» 25-07-2020

Reflexiones tipográficas 261. Tópicos y otras estupideces europeas.

La leyenda negra es un regalo del norte intelectual (capaz de urdir historias) al sur (emocional, chulesco y suficiente). Todos los países europeos fueron colonizadores y todos cometieron las fechorías que son comunes en este tipo de hazañas y que tan bien explican los estudios coloniales. No hubo un norte calvinista menos feroz, sanguinario y depredador que un sur católico. La cosa no iba ni por religiones, ni por caracteres geográficos. Iba de economía pura y dura: esquilmar, explotar, robar; de la ciencia militar de la época: salvaje, vengativa, escarmentadora; absolutismo político: detrás de mí el diluvio, etc. Lo que hicieron los holandeses en Indonesia y en Sudáfrica, los belgas en el Comgo, los franceses en América y Polinesia o los Ingleses en la Commonwealth, amén de lo que hicieron los USAnos en su propio país con los indios autóctonos, no tuvo nada que envidiar a la hispanidad. Pero El norte se lo montó mejor y urdió una historia que proponía una España cruel y atrasada a quien imputar los crímenes que cometieron todos. Incluso lo de atrasada es incierto. La civilización estuvo durante siglos en el mediterráneo mientras los otros eran los bárbaros del norte. Pero el tópico caló (verdad es que el catolicismo siempre fue retrógrado) y aquí estamos.

 

El tópico del sur vago, indolente, zafio y sucio fue un regalo del norte calvinista al sur católico (y principalmente contra el Papa y los estados italianos en los que dominaba). Cuando aparece la reforma a principios del SXVI se inicia una campaña de desprestigio del catolicismo que ensalza las vitudes del norte: la laboriosidad, la autocontención, la disciplina (esas virtudes tan propias del fascismo) frente a los “defectos” del sur: vagancia, carácter expansivo y anarquía. La hormiga y la cigarra identifican los dos estreotipos en las fábulas de la época. Es evidente que el régimen de trabajo no puede ser el mismo bajo un sol abrasador que cuando el frío obliga al movimiento. Que los frutos de la tierra son más ubérrimos en meridión que en septentrión también, es de Pero Grullo. Es la brutal llanura del suelo la que propició una agricultura industrializada para los países del norte además del esfuerzo colectivo y laborioso.

 

Respecto a iberoamérica, si bien la escabechina la iniciaron los españoles pronto fueron los criollos los que la continuaron por lo que achacar a los actuales españoles (que no se fueron a América) los males del nuevo mundo parece ocioso. Corresponde ese honor a los españoles que se fueron a hacer las Amerícas y allí arraigaron como criollos, pero poco que ver con los que nos quedamos aquí. Que periódicamente los dirigentes criollos inicien una campaña contra los actuales españoles como artífices del despropósito, puede ser políticamente oportuno pero en absoluto justo. Se puede pedir perdón por lo que hicieron unos conquistadores españoles que no pertenecen al linaje de los españoles que se quedaron en España sino al de los actuales habitantes de los pueblos de América descendientes de aquellos energúmenos. En USA se derriban estatuas de los colonizadores (con motivo de la violencia policial con resultado de muerte para la población de color) culpándoles del esclavismo. Junípero Serra podría ser un meapilas pero difícilmente un asesino o un esclavista. La Constitución que se dieron los padres de la patria americana del norte, fue esclavista y lo fue porque así lo quisieron. No está de más recordar que la situación esclavista todavía duraba en 1964 (Kennedy) en que se abolió el apartheid que todavía se practicaba en escuelas, locales y transporte. El tráfico de esclavos fue practicado por todas las potencias coloniales (y estados independientes de las metrópolis) hasta mucho después de prohibirse formalmente.

 

Las encuestas indican que los meditarráneos europeos son bastante más limpios que los del norte en donde ducharse cada día y cambiarse de ropa interior se ve como un despilfarro de agua y de recursos. El diseño de los baños mediterráneos domésticos es muy superior al de los nórdicos lo que muestra que es una pieza importante y no un espacio residual. Los hoteles con baño en las habitaciones es una cosa reciente en el norte de Francia y en el resto del norte. Evidentemente la fama de sucios que tenemos entre los septentrionales es un tópico falso. Hasta la dieta mediterránea es la mejor del mundo como corresponde a una dieta civilizada y si en la actualidad está flojeando es por la invasión de comida industrial vendida a golpe de publicidad propia de los bárbaros del norte.

 

Y porque os digo todo esto. Pues porque con motivo de la aprobación de los fondos de reestructuración europeos post-coranavirus, los llamados países frugales (no precisamente en el consumo de alcohol y drogas) han arremetido contra los mediterráneos con todos los tópicos comentados. Vagos, anárquicos, pícaros, sucios y zafios, darnos dinero es como darle tulipanes a los cerdos. Rutter (evidentemente llamado a grandes hazañas al tener nombre de servidor e intermediario) se niega a solidarizarse con sus socios europeos mediterráneos y exige transformaciones que están lejos de ser unánimemente consensuadas. Los nórdicos quieren que seamos como ellos porque ellos son el modelo: borrachos, sucios, amargados, malcomidos, sin sentido del humor y tan colonialistas (por lo menos) como nosotros. Holanda es uno de los países fundadores de la UE (Primero Benelux y después Mercado común). Era una unión de mercaderes basado en el carbón y en el acero, mientras la industrialización del meditarráneo era notablemente inferior. Hoy sabemos que aquella industrialización que les hizo sentirse superiores era un suicidio económico y ecológico. Lejos de pedir perdón insisten en ser tomados como modelo.

 

Cuando alguien inteligente (y no cabe duda que los nórdicos lo son) pretenden tirar de tópicos para ahorrarse unos cuantos euros, además de empujarnos a un modelo de desarrollo hoy totalmente obsoleto, ellos lo verán como razonable, pero nosotros lo vemos como mezquino, in-solidario, anti-ecológico y arrogante. Solo a base de tópicos se puede entender que el norte es modélico y el sur anárquico. Si el sur es atrasado es porque manda el norte y manda lo que le conviene y no lo que es justo y razonable. Cuando el coche empieza a desaparecer nos permiten que seamos el segundo fabricante europeo. ¡Listos! Sus bancos, aseguradoras, fondos buitres nos invaden mientras veranean en nuestras playas y en nuestros lares que contaminan por mucho más de lo pagan. Se comen nuestro pescado mientras nos echan de nuestros caladeros tradicionales para poder vendernos ese pescado que nos perteneció durante siglos por tradición (y porque nadie lo quería). Se comen nuestras frutas y verduras de temporada mientras nos venden sus hortalizas de invernadero sin sabor a nada. Eso sí: nos llenan las casas de flores en un monopolio más que colusionista (no en vano la primera crisi económica mundial fue la de los tulipanes). Y para colmo nos exportan sus berberechos de mierda mientras contaminan nuestras costas para evitar la competencia.

 

En una Europa sin futuro (jamás habrá unión fiscal, económica, política, ni anticorrupción) y sin vuelta atrás (nadie quiere afrontar el fracaso) los del norte quieren sacar partido de los del sur llevándonos a un modelo que no es aplicable a todos por igual. Pero no se quiere reconocer la idiosincracia y las peculiaridades que hacen (obligan) a que se trate de forma diferente a lo que es diferente. Solo porque nuestros políticos son cortoplacistas y corto-pensadores el engaño funciona. El sur necesita un modelo propio y no el de ser la reserva ecológica de Europa por la cara. Si quieren naturaleza que la paguen. Si quieren cultura que la paguen (o que hablen con la Iglesia Católica que se ha inmatriculado todos los monumentos por la cara). Y sobre todo: ¡basta de tópicos!

 

El desgarrado. Julio 2020.




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