» 09-12-2019 |
Debemos luchar contra la degradación del planeta, pero ¿a cualquier precio? Como siempre parece que somos los ciudadanos los que hemos contaminado por encima de nuestras posibilidades. ¿Es así? Con la facilidad que tienen los políticos para salvar su culo no sería de extrañar que nos estuvieran presionando para que no se note que el 90% de la culpa es suya. Greta lo ha dicho claramente: los políticos no nos van a ayudar. Es posible que no lo hayáis entendido pero es una llamada a la desobediencia civil y a la exigencia política. Es una llamada a que no solo cerréis el grifo cuando os laváis los dientes sino… que no los votéis. Es fácil engañar cuando cuando se habla de datos y de conceptos científicos. Aclaremos un poco las cosas… desde el lado de la ecología, evidentemente.
Más del 90% del agua que se consume, lo consume (despilfarra) la agricultura. El canal de Aragón empieza con una cantidad en origen y entrega en destino menos de la décima parte. Conducir agua expuesta al sol es perderla por evaporación. Eso no es un canal (a no ser que entendamos por canal el de Isabel II y sus explotadores políticos corruptos). Eso es una locura. Hace mucho que existe la agricultura hidropónica (baja en consumo de agua) pero no se extiende. Nadie calcula cual es la cantidad exacta que necesita un cultivo. Nadie quiere cultivar en secano porque no rinde. Cultivos intensivos en agua son los más rentables: aguacates. Ningún político quiere ponerle puertas (ecológicas) al campo. La ganadería es intensiva en consumo de agua. Todo son componendas que no se nos quiere explicar. La España rural es comparativamente donde los votos son más rentables. ¡Ahora!
El resto del agua se lo reparten la industria (7%) y el consumo humano (3%). Hace unos años se establecieron normativas para la reutilización de las aguas grises (aguas susceptibles de una segunda reutilización sin tratamiento intensivo). Por otra parte se estableció que las aguas depuradas (tratadas intensivamente) eran susceptibles de riego de jardines y de usos agrícolas. Cuando llegó la derechona al poder todo aquello se diluyó. Ni siquiera el riego de jardines con aguas depuradas pareció que debía continuar. Era mucho más elegante utilizar agua potable incluso para el inodoro. Ahora nos “rescatan” induciéndonos a que tomemos medidas para ahorrar agua tan estúpidas como lavarnos los dientes con el grifo cerrado (no por el hecho sino por el consumo). Oigo en la TV que recuperemos el agua que sale fría antes de ducharnos y la usemos para fregar o que pongamos botellas de agua dentro de la cisterna para que la descarga no sea tan “excesiva”. El otro día insinuaban que nos limpiáramos el culo con agua para evitar el consumo de papel. ¿En qué quedamos? Recordemos: nuestro consumo doméstico es del 3%.
Todas las medidas son necesarias, cuando las cosas se tuercen, pero echar la culpa a los ciudadanos cuando entre la agricultura y la industria consumen el 97% me parece el chocolate del loro. Propongo que se ponga un impuesto para las piscinas, no por litro consumido (que los muy ratas usaran mantas) sino por M3. Y con ello quiero decir que no es justo que los ricos paguen por el agua lo mismo que los pobres. ¿Cuantos lavados de dientes permite el volumen de una piscina: un millón? Se tienen que recuperar urgentemente las medidas que la derechona derogó, y obligar a reutilizar las aguas grises y las aguas depuradas. Se tiene que legislar para evitar el despilfarro, que como tantas veces he dicho, es la peor de las corrupciones y tan afín a la derechona (corrijo: a la politicona).
Los políticos no reaccionan a las necesidades de los ciudadanos sino a la sensación de que su culo está en peligro. Tenemos campañas de prevención de los accidentes en carretera que afectan a 1.800 ciudadanos (a seis meses). Continuas, machaconas, culpabilizando a los ciudadanos. No las tenemos para los suicidios (3.000 muertos al año) o para los accidentes cardiovasculares (50.000 muertos/año) o para los muertos por contaminación (otros 50.000 muertos al año). ¿Cual es la diferencia? La responsabilidad de los políticos en los muertos en carretera es directa: planificación, señalización, estado de las carreteras, policía. En los otros casos su culo está tranquilo. Es difícil ligar los suicidios, los muertos cardiovasculares o los contaminados con la labor de los políticos. Y sin embargo, ellos deberían ser responsables de todos los muertos. ¿O no?
Ahora resulta que hemos vuelto a vivir (beber) por encima de nuestras posibilidades y los medios se apresuran a recordárnoslo. ¡La culpa de que no haya agua es tuya, Hewiet Pakard! ¿Quién recuerda aquellas normas que tus amigos no quisieron cumplir sobre recuperación de aguas y que cayeron en el olvido. Yo. Yo las recuerdo y si las hubierais aplicado ahora no estaríamos mendigando: Hewlets Pakards!
El desgarrado. Diciembre 2019.