» 16-10-2022

Reflexiones tipográficas 376. Trenes, política y sociedad.

Desde que el Gobierno hizo gratuitos los viajes de cercanías el uso de este medio ha ascendido un 30%. Descartado que esos nuevos usuarios se desplazaran en bicicleta o se suban al tren exclusivamente porque es gratis, quiere decir que ese 30% de nuevos usuarios han abandonado el coche y han dejado de contaminar, de engrosar las listas de muertos en carretera y de despilfarrar combustible para un solo usuario. En una palabra: el planeta (incluida la humanidad) ha salido ganando. ¿Por que no se tomó antes esta medida (sin necesidad de la locura de Putin)? Pues por afán recaudatorio. El gobierno necesita de todos los recursos fiscales para hacer frente a la corrupción (80.000 millones €/año), el despilfarro (200.000 millones €/año), el fraude fiscal consentido o no (sin cuantificar), la factura del petróleo (100.000 millones €/año), la contaminación: enfermedades, reciclaje de los desechos nucleares, consumo de naturaleza, etc. (sin cuantificar), pagos extraordinarios a los poderes fácticos (rescate de bancos, prebendas legales y fiscales, subvenciones y exacciones, dispensa de paraisación fiscal, cláusulas abusivas, etc. (sin cuantificar). La mitad del PIB se va por el desagüe, y eso no permite bajar la recaudación.

 

Los ciudadanos somos profundamente reactivos: reaccionamos instantáneamente a los estímulos negativos. Y tiene cierta lógica puesto que pagamos (en A y en B) largamente a nuestros políticos que se deberían ocupar de que los sobresaltos sean lo menos lesivos posible. Queremos la paz en la paz y la guerra en la guerra. Queremos la ecología en la bonanza y recurrimos a esquilmar el plantea en cuanto esa bonanza se tuerce. Exigimos los deberes de los demás pero los dispensamos en nosotros mismos. Y así, en nosotros, los políticos tienen la mejor coartada: saben perfectamente como reaccionaremos. Mediante la cuenta de la vieja siempre sabemos si un gobierno lo hace bien o mal: ganamos más y gastamos menos: bien; y viceversa: mal. Pagar a los políticos (y permitirles que roben) no justifica nuestro desapego por la política, pero debería ser así. Los políticos presumen de una ética especial y sin embargo, son probablemente, los que más dejan que desear en ese campo. La política no solo es una cuota, es una obligación social y dejarles sueltos es asegurarnos de su estulticia.

 

Los trenes (y los electoralistas tranvías) tienen, hoy, el beneplácito ecologista. Evidentemente consumen recursos contaminantes, pero su comunitarización hace que ese consumo sea mucho menor. Evidentemente en su uso no contaminan (aunque la contaminación viene de origen… pero no en la misma proporción). Los trenes tienen un cartel especial entre la población: ¡los trenes son simpa! Es un transporte que no consume tiempo puesto permite aprovecharlo y no como el automóvil que exige una atención exclusiva y no permite la lectura ni a los pasajeros. Por razones de eficacia  administrativa el transporte de mercancías desaparició en España en beneficio del transporte por carretera (infinitamente más contaminante y peligroso). Los políticos decidieron resucitar su uso pero no lo hicieron en beneficio de las mercancías sino de su propia clase: los políticos debían viajar a su escaño desde toda España lo más cómoda y rápidamente posible. La factura de la infraestructura del AVE asciende hasta ahora a 18.000 millones €. Pero solo la infraestructura. La explotación es tan tremendamente deficitaria cada año (solo la línea Barcelona-Madrid es rentable) se pierde una cantidad sin cuantificar. Presumimos de tener la segunda red más larga del mundo… pero ¿no deberíamos avergonzarnos?

 

No es fácil sacarse el abono gratuito de cercanías. De entrada hay que saber que se llama abono recurrente (¿). Después te dice que introduzcas el número habilitante (que una vez investigado es el DNI). Es una práctica habitual entre los políticos: legislar la ayuda y dificultar su acceso. Cada año escuchamos que los fondos de ayudas sociales no se han consumido. Es difícil pensar que no las querían, por lo que no queda otra que pensar que su acceso ha resultado imposible para algunos usuarios. Las colas en las taquillas son importantes y las máquinas expendedoras requieren de conocimientos de informática (¿) a nivel Gates. ¿Retirará la ayuda el Gobierno cuando la factura del petróleo, la luz y el gas vuelvan a sus antiguos cauces? Yo creo que le cederá el honor al nuevo gobierno filofascista que salga de las elecciones. Pero si no salen… seguro que volvemos al afán recaudatorio.

 

Rajoy desmanteló el plan de energías alternativas de Rodriguez. Pensó que lo inmediato era más importante que el futuro y el petróleo salía más barato que las placas solares. Se equivocó. Las placas bajaron y el petróleo subió. Pero además se metió en el jardín de afrontar las innumerables demandas que los subvencionados por las ayudas del gobierno para embarcarse en la producción de energías alternativas, les interpusieron los inversores y que podrían llegar a 2.000 millones € Claro que también nos dijo que el rescate de los bancos no nos costaría ni in duro a los ciudadanos y ya vamos (incluyendo la SAREB: el banco malo) por los 100.000 millones €. Los errores de Rajoy fueron multimillonarios: AVE, energías alternativas, rescate bancario. Solo hay que calcular una comisión del 3% para darse cuenta de que los errores pueden ser muy rentables.

 

Trenes, políticos y sociedad. ¿Quién iba a pensar que la -presuntamente inocente maqueta de MARKLIN- escondía estos entresijos? Y eso que no hemos hablado del tren gallego de los 80 muertos que estos días está en los juzgados (diez años después). De entrada ADIF cargó contra el conductor como error humano. No fue así. Con las condiciones de seguridad exigidas no hubiera sucedido. Pero del culo (en este caso: salvarlo) de los políticos hablaremos la semana que viene.

 

El desgarrado. Octubre 2022.




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