» 01-02-2020

Señoras y señores 39. Feminismo y cine (Scott)

Hoy voy a hablaros de cine. ¿Cual es la película más feminista de la historia? Os diré mi respuesta: “Thelma y Louis” de Readly Scott. Hay dos maneras de explicar las cosas. La directa: os hablo de feminismo. Y la indirecta, os pongo en la situación de que vosotras mismas deduzcáis si esto es feminismo o no lo es. Ranciére en “El maestro ignorante” nos explicaba la imposibilidad de enseñar. La imposibilidad de transmitir el saber. El maestro solo puede compartir su ignorancia con el alumno. Es, en esa colaboración, en la que ambos  podrán aprender. Scott se decide (siempre se decide) por la segunda opción. Scott no enseña (no dogmatiza), Scott muestra. La decisión es del espectador). Siempre he pensado que el antónimo de Scott es Spilberg. Para Spilberg todo está: o bien, o está mal. Te lo dice, te lo muestra, te lo enseña (en el sentido dogmático de la palabra). Spilberg es el maestro consciente (sabio) el que sabe que su misión es enseñar, adoctrinar, homogeneizar. No necesariamente con mala fe. Pero con ese mandato divino, insuperable , que los judíos y los cristianos sienten como insoslayable.

 

Scott es otra historia. Para él no existe una división entre el bien y el mal, no existe la religión (sea judaica o cristiana) que te marque el camino (como a Spilberg). El mal y el bien coexisten en las personas y es eso lo que las hace personas: sufrientes, inseguras, débiles. Hay pocos retratos de una mujer tan estratosférico como “The good wife”. Una mujer que no diseña su vida sino que la vive, con mejor o peor fortuna, pero que busca lo mejor para ella y para sus hijos y no necesariamente por ese orden. Evidentemente no renuncia -en principio- a ser mujer por ser madre… ni todo lo contrario. Su diseño de Ripley no tiene nada que ver con lo que las secuelas han hecho de ella. Ripley lucha porque no le queda más remedio, no porque quiera salvar a la humanidad. Ripley es humana en el pleno sentido de la palabra humana, pero además (o quizás antes) es mujer. Como no recordar “Blade Raner”. Los replicantes no son malos… son humanos, ese es su defecto. Las figuras femeninas no son determinantes pero, como no ver que ya vienen pidiendo paso.

 

Bien. Para mí Scott es el gran director del final del siglo pasado y de este principio del nuevo. Con ello quiero decir que toda su obra la veo desde la admiración rendida. No soy objetivo. Pero os invito a que veáis una y mil veces esas escenas finales de la película que os comento. No os repetiré los diálogos (que son pocos) pero son maravillosos. Y son profundamente feministas. La increíble acumulación de armas y hombres para rendir a dos mujeres es más que significativa. Entre todos, solo un hombre las defiende. ¿No es curioso?  La mayoría no quiere tomar partido por las mujeres, solo unos pocos (uno) lo defienden. Es demasiado evidente como para no darse cuenta. Y ese final epopéyico con las mujeres volando, prometiendo un vuelo que en este caso acabará en catástrofe pero que pronto será una realidad. Si Scott no quiere mostrar la catástrofe es porque no quiere, porque ningún director se habría resistido a un buen efecto especial. Scott nos dice que ellas, las mujeres están volando y no se van a estrellar.

 

Porque, tal como defiende Desviolles en “Teoría King Kong” lo que está en juego es la libertad y no la igualdad. La igualdad es un caramelo envenenado que los hombres ofrecen a las mujeres para dominarlas. Thelma y Louis, son libres. Primero porque quieren serlo y después porque saben aceptarlo, aún con el sacrificio de sus vidas. No son heroínas, no son sufragistas ni luchadoras. Son mujeres, sin teorías y sin activismo. Son mujeres que sufren y que sienten la dominación de los hombres. Podría decir que no es el tipo de final que las mujeres escogen para ellas mismas, pero sería quitar protagonismo al homenaje que Scott rinde a las mujeres, que sin ser luchadoras son conscientes de lo que su vida es. Es un final masculino pero creo que eso engrandece a la figura de Scott, a su feminismo. Y creo que cumple con su papel de engrescar a las tibias. Si más no, una maravillosa película que habría que ver una vez al año en vez de “Pretty woman”.

 

El desgarrado. Febrero 2020.




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