» 26-08-2020

Reflexiones tipográficas (deportivas) 266. Messi se va del Barça.

No suelo hablar de fútbol pero si el Barça es más que un club, es evidente que Messi es más que un jugador. La situación sobrepasa el mundo del fútbol para trascender a la sociedad civil. Que el Barça se ha hecho viejo es evidente. La cantidad de jugadores que sobrepasan los 30 años largos es brutal. No se puede exprimir una generación hasta que todos se hacen viejos. A medida que se hacían mayores se debió proceder a la renovación por sangre joven y no se hizo. La inopinada ocasión del traspaso de Neymar no se utilizó para ello: se fichó a demasiados viejos con escasa reflexión. Ese fue el primer error táctico de Bertomeu. El traspaso de Neymar fue un despilfarro y un error. Se pagó por el dinero que el club tenía y no por lo que compraba. ¡El mercado es el mercado!

 

Bertomeu ha sido un presidente nefasto para el Barça. No ha sido el primero ni será el último. La presidencia de los clubs de fútbol (y federaciones) es una línea alternativa a la carrera política (y a la carrera eclesiástica o las ONG). Se trata de acceder al poder por otros medios. Núñez lo hizo y emulando a los Beatles declaró que mandaba más que el presidente de la Generalitat. Lo pagó con Hacienda. Ahora Bertomeu se encuentra con la alternativa de su vida: o él o Messi. Como culé no puede tener dudas: la elección es Messi, pero como arribista, solo puede anteponer su culo al del genio. Incluso es probable que Messi -que parece querer irse con Guardiola- sigiendo sus instrucciones y haya levantado la disyuntiva en la seguridad que Bertomeu lo dejará ir. Si Florentino pasará a la historieta del fútbol (no creo que llegue a historia) por haber robado Figo al Barça, Bertomeu lo hará por haber perdido a Messi. Aunque no podemos despreciar la voz del barcelonismo que, evidentemente, hace tiempo que han tomado partido.

 

Un crack no puede estar en un equipo de mierda. Necesita títulos. La pesadilla de un equipo nacional de Argentina impotente, se ha reproducido en el equipo de su vida: el Barça. Se ha convertido en un equipo de mierda. Solo a los equipos de mierda les meten ocho chicharros. Messi dispone de muy pocos años, quizás dos. Necesita un equipo que le de títulos, y ese equipo, ahora mismo, no es el Barça. Lo único que se interpone entre esa lógica aspiración y el desastre es Bertomeu. El postrer gesto de contratar un limpiador (Koeman) para rehacer el equipo no es suficiente porque un equipo no se improvisa, se arma. Para cuando esté armado Messi ya está en edad de ser entrenador o comentarista, actividades que podrían ponerse, perfectamente, en tela de juicio. Messi necesita irse ¡ya! a un equipo armado y en el que se le quiera y ese equipo es el Manchester. Los culés deberían darle a su ídolo esta última oportunidad de redondear su carrera, pero no lo harán porque ellos también necesitan los triunfos y no los perdonarán.

 

Total que Messi se va. No hay solución. Messi no es impulsivo. Lo que ha anunciado es una resolución tomada y pensada. Ya se ha calculado las posibilidades que hay de que Bertomeu dimita: nulas. Messi se va al City y el City será campeón de Europa y de lo que le echen. Messi redondeará su carrera de mejor jugador del mundo y Guardiola la suya de gran entrenador y gran lingüista. Que lo suyo era amor ya lo sabíamos. Disfrutemos mientras Bertomeu “arregla” el Barça. Probablemente ambos se lo merecen. Uno el triunfo y el otro el fracaso. ¡A llorar culés!

 

El desgarrado. Agosto 2020.

 




Comentarios publicados

    Añadir comentario


    Acepto las condiciones de uso de este sitio web