» 07-09-2021 |
Así llamó VOX al PP en referencia a su hipocresía a la hora de asumir su ideología franquista, su homofobia, su meapilismo, su protección de los oligopolios o su pasión por la desigualdad. Era época de elecciones y VOX se prometía un gran resultado electoral. Pocos meses antes España se congratulaba de estar exenta de ultraderecha y presumía de ello frente a países como Francia, Hungría, Austria, etc. Porque no es que no hubiera ultras sino que estaban asimilados al PP, que disimulaba todo lo que podía su condición de crisol de la derecha más rancia: herederos de Franco, de la Falange, de Blas Piñar y de Girón de Velasco.
Porque la ley de la política es la ley del voto y hay que ser lo más neutro posible para que el electorado sea lo más amplio necesario. Y eso ha desembocado en una enorme hipocresía. Es la ley del pero: se empieza condenando la violencia, la homofobia, el meapilismo, el racismo la xenofobia, para a continuación exponer una serie de peros que desautorizan las declaraciones de condena. Eso han hecho el PP y VOX para condenar las agresiones brutales a miembros del LGTBI. Diaz descarta que haya relación alguna entre estas agresiones y el discurso homófobo de VOX al igual que Martínez (mientras restaura el nombre de las calles franquistas de su municipio) VOX carga más la mano y colige que estas agresiones traen causa de la inmigración… evidentemente sin aportar ninguna prueba.
En aquellas elecciones -que nos desvelaron que los ultras en España son legión- VOX llamó al PP “derechita cobarde” porque la teoría del fascismo, tal como la sustenta Habermas, defiende el coraje en la defensa clara y abierta de su ideología, sus filias y sus fobias. Pero los tiempos cambian y VOX se ha sumado al PP, a la derechita cobarde, en su caso, ultraderechita cobarde. Ya no le echa el coraje que su ideología defiende y se calla hipócritamente a la hora de alegrarse de las agresiones a los homosexuales, inmigrantes, izquierdosos y mujeres en manifestación de sus derechos. Alegría que sabemos que existe por más cobardía que ahora le echen. Supongo que lo justifican porque el juego democrático (que no aceptan pero que acatan) les obliga a ello a la espera de un nuevo golpe de estado que les permita tomar el poder por la “dialéctica de los puños y las pistolas” joseantoniana. De momento se camuflan como “derechita cobarde”.
En ARV de la Sexta un tertuliano (Orriols) defiende que la idea de que somos uno de los pueblos más tolerantes con el colectivo LGTBI puede cambiar abruptamente como cambió la de nuestra inmunización a la ultraderecha. Su tesis es que no somos genética o pedagógicamente tolerantes sino que la tolerancia surge de la actitud de los políticos: somos lo tolerante que son nuestros políticos. Por lo tanto la tesis de los prebostes de Madrid de que el discurso político de VOX nada tiene que ver con las agresiones, se desploma. No sabemos que VOX impulse esas agresiones pero es evidente que su discurso las potencia. VOX se adentra en el discurso del odio por mucho que ahora haya adoptado la máscara de la derechita cobarde. Un día de esos nos dirán que ni son de ultraderecha ni son fascistas. ¡la política es así! Puro postureo, hipocresía, mentiras y juicios amañados. Por eso no se renueva el CGPJ y no por las diversas estupideces que aduce Casado. Porque no solo son hipócritas. Son trileros, tahures, delincuentes. Aguirre vendió un Goya siendo ministra de Cultura. Sin cumplir las normas de patrimonio y sin declarar la plusvalía. Para eso necesitan un Poder judicial afín. Para evadir la ley.
El desgarrado. Septiembre 2021.