» 11-08-2019

Ciencia y filosofía 13. La simetría, el cosmos y la mente.

En el momento de iniciarse el big bang todas las interacciones (fuerzas elementales de la naturaleza: electromagnética, nuclear fuerte, nuclear débil y gravitatoria) son exactamente simétricas o lo que es lo mismo indistiguibles. Dentro del primer segundo la fuerza electro débil (combinación de electromagnetismo y nuclear débil) rompen la simetría y se distingue del resto. Como consecuencia las partículas (que hasta ese momento no tenían masa y se movían a la velocidad de la luz) adquieren masa (algunas). Unas fracciones de segundo después la fuerza nuclear fuerte rompe la simetría y se distingue de la electro débil y la gravitatoria. Como consecuencia unió a los quarks  en protones y neutrones. A los 100 segundos la misma fuerza fuerte unió a los protones y neutrones. Como consecuencia se forman los núcleos atómicos. 380.000 años después la electromagnética y la débil rompen la simetría y se distinguen entre sí y de las otras dando lugar a los átomos al captar los núcleos a los electrones que, a partir de entonces, los orbitan. La luz se hace.

 

Una teoría del todo (la reunificación de las fuerzas de la naturaleza citadas en una teoría única) presupone remontarse a los primeros instantes del universo en el que esas fuerzas eran totalmente simétricas, indistinguibles y por tanto unificadas. Pero las energías que se expusieron en aquellos instantes (mil billones de grados) son inalcanzables en los aceleradores de partículas actuales por lo que los experimentos son hoy (y probablemente siempre) imposibles. Como es sabido existe un modelo estándar que reúne tres de esas fuerzas (menos la gravitación) y una teoría cuántica de campos que la unifica con la relatividad especial. La teoría de la gravedad cuántica solo es posible mediante la teoría de cuerdas que no tiene ni un solo experimento que la corrobore y tampoco se podrán realizar en un futuro próximo. ¡El que afirmó que la física estaba acabada, se lució!

 

Este modelo de simetrías que se se deshacen (rompen) formando fuerzas que interaccionan con las partículas, es el mismo que seguirá la mente en evolución para conocer el mundo. La simetría hace que todas las opciones sean igualmente posibles (o apetecibles). Se trata de deshacer la simetría para que algunas opciones sean más plausibles (se impongan), se conviertan en necesarias.  Los modelos de ruptura de simetría que ha seguido la mente  han sido primero sensibles (perceptibles) y posteriormente inteligibles (pensadas o razonadas). Tras el mundo mítico se impuso el superparadigma metafísico (Existe un sujeto soberano capaz de comprender un mundo que percibe como separado de él; tras la apariencia se oculta la verdad; todo lo que hay es el ser estático). Entre los sistemas de jerarquización/clasificación (ordenar jerárquicamente es romper la simetría) se ha utilizado la intuición, la autoridad, la topología, la revelación, la analogía, (hasta aquí los míticos), la deducción, la inducción, la abducción (el relato), la lógica, el concepto, la no contradicción, la abstracción/universalización/ley, la filosofía, el método hipotético/deductivo, el método científico, (cantidad + lógica + concepto +experimento), el positivismo (experimentación pura), etc. En la actualidad, abandonados los métodos idealistas (la apariencia oculta la verdad intrínseca de las cosas) el método cibernético operado por computadoras sobre bases de datos (big data) se perfila como el sistema de pensamiento del futuro: el pensamiento posmoderno.

 

En definitiva. Tanto para el cosmos como para la mente (y con ellos accederíamos a dos de las grandes transiciones de fase a la que solo hace falta añadir la emergencia de la vida) la ruptura de simetría se plantea como la operación imprescindible para deshacer el empate entre opciones que harían el mundo imposible, invivible e impensable. Esa simetría podemos asimilarla sin grandes distorsiones con la nivelación termodinámica, la entropía desbocada, la muerte. La ruptura de la simetría nos ha proporcionado un mundo, una vida y un pensamiento dinámicos. Sin duda la ruptura de simetría es Dios… si necesitas un relojero omnipotente.

 

El concepto de transición de fase también es enormemente conveniente para la vida y para el pensamiento. En la evolución de las especies Jay Gould le llamó equilibrio puntuado y lo refería a situaciones de evolución explosiva en determinados momentos de una evolución plácida. No otra cosa es en física. Para calentar hielo necesitamos una caloría por cada gramo de agua y obtendremos un aumento de un grado. Pero al llegar a los cero grados para pasar de hielo a agua necesitamos 80 calorías/gramo. Estamos en una transición de fase (de hielo a agua) y el cambio es tan rotundo que necesitamos el equivalente a elevar la temperatura 80 grados para saltar el escollo. Lo mismo pero con 539,4 cal/gr.  ocurre para saltar la transición de fase de agua a vapor. Las transiciones de fase son elementos singulares si los comparamos con los regímenes proporcionales fuera de la transición de fases. No es posible explicar la aparición de la vida por la simple acumulación lineal de elementos químicos inorgánico. Se ha producido una transición de fase (una emergencia, en teoría del caos), una singularidad que no sigue las reglas normales de la evolución de los sistemas físicos. Lo mismo podemos decir de la autoconciencia.

 

En fin, que no está tan lejos el cosmos de la vida o de la autoconciencia, ni las humanidades del sistema científico. ¡A ver si la teoría de la unificación va a ser la de la física con la biología y con la filosofía (si se puede llamar así a la teoría del pensamiento). Dividir el mundo en comportamientos estancos (disciplinas) fue muy conveniente para conocerlo y dominarlo. Ha llegado el momento de reunificarlo. La especialización extrema lo impide. ¿Que hacer? A parte de quemar en la hoguera a todos los políticos… quiero decir.

 

El desgarrado. Agosto 2019.




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