» 15-10-2024

El pensamiento geométrico 30. Los principios universales

¿Es posible establecer unos principios explicativos que sirvan lo mismo para la ciencia que para la filosofía. Es decir: se puede unificar en una disciplina básica, cualquier disciplina? Siguiendo el principio de simplificación hemos dividido lo sensible en distintas disciplinas con fines específicos, pero esa especialización parece volverse en contra nuestra cuando resulta imposible armonizarla. Si el Universo tiene un principio único, como parece indicar la unificación de las cuatro fuerzas del universo en una, -tal como propone la teoría del todo- y si la equivalencia es una realidad de modo que todo puede convertirse en todo (lo que sería obligado si lo explicamos todo con un principio único), entonces debemos poder encontrar una sencillez primigenia de la que se desarrolle todo el universo. El principio de simplificación (que es un principio que habla de nuestra mente y no del mundo) exige un principio simple, pero podría ser que solo afectara a nuestra explicación del universo y no a su realidad. Si la materia es energía, la onda partícula, el espacio tiempo, y la realidad probabilidad, deberíamos ampliar esas equivalencias fundamentales a otras más arriesgadas como la de la geometría y las fuerzas físicas. No es nueva. La teoría de la relatividad establece que la fuerza de la gravedad es una deformación del espacio-tiempo. La cuántica, que existe una equivalencia entre la simetría y una ley de conservación de la física, o que la masa es un intercambio de partículas, la de cuerdas que las dimensiones son efecto de partículas. Da la impresión de que estamos más cerca de lo que parece de considerar a la geometría (Penrose) como una teoría física. 

 

Si la fuerza de la gravedad es una geometría y todas las fuerzas debieron estar unificadas al principio del universo, no parece disparatado pensar que en el principio había una geometría (aunque no haya manera de hacerse una imagen mental de cómo). Geometría con valor de fuerza física o viceversa.  Aunque la deformación del espacio-tiempo no es puramente una geometría -tal como lo entiende nuestra física- no está muy lejos. Todo se relaciona con el espacio y el tiempo (es decir con el movimiento, con el cambio). Por otra parte podemos definir la posición de un punto en una recta por la probabilidad de que se encuentre en ese punto y si además entendemos la probabilidad como la verdad fraccionaria, no solo relacionamos la geometría con  el cambio sino también con la verdad. Una ve superada la idea de las fuerzas a distancia la idea del intercambio de partículas -como la explicación de las fuerzas y de la masa- se ha impuesto generalizadamente, y el “intercambio” no es más que un cambio entre dos. Unos de los primeros problemas físicos que se planteo fue la equivalencia del diámetro con el arco de circunferencia que lo cubre. Aquello dio lugar al número pi (con infinitas cifras decimales): ambas líneas no eran congruentes (superponibles) como tampoco se podía cuadrar un círculo. Las funciones trigonométricas llevan más allá las equivalencias de ángulos y segmentos de rectas. Por último la equivalencia entre partículas  (definidas por las coordenadas dimensionales y la velocidad) y ondas (definidas por la longitud de onda y la frecuencia)  relacionan movimientos lineales con ondulatorios. Los cambios de estado de la materia (sólido, líquido, gas y plasma, etc.) muestran la característica que -en los cambios de fase (de forma, de manifestación) se exige un aporte de energía (calor latente) muy superior al necesario para subir un gramo de materia en un grado (una caloría). En el caso de hielo a agua, es de 80 calorías (equivalente a 80º en una situación en que no se cambia de estado). Si bien un estado de la materia es un estado físico puede ser definido por su forma, por dimensiones geométricas. 

 

Existencia (probabilidad). Es la cualidad primordial, la base de todas las otras, fundacional. Se extiende a lo largo de un gradiente cuyos extremos son la existencia y la nada (la no existencia), la probabilidad de existencia del 100% y la del 0%, tomados tradicionalmente como absolutos. Los elementos intermedios son mal conocidos pero se utilizan en física. La partición de la nada en materia y antimateria o el contenido identificable de la nada (gradiente de lo existente y lo inexistente en proporciones definidas) lo avalan. La ruptura espontánea de simetría podría ser una de estas manifestaciones. La energía y las materia oscura podrían ser manifestaciones de ese gradiente. El problema de la fluctuaciones de materia y antimateria es su estabilización dinámica. La partición recursiva infinita podría ser una solución para que las parejas potencialmente aniquilables entre sí, no puedan encontrarse. Encontramos estabilizaciones dinámicas (circulares y recursivas) y estáticas (ontológicas). Los primeros elementos “sintetizados” por este mecanismo debieron ser el espacio y el tiempo como gradiente de la existencia, inicio de la recursión de matrioskas de gradientes de gradientes, de complejificación creciente y de huida hacia adelante de lo real. 

 

Principio antrópico. Descartes enunció: “dudo luego existo”. Pero la duda requiere la existencia previa de dos extremos de un gradiente sobre el que dudar: la existencia y la inexistencia, un universo y un antiuniverso cuya suma (su contacto) es su antisuma: la nada.  ¿Puede existir algo antes de su concepto? ¿Es eso una manifestación del principio antrópico? Wittgenstein se preguntaba ¿Hace ruido un árbol al caer si nadie está ahí para escucharlo?¿Existe una pregunta si nadie la hace? La existencia del hombre y del universo son dos existencias que se necesitan mutuamente que se implican circularmente. El sentido de algo requiere de un otro que se pregunte por ese sentido y cada uno justifica al otro. Toda existencia es un gradiente en el que cada extremo “inventa” al otro y sólo como pareja tienenn sentido. Lo positivo y lo negativo, lo existente y lo inexistente, el ying y el yang (y ese precioso dibujo que los implica, ¡auténtica filosofía gráfica!). Frente al principio antrópico encontramos la proyección humana que adjudica un principio a todo por cuanto él lo tiene. ¿Es necesario un principio simplemente porque el ser humano es efímero? ¿Y si tomáramos como modelo la especie en vez del individuo? Especie descendiente de otras especies -tal como dice la evolución de las especies- hasta abarcar toda la vida existente. Pero la vida también tiene un origen en lo inanimado. Sin duda podemos establecer una continuidad entre una y otro tomando como modelo el universo entero. La vida sería un cambio de fase pero no un principio. Finalmente tendríamos que admitir que la existencia es un absoluto: ha existido siempre. ¿Somos la existencia positiva de un conjunto en el que una existencia negativa nos da la réplica en… una existencia negativa?  

 

Gradientes. Todo gradiente es una distribución de probabilidad (de existencia) entre el 0% y el 100 %. Laexistenciaes un gradiente de probabilidad entre la existencia y la no existencia, separadas por todas las combinaciones intermedias. La no existencia es un gradiente de un universo negativo, de antimateria y de antienergía. Todo lo que existe (perceptible por cualquier medio) es un gradiente de cambio/estabilidad (equivalencia). El cambio (movimiento) es un gradiente de espacio-tiempo. Por tanto la estabilidad (su equivalente debe ser también un gradiente de  espacio-tiempo; es gradiente dimensional. La dimensión es un gradiente posicional.  Cada gradiente es un gradiente de gradientes en una sucesión de recursiones. Los gradientes se anidan como matrioskas en distintos niveles de complejidad. El nivel existencia/inexistencia da origen al gradiente cambio/estabilidad que a su vez genera el gradiente espacio/tiempo que es un gradiente de gradientes y que deja libre a la inexistencia. Todas las alternativas de gradiente pueden dejar libre a uno de los extremos: la inexistencia, la establilidad… que sin posibilidad de equivalencia se ven condenados a existir. El gradiente de espacio y tiempo dan origen al gradiente de orden/caos, de  (relación)/independencia, el gradiente universal/simple y gradiente verdad/falsedad. Todo un proceso de huida hacia adelante en el que se abandonan las parejas-oposición para encontrar recursivamente nuevos gradientes de gradientes.

 

Relación. En cuanto tenemos más de un elemento (concepto) podemos asociarlo con otro en una relación. Los extremos de un gradiente están en una relación de equivalencia (el uno se puede transformar en el otro). La relación de gradiente conduce a algún tipo de equivalencia en una ampliación del teorema de Noether: toda simetría equivale a la conservación de una magnitud física. Toda geometría equivale a una constante física (en el caso del espacio/tiempo la velocidad de la luz). La equivalencia (y su manifestación privilegiada: la igualdad) es la principal relación. Existen otras pero siempre se reducen a una equivalencia (contactar, atraerse, converger o confundirse es compartir ubicación, el parentesco es compartir familia, etc.). Este es el teorema fundamental de la relación: toda relación es reducible a una equivalencia (hasta alcanzar la equivalencia primordial:  existencia (probabilidad/inexistencia. Las relaciones que suponen una configuración de mínima energía son privilegiadas por la naturaleza. Forma el gradiente relación/independencia                                 

 

Equivalencias. La equivalencia es un proceso mental (no un proceso físico real). Dice que dos cosas que la física plantea como diferentes son iguales. La equivalencia es un método de simplificación de segundo orden (afecta a conceptos). A este nivel mental podríamos decir que todo es equivalente (la verdad y la mentira, el tiempo y el espacio, la materia y la energía, la onda y la partícula, etc.) y lo es a través de un gradiente del 0 al 100%. La equivalencia es la forma que tienen los objetos del universo de relacionarse. La equivalencia está sometida a un gradiente dimensional. La equivalencia (y su forma perfecta la igualdad) permiten también predecir el futuro (prever): si conoces  una cosa conocemos su equivalente (en el espacio o en el tiempo). Los extremos del gradiente son los valores absolutos (objeto de una de las primeras simplificaciones operadas por el humano para simplificar el mundo). Si ha habido un primer proceso de simplificación consistente en eliminar grados de complejidad, en el estado actual del conocimiento tiene lógica que tendamos a unificar todos los conceptos convergiendo en aquel original del que todos surgieron (existencia, espacio-tiempo, cambio, orden, clase, etc.). Lo que no está relacionado (es independiente) es equivalente. Forma el gradiente equivalencia/independencia

 

Orden. Una vez establecido el continuo espacio/tiempo -un gradiente (de gradientes) en el que el espacio absoluto y el tiempo absoluto se sitúan en los extremos- podemos interactuarlos. El orden es una aplicación del tiempo (sucesión) en el espacio (posición) que hace que unos elementos sean “anteriores” a otros lo que permite poner un orden en un conjunto estático. El orden afecta a cualquier magnitud (escalar): reducción de todas las cualidades de un objeto hasta abstraerla a su intensidad. La esencia del orden es la numerología, la ordinalidad, de la que la cardinalidad es una abstracción. Forma el gradiente orden/simplicidad (desorden) extremadamente importante en energía.

 

Cambio. Todos los procesos son dinámicos. El ser es un momento del cambio. La ontología es una simplificación. El problema del cambio no es su estabilización en el ser sino cómo se estabiliza. La estabilización es una posición de mínima energía cinética, de mínimo gasto y por tanto buscada por la naturaleza. La estabilización es la condensación del cambio, la parada del movimiento. La metafísica escogió el ser frente al cambio por impotencia por imposibilidad de arrostrar una complejidad que le superaba. Forma el gradiente cambio/estabilización.

 

Relatividad. La relatividad es una teoría de la invarianza (de lo que no cambia) de la relación de lo equivalente. Galileana: las leyes fundamentales de la física son las mismas en todos los sistemas de referencia inerciales. El movimiento es relativo al observador. General: la gravedad es una deformación del espacio-tiempo (equivalencia fuerza/geometría)

 

Clasificación. Un campo caótico (complejo, incomprensible) sólo pude ser estructurado dividiéndolo en particiones (partición de lo sensible) que reúne determinados elementos (igual cualidad). Es una aplicación del espacio en el espacio. Si añadimos un orden (lo temporalizamos) entonces conforma el espacio-tiempo. Existe una relación directa entre clasificar y abstraer: Clasificar es juntar por la coincidencia de una cualidad. Abstraer es encontrar la cualidad común que conviene a ciertas cosas. Los universales son uno de los principales grupos de clasificación directamente relacionado con la abstracción. La universalidad forma  gradiente con la cualificación (simplicidad). A más cualidades (complejo) menos universal y viceversa. Las clasificaciones previas a toda racionalización son particiones de lo sensible. Son operativas,descriptivas pero no estructurales. 

 

Atractores. Son relaciones espaciales (entre las espacio-temporales). Englobo aquí a todo tipo de atracciones, afinidades, querencias, límites convergentes,  cualquiera que sea su mecanismo aunque en principio deberían no ser atracciones a distancia (mágicas), resultando por tanto las atracciones por intercambio las más corrientes. Cualquier modificación de un campo (una distribución de magnitud asignada a una posición), de la distribución de masas o energías, es equivalente a una atracción. Ambas modifican la distribución espacial de los elementos. 

 

Las cuatro fuerzas de la naturaleza (electromagnética, gravitatoria, nuclear fuerte y nuclear débil) son el prototipo de estas atracciones, efectuadas por el intercambio de fotones, gravitones, gluones  y partículas W, Z, con especial mención del doble mecanismo gravitatorio que incluye la deformación del espacio-tiempo como alternativa (equivalencia) al intercambio de gravitones. ¿Existen equivalentes espacio-temporales para el resto de intercambios (fotones…)? O lo que es lo mismo ¿Existe una forma unificada de atracción espacio-temporal? Un objeto cualquiera puede caer (perder el equilibrio tanto por acción directa sobre él como por acción sobre el soporte que lo sustenta (relatividad). Esa es la equivalencia gravitones/deformación del espacio/tiempo. Literalmente el suelo se mueve bajo nuestros pies. 

 

Hay otras atracciones: sucesión, composición, cooperación, pertenencia, mínima energía, utilidad, gradiente, mínima energía. La atracción implica una selección de los elementos con lo que se produce la relación. Los atractores pueden ser -como en la teoría del Kaos- evidentes o extraños (incompletos, difíciles de descubrir, parciales, etc.). El conocimiento de los atractores implica la previsión del futuro: el ritmo nos indica cuando sucederá la próxima  comprecencia. En el arte (lo que después fue conocido como arte) los atractores son múltiples: ritmo, melodía, armonía, rima, métrica, acento, tono, colores complementarios, composición (división áurea), equilibrio, fondo-figura (Gestalt). Desde la biología célular (Margulis) hasta la sociología la cooperación, colaboración es un aglutinador (pegamento) de unidades más grandes que las originales. La complejificación de los coacervados conduce finalmente a los organismos pluricelulares y a sistemas de control central específicos. El fenómeno de la atracción es universal. 

 

La recursión. Las muñecas rusas (recursión en el espacio) son la relación clave de complejificación de un principio hacia el universo. La teoría de números nos ofrece un buen ejemplo: números naturales, enteros con el cero, racionales, reales, imaginarios, El efecto lupa permite ampliar las clasificaciones sucesivas a nuevos elementos. El concepto de tiempo que usamos es espacial: proyectamos la sucesión del tiempo sobre una recta  (espacial). Es la concepción ontológica en la que el ser (el espacio) es la representación de la sucesión temporal (el tiempo). El tiempo no tiene representación gráfica (espacial). Sólo somos capaces de representar el tiempo… parándolo, es decir desvirtuándolo: es el orden. Es una aplicación del espacio en el tiempo: los valores espaciales que adopta una situación temporal. La circularidad es una recursión cerrada, La retroalimentación es una recursión abierta (helicoidal). Existe un gradiente recursivo/único

 

La teoría de conjuntos es el modelo de las relaciones entre las cosas del mundo: inclusión, pertenencia, clase y operaciones de clases que se puede aplicar universalmente (a pesar de las paradojas que son producto de nuestra mente y no de la naturaleza). 

 

Simplificaciones. Lo simple se opone a lo complejo. Lo simple es reducible a un conjunto exiguo de cualidades, simplificar es reducir la complejidad del, objeto de estudio. Lo simple es universal pues la complejidad se aleja de la universalidad. Las leyes requieren para ser verdad que se apliquen universalmente  por lo tanto requieren que sus objetos de estudio sean simples. La navaja de Ockham relaciona la simplicidad con la verdad. Existe un gradiente simple/universal.  Conocemos bien las simplificaciones que se hicieron al principio del conocimiento para afrontar la inasumible complejidad del universo. La primera es la separación del mundo y del ser humano en dos clases oponibles. La segunda es la suposición de que el ser humano es capaz en su inteligencia de comprender el mundo. Existe una verdad oculta del mundo (esencia) que hay que descubrir como un tesoro oculto del que existe un mapa: la inteligencia del ser humano (Platon). Los valores absolutos consiste en obviar el gradiente y operar con los extremos absolutos como si fueran pares de oposiciones. Es la manera de operar de la metafísica tradicional como sistema de pensamiento.

 

El desgarrado. Octubre 2024.

 




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