Sé que es una redundancia: un pollo siempre está acorralado… si no, se escapa.  Pero este pollo descabezado, que es Casado, ha perdido la confianza de su corral. Nuñez le contradice abiertamente (hasta el punto que los periodistas se sorprenden). Sus sicarios le defienden: Sanz en ARV dice que no le contradice. Es evidente que no sabe lo que es contradecir: decir lo contrario. Es curioso que tengan tan claro que lo de los catalanes fue un golpe de Estado: cero muertos, cero heridos, solo unos cuantos cabreados, y que lo de Franco no lo fue. Os diré la diferencia: un millón de muertos. Siempre es lamentable oír a periodistas mintiendo. Para los políticos es normal (lo han hecho normal) pero para los periodistas es chirriante. Verlo interrumpir continuamente a sus oponentes como única estrategia para quitarles la razón, es lamentable.

A Casado (el pollo descabezado en cuestión) le han pillado en una pinza. De un lado Diaz y su ultradechismo de libro; del otro Nuñez y su derecha moderada. Pero es que además la pinza está entre los dos que quieren su puesto. ¿Donde está aquel partido monolítico que era el PP? Aquel cerrar filas que les caracterizó durante siglos (… o a mí me lo parecieron). El pollo descabezado no sabe si contratar sirvienta o ponerse a servir (que dicen los catalanes): aspira a quedarse con el centro-derecha de C’s… sin perder la ultraderecha de VOX. Otra razón para pensar que a la hora de pensar, será incapaz de notar que está descabezado. Estar descabezado a veces viene bien porque los periodistas no paran de preguntarle por el chiringuito de Cantó, sus declaraciones sobre el golpe de estado de Franco, si el rey es del PP, etc. y estando descabezado no les oye. Eso sí, sobre el aval de la Generalitat para hacer frente a la multa que el tribunal de cuentas (que ni es tribunal, ni es de cuentas… a no ser que sean cuantas pendientes) les impuso a los del procés, ha largado todo lo que ha querido. Quizás estar descabezado le ayude a curarse de la obsesión que tiene con Catalunya y los independentistas catalanes, que es evidente que solo se le podía curar… perdiendo la cabeza.

Me perdonaréis que lo deje ya, pero temo que si me alargo, el pollo descabezado haya perdido el puesto y esta crónica pierda actualidad. Porque al pollo le quedan tres telediarios. El increíble pollo menguante tiene menos futuro que aquel Fernandez Mancha que dio vergüenza ajena hasta a la izquierda. Claro que en aquellos tiempos Fraga era el jefe y Verstringe era de derechas. Eran otros tiempos. En tiempos como estos, si sois amigos, aprovechad para despediros, y si sois enemigos rezad para que no sea Diaz la que le sustituye. ¡Y es que dura poco la alegría en la casa del pobre!

El desgarrado. Julio 2021.