» 29-05-2020

Reflexiones tipográficas 246. La economía del automóvil.

Nissan se va. Es una catástrofe para el empleo. Los obreros exigen que se haga algo. No se puede nacionalizar porque, aunque se consiguieran las patentes, no tenemos el tejido de I+D necesario para continuarlas. No hay posibilidad de continuar su funcionamiento (con otra marca) por cuanto no somos productores de automóviles sino ensambladores (otra vez el I+D), y a ninguna otra marca le interesa este “chollo” de capital humano. En pleno proceso de robotización encontrar empresas que puedan absorber el empleo es imposible. Hay que desengañarse: el automóvil ha entrado en barrena. El sueño de consumo del SXX se ha convertido en pesadilla. Los servicios a domicilio lo hacen obsoleto. La economía cooperativa lo hace disponible por comensalismo. Los trenes son más rápidos, los coches eléctricos son más caros, los impuestos que aguanta el automóvil son insoportables. Las autopistas son antiecológicas. Esta situación se tenía que haber atajado hace mucho tiempo pero era más fácil llenarse la boca con los múltiples impuestos que aguantaba y con que somos el 2º fabricante de Europa. Quizás porque los demás ya han empezado a soltar amarras. La imposibilidad de aparcar y los atascos redondean el panorama.

 

Además hay que añadir que el coche eléctrico no tiene futuro, será una fase efímera hacia la desaparición del automóvil privado. El sistema de comunicaciones del futuro será transporte urbano (metro, autobús, taxi), patinetes, bicicletas y otros artilugios, en distancias cortas; trenes, metros regionales, autocares, economía colaborativa para distancias medias; alta velocidad y aviones para largas distancias. El coche privado no tiene futuro y así, no es posible seguir fabricándolo. Hace mucho que los políticos tenían que haber tomado cartas en el asunto, porque esto si que era previsible (lo digo por lo del virus), pero los políticos solo tienen proyectos para cuatro años (su mandato) y lo demás no les interesa. Cuando nuestro proyecto de independencia del petróleo empezaba a funcionar Rajoy lo desmanteló para favorecer a sus patronos energéticos. El proyecto de energías alternativas se fue a la a la mierda, pero no era sino un respaldo para el estúpido, inviable y antiecológico, proyecto automovilístico.

 

Falta de previsión, servilismo hacia los poderes fácticos, probablemente imposibilidad de leer adecuadamente la realidad, corrupción, partidismo, egoísmo, esas son las razones por las que los políticos han dejado caer Nissan. Los nuestros y los otros. No hay una razón sino múltiples razones que lo explican, pero todos, los trabajadores y los políticos pretenden resumirlo en una sola. Puestos a juzgar a ese juego, la razón es estupidez. Aunque, obviamente nos dejamos unas cuantas razones en el tintero. Esto no tiene arreglo. Lo tenía, pero hace tiempo. Lo jodido es que todas las fábricas acabarán en lo mismo porque el problema no es la industria (que también) sino el automóvil, un vestigio del pasado que ya no tiene sentido. Pero parece que nadie se da cuenta. El problema no es el tipo de energía (que también) sino el propio automóvil.

 

Cuando marcas como Wolkswagen decidieron hacer trampas con las emisiones nocivas, debimos darnos cuenta que la competencia era tan dura que era insoportable. Cuando las empresas se hicieron tan grandes que no se las podía dejar caer, debimos darnos cuenta y no darles dinero a fondo perdido (176 millones a Nissan) pero sobre todo los políticos no debieron hipotecar el futuro por unos cuantos puestos de trabajo, no asegurados. Cuando Rajoy apostó por el petróleo debimos sospechar que era la decisión equivocada. Cuando Rajoy recortó los fondos de I+D debimos pensar que estaríamos toda la vida dependiendo de las patentes extranjeras. Cuando Rajoy permitió que nuestros científicos se largaran con tal de no pagarles, debimos sospechar que viniendo de él no podía ser bueno. Cuando finalmente nos convertimos en una potencia industrial en el campo del automóvil (¡con nuestro historial industrial!), debimos darnos cuenta de que algo estaba pasando. Pero no. Ellos no lo vieron y caímos en el hoyo. Nissan se va y ellos se quedan. ¡Mala suerte!

 

El desgarrado. Mayo 2020.




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