ¿Y qué? La economía de esos trabajadores ya está hundida porque todo el mundo sabe que con novecientos euros (antes de otras trampas como horas extras gratis, precariedad, falsos autónomos, despido franco, pensiones de mierda, recortes en sanidad, tasas académicas desmesuradas, dependencia escamoteada, impuestos de rico, etc.) es imposible llegar a fin de mes. El Sr. Garamendi sabe todo eso pero defiende su culo, su sillón y su pingue negocio de explotación.

¿Donde estaba el Sr. Garamendi cuando el estado rescató a la banca con más de 60.000.000.000 €. O cuando la UE publicó que la corrupción le cuesta a España 80.000.000.000 €. O cuando los medios evaluaron en miles de millones de euros las demandas que los inversores pondrán porque Rajoy decidió que las ayudas a las inversiones en energías alternativas perjudicaban a las eléctricas españolas. Donde estaba el Sr. Garamendi cuando se habla de despilfarros (en los que están involucrados empresarios) en aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, centros culturales sin visitantes, o ese AVE que solo sirve para que sus señorías vayan cómodamente al Parlamento (por eso es radial) con casi 20.000.000.000 € de inversión, sin contar mantenimiento, y que según los datos solo tiene dos líneas rentables? Y podría seguir: los contratos con la Administración como los de ACS que son “compensados” con 2.000.000.000 € como el “Castor” o los túneles de los Pirineos. O los 2.000.000.000 € que las eléctricas debían devolver a los ciudadanos y que la Administración se olvidó de devolver? ¿Donde estaba usted Hewlett Packard? Cuando alguien tiene el rabo de estopa debería hacer bien en no acercarlo al fuego.

El jefe de los sindicatos (de uno, al menos) le ha recordado que esta subida ya está prevista (para los convenios) en el próximo mes de Enero. Pero usted no habla de los convenios. Habla de lo pobres que no tienen defensa porque Rajoy se la quitó con su gloriosa reforma. Usted quiere asegurarse de que los más indefensos pringuen, porque ese dinero que necesitan para vivir, pasará a su bolsillo para que su vida sea aún más cómoda. Somos felices de que pueda celebrar unas Navidades fastuosas, como estoy seguro que lo serán. Usted no está feliz con que los asalariados salgan de la pobreza a pesar de ser trabajadores con trabajo. Usted es un Hewlett Packard. Una máquina de contar que nada sabe de la humanidad a la que contabiliza. Por eso Sr. Garamendi le rogaría que esconda su necedad y su codicia tras una prudente cortina de silencio. Haga como los demás, fórrese con contratos fraudulentos con la administración a cambio de jugosas comisiones, acoja en sus consejos de administración a políticos amortizados, pero cállese. Como decía el del chiste, lo que de verdad me molesta, es el aliento en el cogote. ¡Cállese Sr. Garamendi! Su nombre significa monte de la victoria. ¿Haga un alarde y plante un pino!

El desgarrado. Diciembre 2019.