» 19-01-2021

Reflexiones tipográficas 298. La polarización en USA: ¿de todos o de los republicanos?

¿Qué se está fracturando en USA el país o los republicanos? Durante años desde Europa nos era imposible distinguir entre unos u otros cuando mirábamos hacia USA. Ahora que hemos comprendido que las diferencias entre la derecha y la izquierda, en UE, son nimias empezamos a comprender cuales son las diferencias en USA: más nimias. Demócratas y Republicanos se diferencian en detalles, pero los ha amplificado hasta la saciedad. Pero hay un hecho significante. Es evidente que los Demócratas se derechizan, pero los Republicanos se ultraderechizan. Da la impresión que los demócratas tienen un línea roja a la hora de derechizarse y los Republicanos van a tumba abierta. En una palabra: las diferencias se acusan. Y se acusan de tal manera que algunos republicanos empiezan a simpatizar con la causa democrática. Y no por ideología sino por institucionalogía. Una cosa es divergir y otra cosa es encontrar que los otros se han salido de la democracia.

 

Los Republicanos están al borde de la escisión. Y la escisión -en un empate técnico en el que viven con los Demócratas- es un suicidio. La escisión no es de los americanos, es de los Republicanos. Por lo tanto, si quieren mantener el bipartidismo, tienen que suturar la hemorragia, Pero eso no quiere decir que sepan como hacerlo. 74 millones de votos son 74 millones de razones para no romper con el innombrable. La confrontación entre Demócratas y Republicanos es anecdótica. Lo realmente fracturante es la escisión en los Republicanos. Hace falta un líder que sea capaz de hablar de todos: no de América first sino de América with, no de nosotros y los otros, sino de all together, y ese líder no existe. Porque los tentáculos del innombrable son correosos hasta la saciedad. Nos enfrentamos a una falta de liderazgo que suele ser lo peor que le puede pasar a un partido y a una democracia. El innombrable tratará de perpetuarse en sus vástagos y los Republicanos tienen que evitarlo… o abandonarse en sus garras. Los movimientos que hemos visto en los últimos días van dirigidos, precisamente, a acabar con Trump.

 

No hay una fractura general en USA. Hay una fractura en los Republicanos. Los Republicanos tienen que decidir si quieren ser bipartidistas o ultraderechistas. Y la decisión es muy difícil puesto que se juegan su hegemonía bipartidista. Conociendo a los americanos creo que habrá que matar a Trump. Ellos saben como arreglar estas cosas. Porque: ¿alguien sabe lo que piensa la mafia, los lobbies, el club del rifle, los sindicatos, y los innumerables grupos de presión? Son los que pagan las campañas, así que habrá que contar con ellos. Trump muerto será un mártir y todo apuntará a los Demócratas. Claro que Trump no es probable que esté de acuerdo. Muerto el perro se acabó la rabia. La próxima vez que los Republicanos quieran meterse en el populismo se lo pensarán dos veces. Esto ya pasó en su nación mentora UK. Un Parlamento de conservadores y liberales de pronto tuvo que aguantar la invasión de los socialistas. Sobrevivieron, pero todavía no se les ha pasado el susto. Entre eso y las armas, USA se ha convertido en el laboratorio de la democracia occidental. ¿Revolución, escisión o descarte? La comunidad USA se ha convertido, de pronto, en una comunidad política (en el sentido rancieriano: el disenso).

 

El desgarrado. Enero 2021.




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