Messi (y la cúpula del Barça) dan una rueda de prensa para justificarse. Básicamente el primero quiere echarle la culpa a las circunstancias y el Barça a la liga profesional. Se convierte en un acto emotivo porque nos habían hecho creer que no se iría y en pocos día la cosa ha dado un vuelco. Es evidente que la liga profesional no ha dado ni un paso para suavizar la situación. Por el contrario están encantados de privar al Barça de un jugador irrepetible. Pero el Barça había prometido lo que no podía cumplir económicamente y Messi no estaba dispuesto a rebajar su ficha por debajo del 50% anunciado. Que los altos directivos de la liga profesional y los dirigentes de los clubes son mafia no es noticia. Que Messi tiene todo el derecho del mundo a buscar su desarrollo profesional donde lo crea conveniente y donde más cobre es absolutamente legítimo. Se ha ido Messi como se ha ido Ramos y como a cierta edad se tienen que ir todos. Del Barça se van hasta los entrenadores a pesar de que -en general- se aferren al banquillo con uñas y dientes.

¿Se podía haber evitado? Sin duda. Messi es un mercenario -como todos- pero por sus hijos se hubiera quedado rebajándose sustancialmente el sueldo. Y no olvidemos que Messi es un trabajador (especial, pero trabajador) cuya obligación es defender su salario frente la patronal. La liga profesional podría haber sido más flexible y el Barça más operativo. Se podía haber convertido en sociedad anónima capitalizándose con la venta de las acciones; se podía haber hecho una cuestación para pagar a Messi (que hubiera sido un éxito); se podría haber invertido mejor el pastizal que se cobró por Neymar (lo que hay que apuntar en el haber de Bertomeu), que se despilfarró lamentablemente para mayor negocio de los directivos; se podrían haber tenido mejores relaciones con la liga profesional si las posiciones independentistas no las hubieran emponzoñado. Se podría -en definitiva- haber intentado algo más que salvar la economía perjudicando al trabajador. Entre todas la mataron (la negociación) y ella sola se murió. De lo que se trata ahora es de salvar el culo: Messi, su culo de culé; Laporta, su culo de presidente y su poltrona; Tebas, su despótico culo dictatorial de anticatalanista y antibarcelonista. La teoría del culo no solo se aplica a los políticos: ¡vale para todos!

Como siempre los damnificados son los aficionados… como en la política lo son los ciudadanos. El sentimiento entre los periodistas era de gratitud generalizada. Tocaba enfrentarse a la realidad de que el mejor jugador del mundo ya no es culé. Su genio y su clase no se ha acabado pero ya no remará en la misma dirección que el Barça. Para los que no somos hinchas Messi no se ha muerto sino que a partir de ahora juega siempre fuera de casa. Pero ser hincha es una pasión y desde la pasión lo profesiónal puede ser una traición. Todavía no se ha perdonado a Figo que se fuera al Madrid. El único destino honorable para los excedentes del Barça son Oriente o USA. Ese es el código y no queda otra que cumplirlo. Massi (de la mano de Laporta) ha tratado de minimizar los daños prometiendo su vuelta. La realidad es que nadie quiere odiar/olvidar a Messi, como nunca se olvidó a Kubala.

Hay cuestiones circunstanciales como la obligación de todo gran jugador de buscar el equipo que le proporcione los medios de obtener los títulos que alimentan su gloria. El Barça lleva un tiempo en modo “local” incapaz de lograr títulos internacionales. La nefasta gestión de Bertomeu que no supo invertir los millones del fichaje de Neymar han conducido a esta situación. No estaría de más saber las comisiones que cobraron los directivos por aquellos fichajes fallidos. En ese dinero radicaba la garantía de un gran equipo para un gran jugador. No fue así y Messi se desesperó hasta anunciar su partida. Laporta prometió (infundadamente) que Messi se quedaría. No ha sido así. El Barça está arruinado y no será Laporta el que lo levante. El Madrid es grande por el pelotazo del Bernabeu transformado en cuatro rascacielos construidos por la empresa de Florentino y avalados por Gallardón. El Barça no tiene la posibilidad de un pelotazo semejante. El Barça ha muerto como equipo de gama extra a manos de los buitres de siempre, singularmente Bertomeu.

La afición exonerará a Messi pero de momento no condenará a Laporta. Tiene a Tebas y al estado español antiindependentista para culpar. Tendrá tiempo para ello. Messi ha muerto. Hace falta saber… si el Barça también. De momento habrá que animar al PSG.

El desgarrado. Agosto 2021.