» 26-01-2020

La verdad hoy 12. La verdad (y posverdad) de los medios. Del Olmo.

Leo “La política por otros medios” de Juanma del Olmo. Libros de la catarata. 2018. El título plantea todo el problema: la política por otros medios (de comunicación) y la política por otros medios de acción (de otra manera). El sujeto de esa política es Podemos de quien del Olmo es secretario de comunicación y el libro responde a la pregunta ¿puede una formación política que no tiene el apoyo de los medios de comunicación sobrevivir? El libro recorre la historia de Podemos hasta el fracaso de la investidura de Sánchez (en coalición con C’s) debido a la negativa de Podemos a apoyarlos. Se escapan pues las dos siguientes investiduras de 2018 y 2019 la segunda de ellas exitosa en coalición con UP. Y paralelamente a esa historia de Podemos las reflexiones sobre el funcionamiento de los medios, de las redes sociales, de las estrategias de la posverdad, etc. No está el libro exento de cierto autobombo centrado en las iniciativas de comunicación e imagenews (tramabús y los carteros) que Podemos ha establecido como respuesta a la pregunta anterior: para sobrevivir en esas condiciones es necesario una verdad, una buena comunicación con las bases y mucho ingenio y coraje.

 

En la primera parte (tras evocar la máquina del fango de Eco) analiza la estructura de los medios de comunicación: periódicos, digitales, radio y televisión. Están en tres manos: los bancos, los fondos de inversión y ciertas familias. Hay otras fuerzas residuales como la iglesia. El capital de los medios se reparte entre estos grupos no por ideologías sino por oportunidades. Todos apuestan a todo. Evidentemente los medios no pueden ser independientes por cuanto dependen de su accionariado: no es posible criticar a los bancos, a los fondos, a las familias o a la Iglesia. Solo queda Podemos: ¡todos a por él!. Pero también hay sesgos ideológicos como que el grupo Prisa apoye tradicionalmente al PSOE (de Diaz, no al de Sánchez) y todo el resto de cabeceras lo haga al PP. La concesión de la publicidad es el arma elegida para doblegar a los periodistas-héroes. Tanto la privada como la institucional. Todo gobierno (central o regional) posee su canal de TV que utiliza como instrumento de propaganda. Los periódicos digitales han añadido cierta variedad al ser infinitamente más independientes de la financiación y por tanto del capital, pero no son independientes de la publicidad (medida por las entradas y los clics) lo que lleva al eslogan del Huftington post: no estropees un buen titular por una nimiedad como que la noticia sea intrascendente. Lo importante no es la noticia sino la entrada en el medio.

 

Analiza después las argucias de los medios desde la agenda setting (son los medios los que deciden de lo que se tiene que hablar) de acuerdo con dos ténicas: la información en cascada (añadir nueva información para que el asunto no muera, v.g: los papeles de Panamá) y la caja china (un clavo se saca con otro clavo y una noticia con otra, v. g: Catalunya para tapar la corrupción). Todo ello siempre desde el mantra de que la política son emociones. Analiza después el marco (los datos solo pueden ser analizados en un marco contextual mental. Sin marco los datos rebotan) y finalmente el relato (una historia no es inteligible por su verdad sino por su verosimilitud: debe estar bien construida). Pone el ejemplo de la construcción del relato de la investidura fallida de Sanchez por que Podemos no quería un presidente del PSOE, el de las conexiones de Podemos con Venezuela, de su populismo y radicalidad, etc.

 

Siguiendo a Castells (flamante ministro de universidades) -al que no para de seguir en todo el libro- establece la prioridad de las imágenes sobre los discursos. Explica el tramabús y los “carteros” como acciones exitosas de Podemos. Define el imagenews como la operación de convertir los discursos en imágenes, introduce los memes de Dawkins (genes culturales), define el lenguaje de los medios como el infoentretenimiento, e incluso destaca la imagen ausente, que en el caso de la declaración judicial de Mariano fue la inexistente de la entrada en los juzgados y la del presidente en el banquillo (no-banquillo). Por último, sabiendo que las redes son el medio preferido de los jóvenes para informarse y que los milenials piensan con imágenes, se detiene en el soporte: el móvil (el medio es el mensaje: Mc Luhan).

 

Finalmente analiza las redes sociales que anuda a la crisis de representatividad (a todos los niveles) donde cada uno puede intervenir sin mediaciones (sin representantes). Significa que los distribuidores de servicios (Google, Facebock) las manipulan, acentúa la simetría entre emisor y receptor (¿democracia?) y denuncia el grave riesgo de monopolio. Entra en la posverdad por los bulos y las fake news, denuncia a los medios como los primeros generadores de posverdad y el sesgo emocional del que se sirven para imponerla (OKDiario e Inda). Abunda en las granjas de bots (cuentas programadas por ordenador) y su influencia en la elección de Trump y en el Brexit a través de Cambridge Analityc. Unos incisos sobre la bandera y el futbol dan pie a que acabe el libro sin haber aportado ninguna idea original y con la ración de autobombo y denuncia de persecución  esperable. Otra política es posible. ¿Lo es? Según el autor solo es posible la misma política por otros medios. La diferencia es significativa.

 

El desgarrado. Enero 2020.




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