» 14-01-2021

Reflexiones tipográficas 292. Elecciones USA. Terrorismo interno.

El 11-S de ahora hace 20 años supuso un cambio de paradigma político. De la guerra fría contra el bloque soviético se pasó a la guerra contra el terrorismo islámico y por ampliación, internacional. La “justicia infinita” enunciada por Bush (justicia que sobrepasa la proporcionalidad de hecho y derecho, para adentrarse en la justicia como ética y no como derecho) entró en acción eficaz. A ese nuevo paradigma se le llamó el giro ético, y sus consecuencias son bien conocidas: desde las cárceles exportadas al exterior como Guantánamo hasta los asesinatos o golpes de estado llevados a cabo en el extranjero por las agencias americanas como la muerte de Bin Laden y sus turbias circunstancias o la intervención en IRAK apoyada en la “cierta” existencia de armas de destrucción masiva. La “ética” es simple: contra terrorismo, terrorismo. La “ética” toma el lugar del derecho, un ética visceral, animal, vengativa. Una ética degradada hasta su caricaturización, que dio alas a los políticos para su corrupción.

 

El  eslogan “¡que vienen los rusos!” se sustituyó por el “¡que vienen los terroristas!” Porque la base del paradigma seguía siendo la seguridad o a decir verdad, la gestión de la inseguridad. Un pueblo amedrentado es un pueblo dominado, pacíficado, atenuado. La democracia práctica debía imponerse a la democracia teórica, la de la soberanía del pueblo y el miedo, el terror (de donde viene terrorismo) era la herramienta perfecta. El planteamiento era perfecto y todos los políticos en cualquier país se aplicaron al cuento. Pero el paradigma funcionaba internacionalmente. Se trataba de que el terror viniera de fuera, fuera producto del extraños, del extranjero, del ajeno. Claro que existían terrorismos domésticos, desde el Sean Feynn a los Tupamaros, pasando por ETA. Pero el carácter de independentistas les situaba virtualmente como extranjeros, aunque fuera “avant la lettre”. Evidentemente no fue eso lo que pasó en USA donde los problemas internos se resuelven policialmente y no políticamente.

 

Y ahora, tras la llegada del populismo a la presidencia, tras la pérdida de un liderazgo que creyeron inamovible, el terrorismo interno aparece en USA. Los mismos argumentos que la ultraderecha europea: inmigración como amenaza, comercio internacional como olvido de los derechos de los autóctonos, la religión como esencia, la supremacía del hombre sobre la mujer, los “valores” tradicionales y por supuesto, el giro ético: la prevalencia del hecho sobre el derecho. El terrorismo interno ha llegado a USA, un país infectado de armas y de testosterona racial y de género. Dentro de unos años hablaremos de la caída del imperio americano y no será por la competencia de China (aunque sí en su presencia amenazadora), Europa o Japón. Será por que se derrumbó al no saber reaccionar, porque pensó que su liderazgo era indiscutible, ya que el liderazgo agota. Porque despreciaron otras formas de pensar y de hacer. Tiene guasa que tras derrotar a la URSS sea China (un país comunista “reorientado”) el que acabe con USA. Al final el problema del comunismo no era absoluto, era un problema de escala. La gestión de la pandemia no hubiera sido posible en un país “democrático” como lo fue en China.

 

Por eso los países democráticos giran hacia la democracia práctica. El liberalismo no ha vencido al comunismo. Ambos se han transformado en un lugar común. Fukuyama se lleno la boca de mentiras. China ha sabido encontrar el punto medio que buscan las democracias occidentales: la soberanía del pueblo sin el pueblo (una oligarquía), pero lo ha hecho desde el otro extremo: la oligarquía aproximándose al pueblo. Evidentemente aproximación por el dinero, por el capitalismo: el único idioma que entiende el pueblo. El bienestar es la apuesta y lo mismo da que se alcance desde el comunismo que desde el liberalismo. Para colmo el pensamiento Oriental es mucho más colectivo que el individualismo Occidental. ¡Hasta en eso hemos tenido mala suerte! La cuestión es que el terrorismo interno ha llegado a USA, y están cargados de armas. El espíritu del Western está otra vez aquí (de hecho, Toro Sentado ya hizo acto de presencia en la toma del Capitolio). Asistamos a la caída del imperio americano. Raro será que no nos afecte. Yo empezaría a estudiar chino. Los imperios también giran y han vuelto al lugar que los vio nacer hace unos milenios.

 

El desgarrado. Enero 2021.




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