» 29-11-2019

La 14-6 Legislatura (en ciernes). Histeria.

Otras veces os he hablado de la “teoría de la jovencita” de Tiqqun. Como sabéis es esa especial manera de afrontar la vida en una mezcla de joven y femenina que sin ser exclusiva de las mujeres en algún caso he llamado el pavao: la actitud de pavos y pavas ante la vida que la publicidad ya explota en anuncios como la chica que le hace reír su dentista y los pavos que consiguen/no consiguen limpiar las juntas de las baldosas. ¡Por que yo lo valgo! podría ser su eslogan y en los últimos tiempos denuncié que se había introducido en la política de jovencitos que nos atenaza. Siguiendo la ley de Murphy ”todo lo que pueda empeorar, empeorará” y aquella actitud de peluchosidad de quien nada tiene que temer de la vida porque es el centro de la vida misma, se ha deslizado hacia la histeria (tan apropiada para los pavoa). Lo que pareció una postura política en contra de los que “quieren-romper-España” se ha convertido en la histeria de los pavos/as, absolutamente desquiciados ante la sola mención.

 

Quizás os parecerá que histeria es un epíteto fuerte, demasiado fuerte, pero no es así. La cosa empezó con una estrategia política contra los que -dentro de la constitución como partidos y fuera de ella como aspirantes a independentistas, pero dentro de una razonable legalidad- pretendían una autodeterminación que tampoco es un posición tan extravagante. Al decir estrategia política quiero decir estrategia electoralista: conseguir votos. El PP había sembrado el campo fomentando el odio hacia los potenciales disidentes. Aquello era un campo abonado (con mierda de la mejor calidad) donde obtener votos y a ello se emplearon C’s (partido antinacionalista desde su fundación) y PP (partido filofranquista impulsor de la situación de crispación nacionalista actual). Los partidos dispuestos a extraer votos del anti-nacionalismo se auto-denominaron constitucionalistas, en un abuso de lenguaje.

 

Así las cosas ocurrió lo que suele ocurrir cuando se tensa la cuerda del nacionalismo. Que apareció la ultraderecha escindida del PP y con el apoyo sin ambages de C’s y PP. La política de partidos se convirtió en política de bloques y la derecha se echó en manos de la ultraderecha para fortalecerse. La izquierda aprovechó el filón para tildar de ultraderechista a sus oponentes y estos debieron apretar el acelerador para que esa acusación no calara demasiado hondo. El resultado es la histeria. La derecha acusa histéricamente a la izquierda de caer en el vacío, de romper España, de pactar con los asesinos y lo que es más, se inventa pactos y alianzas de las que no tiene ninguna constancia. La derechona cae en brazos del postureo del pavao para, fuera de sus casillas, chillar histéricamente que le desgarran “su” España. Y no lo hace sola. Recaba todos los apoyos de los poderes fácticos, los dinosaurios del poder, de los media, para que la histeria sea unánime. Se dice que partidos absolutamente legales y constitucionales como Podemos o Más país (cuando no, el mismo PSOE) son golpistas, chavistas, bolivarianos, anti-constitucionalistas. La histeria se desata y todos a una gritan como jovencitas desgarradas por el dolor de la proximidad de sus ídolos: el poder y el dinero.

 

Periodistas como Clavé, que por su edad provecta y su posición desahogada nada haría esperarlo, anuncian la caída en el vacío, como si la guerra hubiera vuelto a empezar, esta vez impulsada por la izquierda canalla buscando la revancha de la derechita cobarde. Los empresarios se histerizan también junto con los expresidentes de gobierno desnortados de los ideales que les condujeron a antiguas victorias. Es la histeria colectiva. La jovencita de Tiqqun está aquí. En los anuncios y en la política. ¡Qué grande ser joven y pavo!

 

La pregunta es ¿puestos a elegir desgracia, es peor que España se desmembre a que un tercio de los ciudadanos estén en la pobreza (muchos de ellos trabajando), los alquileres se hayan disparado hasta ser inalcanzables para los trabajadores, los bancos (que deben a los ciudadanos 65.000 millones €) desahucien a 100 familias al día (tras venderles hipotecas que sabían imposibles de cobrar), las multinacionales paguen el 12% de impuestos y los bancos el 8% mientras los trabajadores pagan el 20%, los políticos roben y despilfarren  y los financieros estafen guardando su tesoro en paraísos fiscales, paguemos un 10% del PIB en el petróleo del calentamiento global, la lluvia ácida, el efecto inverrnadero y el cambio climático, mientras nuestros jubilados se mueren de hambre tras una vida de trabajo y estemos inmersos en una gigantesca operación de desmantelamiento del estado del bienestar y de provatización de todo lo que ello representó? Sinceramente no me extraña que se quieran ir. Nadie en su sano juicio querría vivir en esta mierda. Otra cosa es que les vaya mejor… aunque no es difícil.

 

Ahora ya sabéis porque es la histeria. Porque se acaba el chollo. Cada obrero que se va es una oportunidad perdida de “desgravar”, de robar, de despilfarrar. ¡No me extraña que se pongan histéricos! ¡País! Desmembrado pero ¡País!


El desgarrado. Noviembre 2019.

 

 




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