» 28-06-2021

La 14-119 Legislatura. Casado al ataque. ¡La derecha se crispa!

¿Qué está pasando? La (ultra)derecha ha echado el carro por el pedregal. Nunca la (ultra)derechas había estado tan crispada. Sabíamos que la oposición le crispa porque consideran que su liderazgo viene de mandato divino: la religión y el liberalismo (además de la sangre, la fuerza, el saber, etc. como diría Platón). De pronto los empresarios la abandonan, la Iglesia la abandona, la opinión pública se retira de aquellas posiciones que parecían inamovibles. La duda acecha a las masas. ¿Será verdad que la concordia, las medidas sociales, el progresismo, el diálogo son efectivos? ¿Será verdad que Sánchez es un gran estadista? ¿Será verdad que Aznar es un boca-chanclas y Casado un político acorralado por los ultras y por la izquierda? Los movimientos de Casado son sintomáticos: se agita como un vibriolo sin dirección ni sentido. Solo acierta a moverse sin saber que hacer. Por una parte: copiar a Abascal; por la otra: atacar a la izquierda con ferocidad; finalmente: ninguna propuesta, nada que a los ciudadanos, pueda llevarles a la esperanza. Casado será el primer dirigente del PP que se queme antes de llegar a gobernar. ¡Y eso, renegando del pasado de su partido! Si la izquierda estuviera en esta situación los medios alineados ya habrían echado las campanas al vuelo de su defección. Pedirían a voces el fin de un liderazgo inane, vacilante (¿con los ultras o sin ellos?), renegado de su pasado y débil (Diaz acosa con fuerza).

 

Toda la política de Casado es un bluff que solo se sostiene en sus propias mentiras. El problema catalán se suscitó no solo por el sentimiento independentista autóctono, sino por la campaña tenaz que el PP lanzó contra Catalunya (por ejemplo la campaña judicial-constitucional contra el Estatut). Se avivó por el tratamiento judicial que se hizo de él por parte de Rajoy, sin aportar ni un ápice de política al asunto. Se envenenó por unos jueces partidistas que siguieron las directrices del PP y se enquistó ante la inoperancia de su gobierno para afrontar ni la más mínima cuestión que no fuera el castigo, la intoxicación, el indulto, la amnistía, o la pena. Como se ha dicho tantas veces Rajoy consiguió que los independentistas pasaran del 30 al 50%, y en ese punto ya, ¡ninguna solución judicial vale. No era la primera vez que el PP reaccionaba así (de forma religiosa: a los malos hay que castigarlos). Con ETA hizo lo mismo: ¡mano dura! represión policial, castigos ejemplares, alejamiento de los presos para castigar a sus familias, guerra sucia, fondos reservados y opacos. ¡Incluso le atribuyó el atentado yihadista del 11-M con tal de arrimar el ascua a su sardina. Atentado que se produjo ante el asombro de sus servicios secretos que no se enteraron de nada. Ocupados como estaban vigilando a la izquierda ¡e incluso vigilándose entre ellos!

 

El poder de los jueces -que les alejara de la dependencia del poder ejecutivo (el Gobierno), restableciendo la separación poderes- pudo ser afianzada por el PP cuando tuvo mayoría absoluta. Pero no lo hizo. Por el contrario aumentó la dependencia del CSPJ de las mayorías del gobierno. Ahora no quiere renovar esos cargos porque como no tiene mayoría parlamentaria, perderá jueces afines, cuando los juicios de corrupción… no se acaban. Y dice que lo hace (entre otras cosas) porque los etarras apoyan al PSOE. Ningún etarra apoya al PSOE. Bildu (herederos de la lucha armada reconvertidos a la lucha política) han sido admitidos por el constitucional como partido legal y legítimo. Negando la función de la justicia, consideran que los asesinos que han cumplido sus penas, siguen siendo igual de asesinos en activo (diez años sin atentados). No solo se han apoderado de la justicia sino también de los jueces. Mientras, cacarean que el PSOE se está cargando las instituciones del Estado. La única institución del Estado que está en tela de juicio  (de hecho son varias más, pero todas en el mismo caso) es la renovación de los cargos del CSPJ que llevan casi tres años en funciones por el bloqueo del PP.

 

La ley de la eutanasia y la ley trans no tienen  el apoyo del PP como no la tuvieron la del aborto (que Rajoy barajó suprimir), la del divorcio, la del matrimonio igualitario, etc. No son leyes prescriptivas: no obligan, sino que son leyes que admiten determinados comportamientos porque se alinean con los derechos humanos individuales. Su negación por parte del PP, responde a la idea de que el pueblo es incapaz de tomar decisiones y que deben ser los partidos políticos de (ultra)derecha los que deben redimirlos de sus carencias. Evidentemente, con el apoyo de la Iglesia católica, que en un estado aconfesional (laico) tiene la misma influencia que la iglesia judía, islámica o cristiana reformada.

 

La oposición a los indultos ha sido una sarta de mentiras: el indulto para ser legal no necesita el informe favorable del juez, de los fiscales, ni el arrepentimiento de los condenados. Es una medida absolutamente legal -como las que reclaman los ultras-. Absolutamente legal como lo fueron los indultos que instó (en mayor número) el PP. Ni siquiera ha tenido el voto favorable de la Iglesia o de los empresarios (que tampoco era vinculante, pero era político). ¡Un fracaso estrepitoso! El PP se inventa la legalidad para poder poner fuera de ella al gobierno. Miente, intoxica y se embarca en la demagogia y en el populismo… por un puñado de votos. El PP ha perdido el rumbo (hasta sus empleados en los medios dan muestras de agotamiento). Casado es un pollo descabezado que corre alocadamente desangrándose sin destino ni propósito. La luz que lo guía es VOX. Porque se ha quedado aislado. Solo puede pactar con VOX y si no consigue la mayoría absoluta con su socio natural, habrá perdido las próximas elecciones. Lo que en un Parlamento fragmentado, es lo más probable. Para colmo el futuro pinta bien para el PSOE. No tiene problemas acuciantes (investidura, presupuestos), la pandemia cede y las perspectivas económicas son buenas. La sentencia de la UE puede darle la razón sobre la ilegalidad del juicio del procés y lo de Catalunya solo puede mejorar. No es de extrañar que ponga toda la carne en el asador. Se lo juega todo o mejor dicho, lo ha perdido todo. Diaz (que no tiene remilgos para abrazar abiertamente la ultraderecha) le sustituirá. Pero Diaz no es política. Morirá de populismo, de éxito, o de un hachazo de la libertad. ¿Derecha, qué derecha?

 

El desgarrado. Junio 2021.




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