» 19-03-2020

La 14-25 Legislatura. Coronavirus 5. La mezquindad.

Dicen que los amigos son para las ocasiones. También los villanos. En situaciones de excepción es cuando conoces a tus semejantes. Más allá de los descerebrados (o disidentes) que siguen su vida como si nada pasara y que los políticos denuncian como si fueran alimañas, los propios políticos no ceden ni un ápice en su afán recaudavotos y calientapoltronas. Los hay como los independentistas que aprovechan la ocasión para tratar de aumentar su cuota de independencia. El capo de la Cámara de Comercio de Barcelona (reconocido independentista puesto por su dirección en su afán de hacerse con todas las instituciones en una revolución administrativa) afirma que el gobierno central escamotea mascarillas a los catalanes… por catalanes. No cita sus fuentes. Dice que le han informado. Eso es intoxicar. Eso es mezquindad. Sus correligionarios lo aplaudirán. ¡La guerra es la guerra! Los demás no lo entenderemos, y sin embargo se ha orquestado poco a poco, como si fuera natural, gracias a unos y otros: los que los odian y los que los adoran.

 

Ya antes el capo de la Generalitat había arremetido contra Sánchez (el gobierno central) porque les había rebañado competencias (tal como prescribe la declaración de Alarma): Un 155 encubierto, dijo. En este caso no se trata de competencias sino de incompetencias. Se trata de evidenciar que la Generalitat no tiene medios porque se los han quitado y que, por tanto, la culpa de cada muerto y de cada infectado es del Gobierno central. Los políticos catalanes ya han salvado el culo: no tienen competencias y se les escatima el material sanitario. Los indepes entenderán que es más de lo mismo: España nos putea, pero es más sencillo. Son unos políticos tratando de evadir su responsabilidad, tratando de salvar el culo. Son una pandilla de políticos mezquinos.

 

Pero en todas partes cuecen habas. La señora Diaz le escribe una carta al presidente con la lista de la compra (¡13.500.000 mascarillas!). Las competencias en sanidad están transferidas pero como el decreto de Alarma pone todos los recursos en manos del gobierno central, las comunidades empiezan a llorar recursos como si ellos hubieran podido subvenirlos. De nuevo se trata de salvar el culo, de echar la culpa al gobierno central como si antes de la centralización los recursos fueran diferentes de lo que son ahora. Feo, muy feo. Mezquino. La situación es dramática pero para los políticos lo verdaderamente importante es su culo y su poltrona. Otras autonomías han hecho lo mismo. El gobierno se convierte en el chivo expiatorio que justifica una falta de recursos sanitarios preexistente al decreto de Alarma. ¡A que son adorables!

 

Marín espeta al gobierno que sus medidas llegan tarde y mal. Ortega se va a Milán en plena crisis y trae el virus a su congreso. Inmediatamente VOX le hecha la culpa al gobierno de sus propias estupideces. Todos dicen que apoyan, que no es momento de discrepar pero ninguno se priva de discrepar a más y mejor. Urkullu se lamenta de que no se le deje intervenir en el decreto. Etc. No os quepa duda de que esto irá en aumento. Por una parte dicen que ahora no es momento de denunciar errores sino de apechugar. Pero por la otra no pierden oportunidad de ahondar en la mezquindad. Ellos son así: salvaculos y calientapoltronas. Son los que elegimos en las últimas elecciones. ¿Es que nunca aprenderemos? ¿Cómo es posible que se sorprendan de que algunos no les hagan ni puto caso y se paseen, hagan deporte, salgan en grupo, abran el bar o se tiren a la piscina? No han demostrado ellos (los políticos) que cuando no son idiotas son mezquinos. ¿No son ellos los que han dilapidado su credibilidad en luchas intestinas por un puñado de votos. Siempre nos dicen que tenemos los políticos que nos merecemos. Quizás ellos tienen los ciudadanos que se merecen. Ni hablar. Si así fuera las calles estarían llenas y los bares a rebosar. Mientras, mueren personas. La vida sigue… por ahora.

 

El desgarrado. Marzo 2020.




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