Se acabó la tregua. La oposición ya ha encontrado todos los horrores que ha cometido el gobierno y que le obligan a abandonar -con gran pesar de su corazón- el apoyo leal y generoso que hacían al gobierno (no sin quejarse de que no le han dado las gracias). El problema es que el gobierno se está saliendo del lío y la oposición tiene que sacar tajada como sea, incluso mintiendo como acostumbra. La propuesta de unos nuevos pactos de la Moncloa para afrontar la peor crisis sanitario económica de la historia de la paz, han sido recibidos por el PP como una afrenta: no solo no se la creen (es decir les llaman mentirosos) sino que lo fundamentan en que Sánchez no les llama para consultarles. A eso se llama confundir el culo con la Témporas

Es evidente que el gobierno está chupando cámara a más y mejor desde que empezó el via-crucis (por lo de la Semana Santa) pero es que es lo que tiene que hacer. Se podría discutir que toma las decisiones en solitario y  que llama a capítulo para aprobarlas. Probablemente se podría hacer mejor pero la verdad es que -con una oposición cuya principal habilidad es poner palos en las ruedas- no parece muy conveniente dedicarse a evacuar consultas. Y llevado al extremo, el gobierno está cumpliendo con su obligación: gobernar. Al fin y al cabo si el PP no quiere apoyar las medidas puede hacerlo… si se atreve. De una o de otra manera lo que ocurre es lo de siempre: una oposición vil y canalla tratando de desgastar al gobierno con mentiras si es necesario. El corona virus no ha cambiado ni un ápice el proceder de los políticos. Y para que citar que la desobediencia al estado de Alarma es consecuencia de las mentiras de los políticos y su falta total de credibilidad.

El PP contraataca con postureo y se monta un escenario con cuatro mesas con los pesos pesados (¿a que son pesados?) del partido con sus pantallas de ordenador HP (suponemos que Hewlwt Packard) y unos paneles multipantallas que dan a entender que están plenamente informados siguiendo la crisis de cerca. Lo raro es que tengan las pantallas a su espalda lo que les obligaría a la tortículis galopante en caso de querer enterarse de algo. La señal es la misma que utiliza el gobierno en los consejos de ministros. ¡Información de primera mano! Comprendo que debe ser duro -para quien salía en las noticias seis veces al día- que sus oponentes les estén enmendando la plana continuamente pero ¿esa era la solución? Un postureo de atrezzo para alguien que no tiene nada que decir. Ni el talante mandón del gobierno ni el llorón de la oposición

Los de VOX han optado por el humor y dicen que solo apoyarán al gobierno cuando dimita. Parece que no recuerdan que dimitir es un verbo ruso (que ellos mismos no conjugan, pues pillarles en renuncios serios ya ha ocurrido a pesar de su bisoñez). Claro que una arquitecta técnica que se llama Monasterio es un quiero y no puedo, y además: clerical. El consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid no ha salido a dar explicaciones, de por qué son la comunidad más golpeada por el virus desde que empezó la crisis. Unos tan cabreados porque no salen y otros escondidos. La Diaz -tras las metidas de pata de los primeros días- se ha confinado. No debería afectarle. Lo de meter la pata es su tarjeta de visita. El murciano saca pecho porque tiene los números más bajos. Esperemos que le duren porque a los europeos, que tanto denostaron a italianos y españoles, ya les acucian números muy similares. Trump está empeñado en que en esto, tampoco le gane nadie. El Bayern ya entrena. ¡El futbol es el futbol! Como decía Iglesias (el de derechas): ¡la vida sigue igual!

El desgarrado. Abril 2020.