» 22-05-2020

La resaca del coranavirus 6. La gran cagada.

Voy a disentir de los tertulianos y destacar que la gran cagada del gobierno no ha sido improvisar, cambiar de dirección, prevaricar contra ciertas comunidades, o como diría Casado, no estar capacitado (lo que tiene mérito que lo diga quien robó su título de abogado y su master). La gran cagada ha sido ocultar los muertos. La l política consuetudinaria dice que los muertos no se deben mostrar porque los ciudadanos los ligan a los políticos que los anuncian. Nada tan desgarrador como ver 28.000 muertos en TV. Pero los muertos no solo tienen consecuencias políticas. También son enraizadores y concienciadores de la población. No hemos visto ni un solo muerto, ni un solo sepelio. Consecuencia: los ciudadanos no tienen conciencia imaginaria de que los haya habido, y se comportan como si fuera otra mentira del gobierno.

 

Lo curiosos es que la oposición no ha forzado que esos muertos se escenificaran. ¿Por qué? Pues porque en muchas comunidades (Madrid sin ir más lejos) la comunidad autónoma regida por el PP era la principal culpable de los muertos. Así las cosas el PP no ha querido forzar la imagen pero ¿y qué, con VOX? VOX no estaba implicado en labores de gobierno en ninguna comunidad (antes de la llegada de la democracia) por lo que podría haber denunciado el escamoteo de los cadáveres, lo que sin duda, le habría reportado muchos votos. Pues no. No lo han nombrado siquiera cuando no se han privado de decir que los 28.000 muertos son culpa de Sánchez lo que es una soberana mentira. Quizás son gilipollas o quizás el contubernio que tienen con el PP llega mucho más lejos de lo que creemos.

 

La cuestión es que la actuación de la ciudadanía “inmortal” (entre 14 y 30 años; esos para los que la muerte no va con ellos) no ha tenido ni la más mínima sensación de que esos 28.000 muertos sean más que una cifra. Y eso el PSOE lo sabía. Sabía que estamos en una sociedad visual en la que nadie comprendería los muertos si no los veía. Las playas se llenan de infractores y las terrazas de borrachos, todos ellos convencidos de que los muertos no existen porque no los han visto. Y los que no infringen la ley, disculpan a los infractores porque ¡ya se sabe! Los políticos saben perfectamente que corazón que no ve, corazón que no siente y sin embargo nadie ha denunciado la ocultación de los muertos. ¿Son gilipollas, ignorantes, cómplices, omertarios? Todo es posible con esta fauna. Lo que es evidente es que la gran parte de la población no se ha concienciado de la magnitud de la tragedia (Monzó) porque no la han visto y no la han visto porque los políticos la han silenciado.

 

Esa es la gran cagada pero es también la gran jugada. Los 30.000 muertos pasarán a la historia como una cifra y no como una imagen. Las redes quedarán huérfanas de imágenes como si nada hubiera ocurrido. Quizás también esa era la intención: que los jóvenes usuarios de las redes sociales queden excluidos de la información. Dentro de unos años las redes relatarán que no hubo muertos. Los muertos solo estarán en los libros de historia, que es como decir, en ningún sitio. Así se escribe la historia moderna. En las redes sociales. País.

 

El desgarrado. mayo 2020.




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