ERC pide un “gesto” al PSOE para apoyarlo con su abstención. ¿Qué quiere decir? Es simple. Le pide que manipule las instituciones democráticas para que su líder salga a la calle. Pero ¿no se estaba diciendo que España no era democrática y esa era la principal razón para que Catalunya quisiera la escisión? Pues sí. ¿Entonces qué pasa? Pues pasa que ERC vuelve al redil tras haber pasado momentos difíciles. Olvidemos nuestro enfado, olvidemos nuestro enfado y volvamos al amor. El amor, en este caso, es la anti-democracia, la manipulación, la prevalencia de las prebendas de los políticos, el pujolismo. La cosa merece un explicación en regla.

El desenmascaramiento de la familia Pujol supuso para Catalunya una hecatombe. Pujol significaba “lo nuestro”, la defensa de Catalunya, el enfrentamiento amable con España pero enfrentamiento al fin. Y más que para nadie, para Convergencia (y los mil nombres de Dios que como en el judaísmo se sucedieron -como dice la cábala- sin significar nada). La vergüenza y el sonrojo fue tan profundo (el Mesías no estaba entre ladrones, sino que era un ladrón entre otros) que solo se les ocurrió una manera de arrostrarlo: la huida. Curiosamente a gran parte del pujolismo político esa huida les venía como anillo al dedo pues las causas se empujaban en los tribunales, y cuando los deseos del pueblo se unen a los deseos de los políticos, eso es un milagro que puede llegar donde sea: el procés.

Fue la vergüenza del pueblo unida a los intereses espurios de los políticos lo que encendió el procés. El pueblo quería esconder su vergüenza fuera de los foros, incluso en otro país (inventado). Los políticos solo querían evadir sus responsabilidades (como todos los políticos). Todo indicaba la misma dirección: la República independiente de Catalunya. Naturalmente se necesitaban argumentos (argumentarios) y el principal de ellos fue que España es corrupta, antidemocrática, manipuladora, falaz, canalla, holgazana, zafia, etc. Sin embargo Catalunya era honrada (de cintura para arriba), trabajadora, honesta (de cintura para abajo), recta, honorable, temerosa de Dios. A nadie le extrañó que el bien fuera por territorios, contraviniendo las leyes de la estadística. El argumento era filo-rracista y los argumentos de esa índole son siempre contemplados con benevolencia. Total que los políticos engañaron al pueblo diciéndoles que la huida era posible, que nunca deberían dar explicaciones de cómo Pujol les había engañado. Los herederos de Pujol -precisamente- les propusieron la solución y ellos la creyeron.

No era cierto. La República no era posible, no por cuestiones jurídicas o políticas sino porque los intereses de los políticos engrescados eran exclusivamente electoralistas. Mientras los catalanes barajaban emociones los políticos contaban votos. Y llegó el jarro de agua fría. La República de once segundos. Lo de Pujol fue duro pero la mini-república fue peor. Todos los catalanes creyeron que era posible. Todos fueron defraudados. Vino la represión. Los listos se fueron al exilio y los buenos a la cárcel. Convergencia (Mas a la cabeza) había engañado a ERC (Junqueras a la cabeza) durante todo el procés. Se necesitaban mártires y Convergencia decidió que fueran los de ERC. El independentismo necesitaba que la represión fuera escenificada. En el momento de la publicación de la sentencia ya estaban preparados: la revuelta. CDR, Tsunami y Picnic estaban listos para la violencia que siempre habían negado. Barcelona se convirtió en una hoguera. ¿Pero no era una revuelta pacifista? ¡No somos nosotros: si son violentos, no somos nosotros! La posverdad (antaño patrimonio de la pérfida España) empezaba a funcionar.

A todo esto ERC había sido manipulada y ninguneada por Convergencia hasta la saciedad. Junqueras se creía que lo que estaba en juego era la República. Los de Convergencia sabían bien a lo que jugaban: a escurrir el bulto. Políticamente (la mierda-política que caracteriza a España y a Catalunya) siempre Convergencia le había ganado la partida a ERC. Pero poco a poco los electores se dieron cuenta de que había serias diferencias y ERC empezó a crecer. Y empezó a pensar que la declaración unilateral no era la solución. El bloque independentista se resquebrajó. Incluso esta última victoria en el TSJE de Puigdemont no fue parte de su defensa sino una estrategia de ERC que fue contestada por Convergencia, pero Boye lo celebró como una victoria. Convergencia siempre dispuesta a aprovecharse de todo y sobre todo de ERC. Pues bien, parece que la cosa se ha acabado.

La buena ERC, la que estaba dispuesta a todo por la República (incluso la cárcel), la que se dejó engañar, putear y manipular por Convergencia ha dicho basta. Si a lo que hay que “jugar” es a la política sucia (no hay otra) pues jugarán y empezarán por pactar con el único partido (parte de partido) que se ve capaz de dialogar (limitadamente pero dialogar). Con pies de plomo, que las bases no son inmunes, pero hacía una política real (real politik). Bienvenidas las prebendas y los chanchullos, las maniobras en la oscuridad y las manipulaciones de las instituciones, el electoralismo y las cuchilladas traperas. ¡ERC está de nuevo en la política (la mierda-política de rigor)! Una nueva tesitura se establece para alcanzar la República: la real politik, el mundo de lo posible en un mundo de tapujos y de mangantes. ¡ERC ha vuelto! La República es posible… dentro de lo que cabe. Como siempre, solo pierden los ciudadanos.

El desgarrado. Diciembre 2019.