» 03-07-2020 |
La libertad no es un derecho, ni siquiera positivo. La libertad es la lucha contra la opresión, contra la desigualdad, contra la dominación. Por eso figura en todas las revoluciones, que como todo el mundo sabe se realizan cuando ya no se puede más, cuando se ha tocado fondo. La libertad es la lucha contra la ignominia. Me diréis que la libertad es la garantía de la convivencia porque la libertad de uno acaba en la libertad de los demás. No es así ya que la convivencia no es la corrección de la individualidad (para construir la sociedad) porque la socialidad, el respeto a la libertad, es el dato y no la corrección. Así las cosas la represión de la libertad es una estrategia para la dominación. Para qué deciros que la dominación tiene que ver con la religión única, la moral revelada y la opresión interesada. Con el abuso de la razón.
El orgullo no tiene que ver con la libertad sino con el amor propio, con el convencimiento de la propia verdad o valía. No es inocente. Se produce ante el ninguneo, la opresión, el desprecio, y la dominación. Nadie presume de lo que nadie discute… salvo patologías. El orgullo es reivindicación inocente, no agresiva (la provocación no es violencia, por mucho que los cornudos y los ultras lo sientan así), es lamento ante la incomprensión y… el odio (había que decirlo). Si juntamos las dos cosas: el orgullo y la dominación aparecen las asignaturas pendientes de nuestra civilización: colonialismo étnico, dominación de género, marginación sexual, crueldad animal, salvajismo ecológico. El camino para la emancipación (el camino pacífico) pasa por el orgullo.
Por eso debemos celebrar el orgullo gay (lo digo por la fecha. Debemos celebrar todos los orgullos) que este año será una celebración virtual. La última gran pandemia occidental: el SIDA atacó con especial virulencia a los altersexuales, luego se demostró que no era cierto, que cualquier tipo de relación sexual era potencialmente infecciosa. Les traicionó su promiscuidad que, lo que en sí mismo no es reprobable (otra cosa es la moral). Probablemente (nunca lo sabremos) causaron más infecciones las transfusiones de sangre incontroladas que las relaciones altersexuales. Es como si en esta pandemia acusáramos a los abuelos de contagiar la epidemia. La dominación es perversa y siempre encuentra la manera de acusar a quien odia o simplemente como forma de desviar la atención de sus propios defectos, que son muchos. Decía que la celebración es virtual. Estoy convencido que muchos de los que simpatizan con la libertad y con el orgullo no se han añadido anteriormente al desfile por el qué dirán (que pesa como una losa: lo dominación es perversa). Estamos ante la situación perfecta: apoyar sin enfrentarnos a nuestro entorno (a la espera, ¡evidentemente! de descararnos. Mañana podrás crearte un avatar y participar en el desfile del orgullo. Podrás seguirlo en las redes como si de un desfile real se tratara. Porque se lo merecen.
Creo sinceramente que tenemos una deuda con otras etnias, con otros género y con otras sexualidades, con los animales y con la tierra. Una deuda histórica. Nos hemos dejado convencer de que eran inferiores, inhábiles, incombustibles o desviados. Es obvio que no era fácil resistirse, tan fuerte era su poder de convicción, pero eso se ha acabado. Dentro de cada uno de nosotros hay un marginal, alguien que no se ajusta al sistema. Esa es nuestra parte individual. Pero por otra parte somos solidarios, altruistas, leales, benévolos, empáticos. Decía Foucault que el individuo es un invento reciente. Yo añadiría que es un invento político (reciente). La dominación necesita la desunión como medio de control porque gregarios y sociales, ya lo somos de fábrica. La individualidad es una forma de desunión y la política (la acción) vive de eso.
No todo es lo que parece: si quieres a tus allegados, a tus amigos e incluso no serías capaz de perjudicar a un desconocido… estás salvado: eres humano. La libertad para ti no es algo dado sino algo que hay que conseguir y el orgullo es tu forma de individualizarte dentro del grupo. ¡Haz tu avatar mañana y date el homenaje de ser humano; no humanista, sino humano. Nos vemos mañana… virtualmente.
El desgarrado. Julio 2020.