» 27-07-2021 |
Otras veces he recalado en la competencia suicida en la que la sociedad USAna está enfrascada y que se ha exportado a todo el mundo. El sueño americano consiste en vender tu alma al diablo a cambio del éxito. Es este un tema profundamente arraigado en la Iglesia reformada. Ya Lutero y Calvino cimentaron el capitalismo, no solo apoyando (o descriminalizando) la usura (ese odio al dinero que el papado pensaba que solo podía ser administrado por él) y otorgando a los fieles una independencia que el catolicismo no otorgaba ni de coña. A Dios le agradaba el éxito de sus fieles y estos no tenían que rendir cuentas sino al propio Dios (en su conciencia) y de ninguna manera, a la Iglesia representada por sus diáconos (Weber). Semejante detalle acabó con el predominio del mediterráneo en la política mundial y abrió el campo al mundo anglo-sajón. ¡Los bárbaros del norte se apoderaban por fin de Europa! Pero se había abierto la caja de Pandora y la revolución americana (poco antes que la francesa) fue una revolución de propietarios contra una metrópolis que solo quería rentas fiscales. La constitución americana: esclavista, racista, burguesa, y oportunista (se escudó en la Ilustración para hablar de libertad, felicidad e igualdad de oportunidades) dio el poder a los gurgueses. La sociedad USAna se basa en la competencia feroz en la que cualquier competidor (incluso en la universidad, en la familia) es un enemigo a batir.
Bale -presuntamente la mejor gimnasta del mundo- se retira de los JJOO. Alega agotamiento síquico. Tras ser la estrella de los juegos de Río se retiró durante un año. Ha dicho que no puede soportar la presión, que no puede afrontar lo que todos los americanos (y muchos deportistas) esperan de ella. No es una gimnasta (una deportista) sino un icono público que no se pertenece a sí misma sino que se debe a todos. Ahora la atiborrarán de antidepresivos y de buenas razones -deportivas y sociales- para evitar que se apee del sueño americano. Ya veremos el resultado (y esperamos que no sea dramático). No es la única. Otro/as atletas han declinado su participación. Estas cosas se ocultan. El deporte (la alta competición) es tan exigente que muchos sucumben en el intento. Evidentemente se oculta porque hay que vender ese mito del altius, fortius… El COI es una pandilla de corruptos y los JJOO un negocio descomunal. Y se nutren de jóvenes que piensan que odiar a tus oponentes es el camino. Como hicieron los ciclistas (y tantos otros deportistas), donde no se llega por el esfuerzo se llega por las drogas. La consiga es ganar, a cualquier precio. Da vergüenza ajena ver a esos iconos de la NBA, del golf o del tenis alojándose en sus hoteles de lujo para añadir una medalla a su curriculum.
He dicho otras veces que las mujeres se equivocan cuando pretenden que la igualdad consiste en hacer las mismas estupideces que los hombres: bajar a la mina, ser soldado, levantar pesos o lanzar martillo. No menos que endurecer su lenguaje, beber, drogarse desaforadamente, alistarse a la violencia, etc. No es igualdad (más allá de lo jurídico) lo que redimirá a las mujeres, sino la libertad. Las mujeres tiene que hacer lo que quieran hacer, sin tutelas, sin cortapisas, sin directrices. Pero también creo que la cultura masculina es ponzoñosamente contagiosa, y la libertad individual, para que una mujer haga lo que quiera, es inalienable. Y las mujeres escogieron el deporte como forma de igualdad con los hombres. Incluso deportes como el boxeo o el lanzamiento de peso, como escogieron profesiones que no deberían existir para nadie, como la mina o la milicia. Creo que es un error, pero creo que es un error que solo las mujeres deben descubrir y superar. Bale lo ha descubierto. Vivir en un perpetuo ataque de nervios no es vivir. No es que sea exclusivo de las mujeres (Iniesta habló del tema en una famosa entrevista. Phelps también se apuntó) pero las mujeres tienen una mayor sensibilidad y una menor agresividad y sufren más, cuando -como Bale- son abusadas por su entrenador. Pienso que hombres y mujeres no son iguales y por tanto (las mujeres) tienen que aspirar a la diferencia, esa es la auténtica igualdad: reconocer la diferencia.
Este siglo será femenino o no será. No quiero meteros presión pero solo las mujeres pueden redimir el mundo. Debemos pasar de la mata-fisíca a la meta-etica, cambiar la destrucción/reconstrucción por el cuidado y la conservación, erradicar la violencia, cuidar el planeta, los colonizados, los altersexuales y los emigrantes (todo eso que adora la ultraderecha). Pensaréis que vuelvo a presionar a las mujeres para resolver los problemas que creamos los hombres. ¡Exacto! ¿O no os habíais dado cuenta que somos unos inútiles? Ánimo chicas. El mundo es vuestro. Pero no será imitando a los hombres.
El desgarrado. Julio 2021.