» 18-08-2022 |
El estilo Trump en política es el espíritu del capitalismo salvaje: todo vale con tal de ganar (¡Es el mercado, amigo, es el mercado!). Las trampas y los delitos tienen perfecta cabida en este sencillo (y aterrador esquema). Intoxicar, mentir, hacer demagogia y populismo, robar, ir dopado a las elecciones, manipular la ley electoral e incluso intervenir las elecciones mediante las redes sociales y las granjas de boots, financiarse ilegalmente, y -en el caso de Trump- dar un golpe de Estado para recuperar la jefatura del estado que perdió en las urnas. Pues bien, El estilo Trump ha llegado a España y no es que muchas de esas prácticas no estuvieran ya presentes en la política española, pero se adentran en el delito, la anticonstitucionalidad, la desfachatez y la arrogancia.
Núñez Feijoo niega la existencia de un documento -firmado por el número dos de Casado: Garcia Ejea, el año pasado- en el que se comprometían a renovar los cargos del CSPJ (la cúpula de los jueces). No sabemos si en aquella ocasión (en que ya se renovaron algunos cargos de otras instituciones) se postergó la renovación estrella precisamente para sacar ventaja en lo que las urnas no amparan al PP. Porque el quid de la cuestión es la ventaja. Ventaja de PP y PSOE -que excluyeron a los otros partidos del arco de la participación de sus patrocinados en las cúpulas del poder judicial, defensa de la competencia, RTVE, etc. y ventaja del PP que cuando su cuota disminuyó al perder las elecciones, se negaron a renovar para mantener una mayoría anticonstitucional por el sencillo expediente de negarse a la renovación. Evidentemente el aluvión de juicios por corrupción que se les venia encima a los PPeros, aconsejaba hacer alguna trampa para minimizar los daños.
La negativa a renovar dichos cargos es una infracción constitucional tan importante como declarar la independencia unilateralmente y mucho menor que los ex-terroristas que constituyen partidos democráticos, con la aquiescencia de la justicia. Pero es igual. Lo importante es ganar sea como sea, aunque haya que dar un golpe de estado mediante una contravención constitucional. Así son ellos y así los quieren sus seguidores que -como en el fútbol- solo contemplan la oportunidad de ganar, sea como sea. Esto es mucho más que estrategia política, es ventajismo de tahures, anticonstitucionalismo descarado, golpe de Estado. Ya solo faltan meses para que el PP pueda volver a ganar las elecciones y recupere la ventaja de las urnas para la renovación de los cargos judiciales. Tres años y medio se ha bloqueado la legalidad por parte del PP. Ahora, faltando tan poco, parece poco electoralista ser legal, acatar la constitución, ser honrado. Y por eso Núñez miente, se desdice de la palabra dada por su partido, y trata de conseguir el primer éxito de su liderazgo. Porrque, hasta ahora, su actuación ha sido lamentable. Venía para suavizar la crispación y ya está a los niveles de su antecesor. ¡Felicidades!
El independentismo catalán se manifiesta en el minuto de silencio por los asesinados en las Ramblas, por el terrorismo islámico, hace cinco años, impidiéndolo, con lo que eso supone para las víctimas. Cuando Aznar se negó a reconocer que los atentados de Atocha no eran de ETA, los catalanistas se echaron las manos a la cabeza. Ahora hacen lo mismo… que Aznar hizo. ¿De donde sale la idea de que el gobierno de España está detrás de los atentados? De Villarejo. Cuando ataca al catalanismo, miente, pero cuando acusa al gobierno central de instar el atentado, entonces es perfectamente creíble. Maniqueísmo interesado. Y no digo que cualquier cosa no pueda ser posible en política, pero con pruebas más contundentes que la palabra de un presunto chorizo. Pero la parte trumpista de la historia es que la expresidenta del Parlament se abraza con los manifestantes y los apoya en las redes al más puro estilo Trump. La política no se acaba con el cargo. Hay que seguir en el candelero, tener presencia constante, mentir e intoxicar, que no se sabe cuando las urnas te volverán a sonreír. Como sabéis (o, no) la expresidenta ha sido echada por su propio partido en cumplimiento de un pacto que indica que los políticos acusados de corrupción deben dejar el cargo. Porque está acusada de corrupción. No olvidemos que JXCat es la heredera de Convergencia un partido que como el PP no le hace ascos a sobresueldos delictivos, con sonados casos mediáticos como el caso Estivill, Palau o el caso Pujol(s).
No hablaré de VOX cuya conducta es un calco de la de Trump, pero en su caso no se podía esperar otra cosa. Lo asombroso es que ocurra en partidos que se autodenominan “de centro”, Pero el independentismo pierde fuelle popular y hay que mantener la llama. Al fin y al cabo la meta es jugosa: mangonear un país sin que nadie te contradiga y con medio electorado entregado. El sueño de Mas. Por cierto ¿donde está Mas? Pero ¡no llamemos al mal tiempo!
El desgarrado. Agosto 2022.