Provença 318, 3º 1ª
08037 Barcelona
SPAIN
Office: 10h30 / 14h30
Phone: +34 93 530 56 23
mail: info@ob-art.com
» 21-09-2021 |
Los periodistas se echan sobre la ministra que comete la torpeza de decir que no hay mal que por bien no venga y que la catástrofe atrae turismo y proporciona una experiencia vital inigualable, cosa que dice cualquiera (y al decir cualquiera quiero decir: desde periodistas hasta ciudadanos afectados) pero que, como no son ministros, pues no tiene la menor importancia. Sobre la torpeza de la ministra hay poco que decir. Ministro y torpe verbal, es tan habitual que cuando alguno no mete la pata pensamos que no trabaja o que no está. Los sorprendente es que ni políticos ni periodistas recojan su propia responsabilidad sobre la espectacularización de las catástrofes o la aportación de estúpidos comentarios a la misma.
Lipowetsky denunció hace años la espectacularización de las noticias. De hecho lo denunció de todo lo que sale en TV, desde las noticias a los deportes. Para qué hablar de los realties o los docudramas: las miserias sociales en directo. No es posible no recordar a la inefable Nieves Herrero azuzando a la audiencia contra los asesinos de la niñas de Alcasser, o a Urdaci haciendo política en vez de pedir disculpas en aquel CeCeOO y retratándose como el más mezquino de los periodistas. En aquella ocasión ningún periodista salió a afear la conducta de dos compañeros que se pasaron tres pueblos, porque el gremialismo periodista es inmenso. La crítica y la mordacidad son para los ciudadanos, políticos y jefes del estado, pero no caben en el comentario a los del gremio.
Porque la TV va llena del volcán. No siempre la noticia lleva de sí la espectacularidad y este es uno de esos casos. No siempre la noticia crea intriga, expectativas y suspense, acompañado de una pirotecnia de JJOO. El volcán es la noticia perfecta. Las tragedias humanas son entrañables, las imágenes espectaculares, la emoción garantizada. Porque es cierto que es el espectáculo de la naturaleza desbocada y que posee la belleza del monstruo. Ver avanzar la lava apisonando todo le que se le opone es dantesco. Pero una ministra no puede decirlo. Una ministra tiene que decir lo establecido: nadie quedará atrás. Estamos compungidos por la magnitud de la tragedia. En el marco incomparable de esta pequeña pero hermosa isla. La serpiente multicolor de la lava serpentea entre los sotos. La ministra está confinada a los tópicos, que las ideas ya las pondrán los periodistas y quién sabe si la cosa dará para hacer un libro y venderlo en Sant Jordi. Seguramente la oposición eche en falta unos cuantos muertos para poder arremeter contra el gobierno en su cruzada por la causa de la ultraderecha y el ultraliberalismo. ¡Qué tiempos aquellos, los de ETA, en que nunca faltaba un muerto para cargárselo al gobierno!. Ahora como, no existe ya, hay que reinventársela para decir que el gobierno es socio de ETA, y que rompe España, no solo políticamente con los catalanes sino jurídicamente con los vascos.
La actualidad es un ascua siempre susceptible de ser arrimada a la sardina de la oposición. Pero no era eso lo que quería exponer sino el aprovechamiento del espectáculo del volcán para conseguir audiencia. Los políticos matan por los votos y los periodistas por la audiencia. La Esteban, más modesta, mata por su hija. Pero muera quien muera la culpa será del gobierno. Tanto para los políticos como para los periodistas. Los políticos son una causa perdida pero los periodistas son precisamente uno de los diques de contención de la desmesura política. No nos podemos permitir que se conviertan en sosias de los políticos. Pero el roce hace el cariño y los políticos y periodistas son culo y mierda.
No estaría de más que los periodistas, que tan bien ven la viga en el ojo de la ministra, vieran la paja en su propio ojo. Todos os aprovecháis de la catástrofe. Tirar balones fuera por la torpeza de una ministra solo demuestra que tenéis el rabo de estopa y teméis que se os queme. Os revolcáis en la catástrofe como chanchos en una charca. ¿Seguro que eso es informar? ¿No será espectáculo puro y duro? y en ese caso ¿qué ha hecho la ministra que no hayáis hecho todos? Y todavía nos queda la poesía que los líricos reporteros añadirán a sus reportajes. No solo tendremos que aguantar la repetición ab aeternum de las mismas imágenes, las mismas narraciones, las mismas estupideces. Además nos queda la crítica de los torpes y la poesía de los líricos. ¡País!
El desgarrado. Septiembre 2021.