» 10-06-2025

Ciencia y filosofía 13. El relato histórico. Reichenbach.

En entregas anteriores (2024) “Lecciones de ciencia y filosofía alternativa” 1 a 7 y “Ciencia y filosofía” 12-1 a 12-3, repasé cuestiones de ciencia y filosofía que ya había iniciado hace años “Ciencia y filosofía” 1 a 12. Debido a cuestiones de salud este blog sufrió un parón notable desde mediados del año pasado, parón que recuperada -dentro de lo que cabe la salud- retomo ahora. Entonces inicié la serie con pretensiones de asistematicidad lo que añadía confusión al hecho de que fueran dos series distintas sobre lo mismo. En resumen: voy a retomar este tema de ciencia y filosofía ahora, tratando de sistematizarla históricamente. Ciencia y filosofía se han desarrollado en respuesta a las necesidades inmediatas de las humanidad y sistematizar (contexto de la justificación) su exposición (¿imposible?)  no me parece ahora buena idea, como tampoco me parece que la asistematicidad sea didáctica. Así las cosas continuaré con el epígrafe “Ciencia y filosofía: el desarrollo histórico” pero con una aire nuevo. Cómo se puedan armonizar habrá que verlo sobre la marcha. De entrada publicaré un blog que se quedó escrito, pero sin publicar hace un año, sobre cuestiones generales y sobre los contextos del descubrimiento y la justificación que podría servir de introducción a esta nueva fase cuyo título era provisionalmente: “Ciencia y filosofía 13. El relato histórico. Reichenbach.” y que publico con dicho nombre. Espero que a partir de ahora la continuidad en la entrega -si no como la anterior- retome al menos un ritmo regular. 

 

Leo “La filosofía científica” Hans Reichenbach. Fondo de cultura Económica, 1953 (1951). Parece raro rebuscar en un libro tan antiguo (y descatalogado) las relaciones entre ciencia y filosofía, pero desde los lejanos tiempos del empirismo lógico, el hermanamiento de la ciencia y la filosofía parece haber sido olvidado. Y la razón de este olvido es que la ciencia se ha comido a la filosofía. Una vez que el empirismo abrazó la lógica, es como si la eterna pugna entre racionalismo y empirismo hubiera desaparecido. Hoy la filosofía (racionalismo puro) no es capaz de oponerse a la ciencia (empirismo lógico), cuyos logros tecnológicos la han avasallado, y ha optado por asumir sus logros y aceptar su papel subordinado. Sin embargo la posmodernidad ha iniciado una cruzada en contra de la metafísica que no disimula, que también es contra la ciencia, que no puede esconder su condición de hija predilecta de aquella. 

 

 

 

“…el conocimiento es indispensable para el manejo de los objetos de nuestro ambiente, a fin de poder ponerlos a nuestro servicio. La esencia del conocimiento es la generalización”. “El arte de descubrir es por lo tanto, el arte de la correcta generalización… generalización de experiencias particulares… lo que no es pertinente, como la forma o el tamaño…  debe ser excluido de la generalización… el significado del término pertinente puede definirse de esta manera: lo que debe mencionarse para que la generalización sea válida. La separación de los factores pertinente y no pertinente constituye el principio del conocimiento… la generalización es, pues, el origen de la ciencia… los antiguos conocieron leyes de geometría válidas para todas las partes del espacio, sin excepción; leyes de astronomía, que rigen el tiempo; y un buen número de leyes físicas y químicas tales como las de la palanca y las referentes a la temperatura de fusión. Todas estas leyes son generalizaciones; expresa que un cierto número de implicaciones son válidas para todos los objetos de una clase determinada. en otra palabra son juicios de la clase si-siempre… la generalización, más aún, es la naturaleza misma de la explicación. Lo que queremos decir con explicar un hecho observado, es que se incorpora ese hecho a una ley general… Explicación es generalización… las leyes generales pueden de este modo ser utilizadas para deducciones que descubren hechos nuevos, y la explicación se convierte en un instrumento para completar el mundo de la experiencia directa con objetos y acontecimientos deducidos”. (Reichenbach 1953, 15).

 

“La multitud de hechos observados no podía satisfacer el anhelo de conocer; la búsqueda de conocimiento trascendió la observación y exigió la generalidad… cuando la explicación científica fracasó porque el conocimiento de la época era insuficiente para suministrar la correcta generalización, la imaginación tomó su lugar y brindó una explicación que resultó atrayente para esta tendencia a la generalidad al satisfacerla con ingenuos paralelismos… analogías antropomórficas… o fundada en experiencias de la vida cotidiana… brillante ficción antigua… La filosofía ha salido siempre perjudicada por una confusión de la lógica con la poesía, de la explicación racional con la imaginación, de la generalidad con la analogía… Hay dos clases de falsas generalizaciones que pueden clasificarse en formas inocuas y formas perniciosas de error. Las primeras, que se encuentran con frecuencia entre los filósofos de espíritu empírico, se prestan fácilmente a corrección y a superación a la luz de una más amplia experiencia. Las segundas, que consiste en analogías y pseudo explicaciones, conducen a huecos verbalismos, y a peligrosos dogmatismos. Las generalizaciones de esta clase parecen nutrir la obra de los filósofos especulativos”. (Reichenbach 1953, 17).

 

“El peligro de un lenguaje vago estriba en que da origen a ideas falsas, y la comparación de la razón con una sustancia brinda un buen ejemplo de esto… Los errores perniciosos por falsas analogías han constituido la enfermedad del filósofo en todos los tiempos… la falacia cometida en esta analogía es un ejemplo de una especie de error, llamado sustancialización de lo abstracto. Un nombre abstracto, como razón, se toma como si se refiriera a una entidad con carácter de cosa. Existe una ilustración clásica de esta clase de falacia en la filosofía de Aristóteles (383-322 AC), donde trata de la forma y la materia. Una figura del lenguaje se ha convertido así en el origen de una disciplina filosófica, llamada ontología, que se supone trata de los últimos fundamentos del ser. La frase ‘últimos fundamentos del ser’ es en si misma una figura de lenguaje… para Aristóteles, la forma y la materia constituyen tales fundamentos últimos del ser. Una interpretación literal de tal analogía suministra de este modo, una pseudo explicación que, por insuficiencia de sentido crítico, reúne múltiples fenómenos diferentes bajo la misma etiqueta… su metafísica no es conocimiento, no es explicación, sino analogíismo, esto es, una fuga hacia el lenguaje imaginativo La tendencia a descubrir generalidades hace que el filósofo olvide aún los mismos principios que aplica con éxito en campos de investigación más limitados y lo impele a perderse en palabras, allí donde el conocimiento no es todavía accesible… lo que Aristóteles sabía… no era suficiente para admitir una generalización. Pero ante la carencia de conocimiento fue debilidad suya el tomar rudimentarias analogías por explicaciones… en lugar de preparar gradualmente el advenimiento de una filosofía científica lo han obstruido.” (Reichenbach 1953, 21).

 

“La filosofía antigua nos brinda otro ejemplo de esta infortunada forma de razonar: la filosofía de Platón…. La teoría de las ideas tan admirada y tan intrínsecamente anti-lógica, surgió del intento de explicar la posibilidad del conocimiento matemático, así como de la conducta moral… la demostración matemática se ha considerado siempre como un método de conocimiento que satisface las más altas normas de la verdad, pero el estudio de las matemáticas conduce a ciertas dificultades lógicas cuando se realiza con la actitud crítica del filósofo… una breve excursión por la lógica ayudará a clarificar el problema. El lógico distingue entre juicios universales y juicios particulares. Los juicios universales son juicios de totalidad; son de la siguiente forma " todas las cosas de determinada clase tienen determinadas propiedades”. También se les llama implicaciones generales, porque afirman que la condición expresada implica la posesión de la propiedad… Los teoremas de la geometría tienen la forma de juicios universales o implicaciones generales. Las implicaciones generales de esta clase son muy útiles porque nos permiten hacer predicciones… La implicación sobre los triángulos nos dice de antemano los resultados que obtendremos al medir los ángulos de un triángulo…

 A estos juicios se les llama sintéticos, expresión que puede traducirse por informativos… Hay otra clase de implicación general. Consideremos el juicio " todos los solteros no son casados “. Este juicio no es muy útil, pues si queremos saber si un hombre soltero, debemos primero saber si está casado o no; y una vez que lo sabemos, el juicio no nos dice nada más. La implicación no agrega nada a la condición expuesta en ella. Los juicios de esta clase son vacíos; se les llama analíticos, o, con otra expresión, auto explicativos” (Reichenbach 1953, 25).

 

“Discutiremos ahora la cuestión de cómo debemos averiguar si una implicación general es verdadera, por lo que respecta a las implicaciones analíticas, esta cuestión se resuelve fácilmente. La implicación " todos los solteros no son casados " no es sino una consecuencia de la palabra " soltero ". Pero sucede una cosa diferente con los juicios sintéticos. El significado de la palabra " metal " y " caliente " no incluye ninguna referencia a "dilatación “. La implicación puede, por tanto comprobarse solo por medio de la observación. Hemos descubierto nuestras experiencias anteriores que los metales calientes se dilatan y por ello nos sentimos autorizados a establecer la implicación general”. (Reichenbach 1953, 27)

 

“Esta explicación, sin embargo, no parece regir para las implicaciones geométricas. ¿Hemos aprendido por nuestras experiencias anteriores que los ángulos de un triángulo suman 180°? Una ligera reflexión acerca del método geométrico, contradice cualquier respuesta afirmativa. Sabemos que el matemático tiene una prueba para el teorema de la suma angular. Para esta prueba traza líneas en un papel y nos explica ciertas relaciones con referencias o dibujos pero no mide los ángulos. Acude a determinadas verdades generales, llamadas axiomas de los de las que deriva el teorema, lógicamente… el conocimiento geométrico, dirá, es producto de la mente, no de la observación… La prueba es cuestión de razonamiento, no de observación… No representamos las relaciones geométricas y " vemos ", en un sentido " superior " de la palabra, que la conclusión geométrica es inevitable y, por lo tanto, estrictamente verdadera. La verdad geométrica es un producto de la razón; ella le da una categoría superior respecto de la verdad empírica que se   obtiene por la generalización de un gran número de ejemplos. (Reichenbach 1953, 27)

 

“El resultado de este análisis es que la razón se muestra en posibilidad de descubrir propiedades generales de los objetos físicos, y esto es, a decir verdad, una conclusión sorprendente. No habría ningún problema si la verdad de la razón se limitará a la verdad analítica. Que los solteros no sean casados es un hecho que puede conocerse solo por la razón; pero como este juicio es inútil, no ofrece  ningún problema filosófico. Otra cosa sucede con los juicios sintéticos. ¿cómo puede la razón descubrir la verdad sintética?” (Reichenbach 1953, 28)

 

“La discrepancia entre el significado de los conceptos geométricos y sus implicaciones en objetos físicos, conduce a Platón a la creencia de que deben existir objetos ideales, o representaciones ideales de estos significados. Platón llega de esta manera a un mundo de realidad superior… objetos físicos… que muestran las propiedades de los objetos ideales de un modo imperfecto. Pero los objetos matemáticos no son las únicas cosas que existen en forma ideal. Según Platón existen toda clase de ideas, tales como la idea de gato, la de ser humano o la de casa. En resumen, todos los nombres genéricos (que designan objetos de la misma clase), o universales, indican la existencia de la idea correspondiente.

… la doctrina de las ideas… debe considerarse como un intento para explicar la naturaleza, aparentemente sintética de la verdad matemática… La visión de las ideas se considera como una fuente de conocimiento, comparable a la observación de los objetos reales… revela propiedades necesarias de sus objetos”. (Reichenbach 1953, 29)

 

“… Platón, no es científico (en) el uso que hace de la palabra “existencia”. Pero cuando Platón habla de la existencia de las ideas, la frase significa mucho más que una expresión traducible a significados ya establecidos. Cree en la existencia de las ideas, puede explicar nuestro conocimiento de los objetos matemáticos por que hace posible una especie de percepción de la verdad matemática en el mismo sentido en que la existencia de un árbol, hace posible la percepción de un árbol…  Por el contrario, llega un concepto de la existencia ideal que comprende tanto las propiedades de la existencia física, como el conocimiento matemático, extraña, mezcla de dos elementos que persiste en el lenguaje filosófico. (Reichenbach 1953, 32)

 

“He dicho antes que la ciencia muere cuando el anhelo de conocimiento se mitiga con una pseudo explicación, con la confusión de la analogía, con la generalidad y con el uso de imágenes en lugar de conceptos bien definidos. Como las cosmologías de su tiempo, la teoría de las ideas de Platón no es ciencia, sino poesía; es un producto de su imaginación, pero no de un análisis lógico. En el desarrollo subsecuente de su teoría, Platón no vacila en exhibir abiertamente la condición mística, más que lógica de su pensamiento al ligar, su teoría de las ideas con la concepción de la migración de las almas”. (Reichenbach 1953, 33).

 

“El filósofo habla un lenguaje al científico, porque trata de dar respuestas a problemas en un momento en que aún no se tienen a la mano los medios para dar una respuesta científica. (Reichenbach 1953, 25). Hasta aquí las citas.

 

Reichenbach no es partidario del relato. Su discurso se ancla en el empirismo (observación y experimentación/prueba) y la lógica relacional en tanto medio y no como productora de verdad. Empecemos por el empirismo lógico. Para Reichenbach la pugna entre racionalismo/idealismo de la filosofía especulativa y el empirismo lógico (ampliación del empirismo con la adición de la lógica) de la filosofía científica se decanta claramente hacia este último. La filosofía especulativa (y el racionalismo/idealismo pertenecen a ella) adolece de las siguientes defectos: 

Tal como denuncia el autor, los libros de texto siguen presentándonos la filosofía antigua como uno de los grandes logros del pensamiento, escondiendo sus carencias (cuando no sus errores) como algo que ocultar. La ciencia ha dado por zanjado el tema con una victoria completa celebrada con textos difamatorios como “Imposturas intelectuales” de Brickman y Sokal. Y sin embargo esa victoria no se siente  a nivel popular (quizás por que hace tiempo que la ciencia se ha alejado del conocimiento cotidiano), que identifica la tecnología con la ciencia y ambas con la catástrofe medioambiental. Presento aquí un resumen de la pugna histórica, en el que sigo al autor citado.

 

Aunque el nacimiento de la filosofía se cifra en el SV AC y el de la ciencia (moderna) en el SXVII los inicios de la controversia pueden ser detectados mucho antes, aún cuando, con las limitaciones propias de la falta de documentos escritos. La filosofía marca el deslinde entre el mundo y el ser humano, situando a la verdad en ese mundo como algo exterior al ser, a lo humano, e independiente de él. Este deslinde -acompañado de la conciencia de que ese ser humano es capaz de comprender esa verdad del mundo que le es exterior- fundan la metafísica como sistema de pensamiento en el que el mundo se divide en dos áreas: lo sensible y lo inteligible (lo material y lo espiritual, lo tangible y lo intangible) que da lugar a lo trascendente -que mucho más allá de esta diferencia- se adentra en un mundo espiritual, noúmeníco, incognoscible, patrimonio de dioses y demonios, el mundo de la religión… pero también de las ideas filosóficas (Platon) y de la espiritualidad laica. Porque la religión es una forma de entender el mundo desde un perfil bajo de inteligencia. Es el mundo mitológico poblado de seres superiores que se manifiestan por la fuerza (kratofanías) o por lo sagrado (hierofanías) y en el que el ser humano es un juguete en manos del destino que determina (como luego determinará la causalidad filosófica y científica) su existencia. La única verdad es la revelada por los mensajeros de los dioses: los sacerdotes. 

 

El pensamiento es un pensamiento analógico (similitud, afinidad, remisión), desarrollado en imágenes y con pocas posibilidades de conceptuar, en un lenguaje mayormente descriptivo. El pre-concepto consiste en el orden y la jerarquía que permite clasificar los objetos y las manifestaciones del mundo a modo de comprensión (y de control).  Mediante el mecanismo de prueba y error, y el instinto, el ser humano avanza de un mundo imaginario a uno simbólico en el que el lenguaje imponga su abstracción raciocinante. La causalidad es de tipo ingenuo: una tormenta es la ira de los dioses, con la causa siempre puesta en seres fabulosos lejos de las limitaciones humanas. El pensamiento como instrumento para enfrentarse y dominar el mundo está todavía lejos y el ser humano vive sometido al terror, amenazado por un mundo proceloso en el que los valores masculinos (fuerza y violencia) son imprescindibles. El mundo mítico ve la aparición de los asentamientos agrícolas, los asentamientos  tribales (aglutinados en torno al parentesco de sangre o alianza matrimonial), y las ciudades en las que los ciudadanos se dividen por barrios y gremios, superando las fratrias consanguíneas…  como posteriormente se escenificará en el Decreto de Clístenes contemporáneo del nacimiento de la filosofía. La ideología (Harari) se establece como una supraconsangunidad capaz de aglutinar grupos mucho más extensos y capaz de acometer trabajos mucho más ambiciosos. La muralla (Jericó, 8.000 años atrás), el palacio, el mercado, el templo (Gobeki Tepe 12.000 años atrás) articulan la nueva forma de vivir y de pensar.

 

Con estos mimbres: lenguaje, pensamiento simbólico, mitología, organización social supra-consanguínea (por afinidad e ideología), verdad exterior, el relato como formas de conocimiento y el irremisible afán de conocer como único medio para dominar el mundo nace el logos y la filosofía y lo hace aprovechando muchos de los rasgos que caracterizaron al mundo mítico, que se reciclan a la nueva fe racional . El pensamiento analógico y el relato se reciclarán a arte, el orden clasificatorio devendrá en el principio de economía interpretativa (la navaja de Occam), la necesariedad de la certeza sustituirá al designio de los dioses,  el relato acogerá a las seudoexplicaciones cientificantes, la cantidad se convertirá en la categoría general (tras el ser, la sustancia) de la comprensión del mundo mediante la abstracción y universalización a la par que el lenguaje simbólico se hará conceptual, la verdad se convertirá en la medida del conocimiento y la libertad y la igualdad (como límites inalcanzables) la promesa de una sociedad que trata de organizarse en comunidades cada vez más internamente dominantes. Con la filosofía nace la metafísica que se convierte en el sistema hegemónico de pensamiento en occidente durante 25 siglos. Valga todo este relato como prólogo a la reflexión de Reichenbach.

 

El desgarrado. Junio 2025.

 




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