Si las mentiras de Madrid continúan habrá que darles una sección solo para sus trolas. Se desvela que los datos sobre residencias de mayores medicalizadas (204) son absolutamente falsas. La directora del Programa, Encarnación Burgueño así lo ha confirmado en la investigación que actualmente se realiza y de la que informaba la Sexta hoy. El equipo de que dispuso consistió en tres dotaciones de tres hombres contratadas a una empresa privada. En eso consistió la medicalización: en tres ambulancias. También ha confirmado que había orden estricta de evitar el desvío de enfermos a la sanidad pública. Resumiendo: la Comunidad de Madrid a las órdenes de Diaz mató conscientemente a 6.000 ancianos lo que bien podríamos calificar de crímenes de guerra contra el coranavirus, parafreaseando los crímenes de guerra que tanto les gusta escenificar a los vencederos. Además mintió sobre la medicalización y los únicos medios que proporcionó fueron 9 personas externas.

A esto hay que añadir que oculto 1.200 muertos en residencias durante la primera ola para intoxicar a la opinión pública y hacer creer que su desastrosa gestión era magnífica. Ya he comentado otras veces que la pasión por mentir de esta mujer solo es comparable a la de Trump y muy superior a la de esos gobiernos que ella desprecia por radicales. Gastar 100 millones € -por ahora- en un pabellón de IFAMA medicalizado, sin sanitarios ni enfermos, sin futuro, ni plan de reutilización cuando hay camas infrautilizadas en la comunidad es una operación urbanística de la que obtener mordidas ilegales. Las cagadas de esta mujer ya pasan de castaño oscuro. Es una incapaz, ignorante y arrogante que no está preparada ni para dirigir una boutique. A medida que se hace evidente su incapacidad, arrecia en su campaña de propaganda delirante de autobombo y mentiras encadenadas con su cansino hablar de tuberculosa. La caricatura que de ella hace “El intermedio” poniéndole la voz de Heidi y diciendo estupideces infantiles, es plenamente acertada.

Mientras, unas puertas más allá, Martinez de la puerta del sol “condena” el chat de los jubilados golpistas comparándolo con partidos legales y con representación parlamentaria, en la continua campaña de difamación del gobierno y sus socios (los más de 180 votos y los más de diez formaciones apoyando los presupuestos les han dolido). En su golpe de estado dialéctico (el de la derechona), insisten en descalificar con la bocaza lo que son incapaces de combatir con la la ley, la política y las normas parlamentarias. ¡Y resulta que los hijos de puta somos la izquierda y los que no votan (porque si no, no suma)! En la declaración se banaliza su postura porque no están en activo, como si esas ideas las hubieran adquirido después de jubilarse. Esos patriotas pilotaban aviones de millones de € cuando estaban en activo y son incapaces de manejarse por las redes en la actualidad. Quizás están gagá y no se han dado cuenta.

Por cierto si hay algún hijo de puta entre los 26 millones que queréis fusilar no será por su culpa. Como sabemos la hijoputez es un accidente de trabajo ajeno a la voluntad del afectado. La incapacidad mental racional (perseguida conscientemente) si es una discapacidad achacable totalmente a la estupidez, la ignorancia, la obcecación y la ira. La estupidez política de confundir el culo con las témporas también es dicapacidad mental severa. En determinadas circunstancias es mejor ser hijo de puta involuntario que salvador de la patria voluntario… sobre todo cuando el precio de salvar a la patria es de 26 millones de muertos. Si la intoxicación fuera equiparable a la ciclonización, estaríais todos en el trullo. Como decía el otro ¿de donde sacaréis los 26 millones de balas (si son por tiro en la nuca)?, porque si lo hacéis con ráfagas necesitaréis 100 millones. ¡Ah! ¡que era una forma de hablar! y ¿cómo sabéis que no era una forma de hablar lo de romper España o declarar la república? Ya entiendo: lo vuestro son bromitas. Bromitas con 26 millones de asesinados a balazos. ¿Pues que gracioso, no?

No creo que sea de recibo las excusas de que fuera un chat privado, que no estén en activo, que no representen a todo el ejército (¡solo faltaría!) o que son fanfarronadas testosterónicas de chulos de barrio. Todo eso diría Aristóteles que son accidentes. Lo sustancial es que estos patriotas saben como arreglar las cosas: a balazos. Y por supuesto, sufren por una España superpoblada, entre otras cosas de putas, a juzgar por la cantidad de hijos que tienen. ¡Pobres abuelitos sufriendo por España y destilando testosterona en rememoración de batallitas que se perdieron con el “irrepetible” y llorando de nostalgia, entre balazo y balazo porque cualquier tiempo pasado fue mejor. En el fondo no hay que criticarlos (como no hace la derechona) sino compadecerlos. Tener que vivir en un mundo con 26 millones de hijos de puta y -dada una tasa de natalidad del 1.1-, con 12 millones de putas, resulta que no hay otra cosa (si quitamos a los niños). No se puede mear contra el viento. En fin, ellos sabrán.

El desgarrado. Diciembre 2020.