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» 11-08-2021 |
Aristóteles pretende convertir su forma de reflexionar en un método sistemático y científico. Desde hoy, no parece complicado, pero en su día, era una hazaña inasequible. Y ello porque distinguir exquisitamente entre realidad, lenguaje y pensamiento no era fácil (y sigue sin serlo), y por otra porque no existía un camino (método) sistemático. Se aceptaba la causalidad simple (que era como aceptar la inducción: la inferencia de lo general a partir de lo particular) pero jamás se había sistematizado. Antes de entrar en el pensamiento de Aristóteles en este campo digamos algunas generalidades. Por supuesto partimos de la existencia de dos partes diferenciadas: el ser humano y el mundo, de cuya acertada interacción o lectura depende la supervivencia del primero. Sigo -como en la entrega anterior- a P. Ruíz Trujillo “Aristóteles” y Aristóteles “Metafísica”.
La primera operación para conocer el mundo es ordenarlo. Es esta una operación que ya realiza el pensamiento arcaico. Y ordenar, es en primer lugar, clasificar. Hay que clasificar las frutas en comestibles y venenosas y los animales en peligrosos y amistosos, etc. es decir por el resultado de la interacción. El resultado de la interacción es la experiencia (la memorización y generalización de las experiencias individuales). Es una “realidad” simple porque avanzar en los criterios de clasificación no es fácil. La realidad es esquiva y oculta muchas veces sus secretos. Y pronto se quiere clasificar todo porque produce la primera sensación de poder sobre el mundo: la omnipotencia de las ideas: clasificar es de alguna manera, dominar. La clasificación en géneros y especies ya es una clasificación ordenada. Pero el orden (Clasificación jerarquizada) puede ser físico, emocional o moral (por resumir). Las formas de clasificar y ordenar son infinitas dependiendo del punto de vista que se adopte. Se necesitan unos criterios para clasificar y ordenar de forma eficiente y aceptados generalmente. Clasificar es establecer una partición de lo sensible, como dice Rancière que puede ser tan loca como la que Borges estableció en “el idioma analítico de John Wilkins” (que puede ser poco científica pero que no desdice su función de clasificación). Esos criterios “científicos” (metódicos, sistemáticos y a poder ser necesarios) son los que Aristóteles busca.
El proceso de interacción con la realidad tiene dos partes: la impresión (el input) y la expresión (el output). La impresión es el ingreso desde lo real -mediado por los sentidos- en lo mental. La imagen mental obtenida, puede ser manipulada mentalmente (en forma de ideas) y devuelta a lo real en forma de acción. Obviamente la mediación de los sentidos -en la impresión- enmascara la realidad, como también la traducción a acción -lenguaje incluido- de la expresión… dejando lo real en una cierta nebulosa. Y no os extrañe que utilice los nombres de dos famosas escuelas de pintura (Impresionismo y expresionismo) porque se ajustan exactamente a lo dicho. El lenguaje complica el proceso puesto que añade una realidad -procedente de una mente- y mediada por los sentidos, que es devuelta a la realidad como expresión de otra mente, entrando en un bucle infinito. La interacción simple se ha convertido en retroalimentación circular. El proceso involucra lo real, lo mental y el lenguaje de forma no siempre clara.
Pero volvamos a los criterios de cientificidad. Sistemático quiere decir que se proceda según un protocolo; metódico quiere decir siempre de la misma manera (vía), es decir un protocolo específico. Pero lo importante es la posibilidad de que sean necesarios (seguros, previsibles). Aristóteles establece dos criterios: la observación empírica (la interacción con el mundo… memorizada) y la deducción lógica. ¿Como se convierten en necesarias estas estrategias? en el caso de la observación empírica por inducción, elevándose de lo particular (experimentado) a lo general (los universales), de lo determinado a lo indeterminado. En el caso de la deducción lógica por aplicación de una ley universal al caso particular. Y ello de dos modos. Por aplicación de un axioma (principio) que no necesita demostración (intuitivo) o por aplicación de la lógica (formal o proposicional). Pongamos un ejemplo sencillo: hay dos maneras de saber cual es la probabilidad de la cara de un dado, por experiencia (tirando el dado muchas veces) o por lógica: si las seis caras son iguales será un sexto (en ambos casos). Aristóteles no inventó la lógica por deporte sino porque la necesitaba necesariamente para su método científico.
La lógica (que Aristóteles considera una herramienta, y no una ciencia) tiene dos modos de establecer certezas: la primera es la lógica formal que depende exclusivamente del lenguaje (el significante, diría Saussure) prescindiendo del contenido de verdad de sus proposiciones, y la lógica proposicional cuya certeza depende de la certeza de sus proposiciones (el significado). Porque la lógica se complica desde las palabras que son imágenes lingüísticas de lo real (conceptos), a los enunciados, oraciones o proposiciones, que refleja hechos del mundo, hasta la combinación de proposiciones llamadas silogismos, demostraciones o razonamientos, alcanzando finalmente la verdad. ¿Pero qué es la verdad? La verdad tiene una carga emotiva, ética y política) que la desdibuja. Aristóteles habla de la verdad como certeza (la coincidencia entre lo real y la imagen mental). Si el ser y la entidad se dicen de muchas maneras no otra cosa pasa con la verdad: certeza, corrección, validez, conocimiento científico, previsibilidad necesaria, etc. El método científico busca la certeza pero no opera por simplificación. Ni el ser ni la entidad ni la verdad son ciertos, o al menos, tienen certezas alternativas. La cuestión primordial es que el método científico es una máquina de producir certezas.
Todo lo analizado tiene que ver con las relaciones entre realidad, lenguaje y pensamiento pero hay otra premisa que Aristóteles utiliza en su investigación sobre el protocolo del método: la causalidad. El método (la vía) para alcanzar el cientifismo se basa en que todo tiene una causa. Las cosas no se suceden por azar sino “cualquier cosa del mundo es lo que es y se comporta como se comporta, por alguna razón… que es su causa” ¿Qué quiere decir razón? Quiere decir relación necesaria, quiere decir causa, quiere decir motor (en caso de movimiento). Conocer (saber) algo quiere decir establecer sus causas. Crear un método le permite descubrir la secuencia de causas de todas las cosas. Y este proceso recurrente suscita la cuestión ¿existe una causa primera? En una sociedad que no se cuestiona la existencia de dios (dioses) la causa primera solo puede ser esa. La teología y la ontología se encuentran pero esa es otra cuestión que veremos otro día.
El desgarrado. Agosto 2021.