» 28-02-2021

Reflexiones tipográficas 309. El holocausto palestino.

Si algo hay siniestro en el SXX es el holocausto. No hace falta decir que es el de los judíos a manos de los nazis. Ha sido ampliamente difundido hasta el punto que parece que la segunda guerra mundial no fue sino el holocausto. La diáspora a sembrado judíos por todo el mundo y con su habilidad para llegar a puestos prominentes de la sociedad, la difusión del horror nazi ha sido universal. El arte y la cultura, la información y la política se han hecho eco de lo que fue un delito de lesa humanidad. Parecería que esa amplificación sería suficiente como para que semejante horror no volviera a suceder pero nunca contamos con que el “ojo por ojo y diente por diente” bíblico esperaba el momento de su venganza. Y ha llegado.

 

No fueron los palestinos los que expulsaron a los judíos a la diáspora. Fueron los romanos (o su propia capacidad de autoculpa). Los palestinos simplemente ocuparon unos territorios vacíos. Evidentemente no calibraron que esos territorios estaban sujetos a una maldición divina. Y como en las películas, ahora sufren esa maldición, como nunca el cine ha podido expresarlo. Porque los judíos están devolviendo al mundo el horror del holocausto. En el mejor estilo bíblico se están vengando. Pero no lo hacen sobre el pueblo o la cultura que les infligieron el horror, sino sobre los pobres de la tierra que ocuparon sus territorios abandonados. Israel (el Israel judío) vacuna a sus nacionales a gran velocidad. Evidentemente no vacuna a los que no considera sus nacionales. Los palestinos están sentenciados en un holocausto para nada menor que el de los campos de concentración. Hace ya tiempo que los palestinos están “confinados” en unos territorios cercados por el poder judío, sometido a un régimen que en nada tiene que envidiar al de los campos de concentración, lo que Agambem llamó el “nomos” de la modernidad. Solo faltaban las técnicas de exterminio y eso lo ha proporcionado el virus. Los judíos devuelven al mundo exactamente lo que sufrieron.

 

Con diversas fases de postureo, en el que nos harán creer que se esfuerzan por salvar a los palestinos, vamos a asistir a un holocausto palestino. Porque los judíos no solo quieren el reconocimiento de su propio sufrimiento sino que quieren la venganza. Lo llevan en la sangre. Son un pueblo ancestral y para ese tipo de pueblos la venganza es esencial. ¡Dios lo quiere! Los judíos tienen rasgos que hoy en día no son habituales en los pueblos del mundo. Mantienen la religión como razón fundamental de su existencia y son iconoclastas, es decir, su inteligencia es una inteligencia de palabras y no de imágenes, es decir, es a-emotiva. No es fácil matar una imagen pero es fácil decretarla, simbolizarla (apretar el botón). Seguramente la extraordinaria sensibilidad que tuvieron para reconocer la inquina nazi se debe a que  la comprendían perfectamente. Convertir la muerte masiva en un problema de eficacia, es algo que los alemanes y los judíos comparten pero que seguramente es más significativo para los segundos que para los primeros. La imágenes nos humanizan, las palabras nos deshumanizan. Los alemanes nazis se deshumanizaron a través de la eficacia y los judíos se deshumanizaron, hace milenios, a través de su iconoclastia. Lo curioso es que ambas deshumanizaciones se juntaran a mediados del SXX.

 

Los alemanes hicieron su catarsis. Parece que los judíos no. Solemos decir que el Islam es el terrorismo por su vinculación religiosa, su i-racionalidad. El judaísmo es lo mismo pero, nos negamos a verlo (es más moderno). El judaísmo es la religión viva más antigua del mundo. ¿Es eso una garantía o es un horror? Creo sinceramente que existe un judaísmo que ha convertido su religión en tradición y que se ha reconciliado con las imágenes (los cineastas de Hollywood sin ir más lejos), pero existe otra facción que vive para la venganza y para la ortodoxia. Los palestinos desaparecerán a mayor gloria de Yahve. Los judíos -al estilo de los grandes ejecutores de la antigüedad- saldrán ganadores. Mientras los que consideramos que la religión ha agotado su tiempo, temblaremos, ente el nuevo horror dogmático e iconoclasta. ¡Adiós pueblo palestino. Cometisteis dos errores: tomar los territorios que abandonaron los judíos y tener una religión menos antigua y menos feroz! Amen.

 

El desgarrado. Febrero 2021.




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