» 14-03-2020

Señoras y señores 40-3. El pensamiento feminista de Dona Haraway.

No pretendo exponer una panorámica del pensamiento de Haraway sino incidir en los puntos en que su pensamiento recala en los puntos que he expuesto en la entrega anterior: las paradojas metafísicas, el enfoque posmoderno y la superación del principio de no contradicción cuántico. Para ello me guío por “El mundo que necesitamos” Dona Haraway dialoga con Marta Segarra. Icaria 2020. El libro confiesa seguir el anterior libro de Haraway: “Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno”. Consonni. 2019 (2016). Las ideas que aborda son 1) “¿Qué papel tienen las mujeres a la hora de hacer más habitable el planeta; 2) la necesidad de velar por un planeta mas integral y menos binario… 3) la invitación a ampliar las estructuras del parentesco a “parentescos raros”” (Haraway 2020, 7). Es decir: la centralidad del papel de las mujeres frente al hombre capaz de entender el mundo, la desaparición de los pares de oposiciones binarios de la metafísica y las relaciones de afinidad-elección en lugar de las relaciones biológicas de familia.

 

a) El contexto y la crítica. “El Chthuluceno lo entiendo como una época en la que recordamos, actuamos y vivimos como seres terrenales, y me parece que solo así podemos criticar correctamente los tiempos del Capitaloceno (la era geológica del capitalismo) y el Antropoceno (la era del hombre como fuerza geológica). Por tanto, creo que en la actualidad la crítica y la denuncia son herramientas retóricas importantísimas, pero son también herramientas políticas y de análisis. Son formas de pensar fundamentales. (Haraway 2020, 13). El problema de la denuncia es que puede ser emocionalmente muy satisfactoria, pero resulta del todo inefectiva (Stengers).

 

b) La tentacularidad, entendida como modelo para relacionarse con el mundo y con otras criaturas: critters… y sobre todo como una manera de pensar (Haraway, 2020, 15). Los modelos de la araña y de la Medusa son modelos feministas de pensamiento.

 

c) Otra forma de pensar. “El feminismo ha contribuido de manera significativa a pensar de forma diferente… sobre el planeta” (Haraway, 2020, 16). “…creo que el feminismo a reformulado el pensamiento…” (Haraway, 2020, 21). “Se trata de una invitación a pensar de otra manera, a pensar con el atractivo de pensar lo contrario, a pensar en fructífera relación con alguien, más que de hacerlo partiendo de la proposición individualista metodológica, o del anthropos, o del sujeto racional contenido que es capaz de analizar y conocer la Tierra” (Haraway, 2020, 22). “Esta forma de pensar con y desde, es una práctica epistemológica feminsita de gran profundidad”… “Hay muchos pensadores, creadores y habitantes en el mundo que nunca han partido de la premisa del Hombre” Ibidem.

 

d) La metáfora. Las metáforas resultan en Haraway reales y materiales y no solo por su ascendencia católica (en la que la hostia no solo representa a Cristo sino que lo es), sino por la influencia de otras religiones (animistas) y de otros tipos de espiritualidad. Critica la pretensión intelectual moderna de separar lo secular de lo espiritual (par de oposiciones metafísicas que se resuelven en favor de lo espiritual) optando por la integración (es decir la no resolución). Esta laicización desenfoca el llamado animismo de las formas indígenas de narrar, vivir y hacer. Constituye un mecanismo de recolonización y debe ser desechado. Tanto el laicismo como la evangelización cristiana han sido herramientas fundamentales de 1) la desposesión, 2) la colonización, y 3) las operaciones extractivas. El laicismo no es la respuesta. Hay que reivindicar el estar dispuestas a pronunciarnos, a comprometernos y a cometer errores imperdonables y perdonarlos. La necesidad de arriesgarnos.

 

e) La excepcionalidad  del hombre. Ni narrar es exclusivo del hombre (ciertos animales acceden a ella) ni la ciencia ficción (SF) pertenece a la ficción. La SF es una forma de entender la historia. “La sf como una forma determinada de hacer mundo” (Haraway, 2020,32). Jugar con las etimologías conduce a pensar de otra manera. Creo que la ficción… participa del juego de la misma manera que los hechos se estabilizan (Haraway, 2020,34). La ciencia ficción es un conjunto de prácticas culturales importantísimas,  emparentada con la fabulación especulativa y el juego de cordeles (soin de ficelle). Pero también requiere un tipo de atención y cuidado, lo que denota una reformulación feminista del pensamiento: qué pensamientos piensan el pensamiento, que historias narran la historia.

 

f) Las ciencias. Están excesivamente determinadas por los aparatos de la violencia y de los beneficios económicos y el control militar. Ello es lo que proporciona el derecho al nacimiento del cyborg (ciber-organismo) a la hora de gobernar en relación con el dominio, el control, la comunicación y la inteligencia. Nace en la guerra de Vietnam pero escapa a sus orígenes para convertirse en en una feminista cyborg antirracista. El cyborg representa la explosión simultánea de las relaciones más allá del binarismo.

 

g) El parentesco. “Generen parientes, no bebés” (Haraway 2020, 39). El parentesco es un modo de alianza íntima (tanto como la sangre). Designamos como parientes aquellos que cuentan y por quienes nos preocupamos, lo que incluye a los no humanos (parentescos raros). El parentesco se opone a la familia reproductiva heteronormativa. Implica la voluntariedad de la elección. “el parentesco es difuso, es una solidaridad perdurable a lo largo del tiempo en capas de seres que vienen al mundo en relación los unos con los otros y que pueden y deben demandarse cosas los unos a los otros” (Haraway 2020, 42). El pariente es aquel que puede demandarte algo y a quien debes responder (relation). El parentesco es exactamente lo contrario a la reproducción. (Haraway 2020, 46). Los objetos se convierten en una compañía íntima. Pero tiene límites. No toda conexión está bien. Esta forma de entender el parentesco no es sino una declaración sobre la capacidad de responder,  la respons-habilidad respecto a algunos límites, sobre cuidar y preocuparse de algunos pero no de todos (parentesco raro).

 

h) Sanación parcial. Los daños producidos por el Antropoceno no van a desaparecer. Será necesario convivir con las pérdidas. Solo podemos aspirar a una sanación parcial. Haraway rechaza las muchas políticas, religiones y epistemologías de la trascendencia. No estamos inventando esto desde cero. Provenimos de una historia de la que somos parte. Es necesario que reconectemos con nuestro pasado. Por un lado debemos recuperar la historia pero por otro debemos construir de nuevo una alternativa al capitalismo<<<<. reformular las historias de raza, desposesión e indigenismo. De un lado conectamos con muchas historias y de otro dedicarnos a muchas prácticas. Comenzar describiendo y conectarnos. Sincronía y diacronía como en el modelo que nos propone el arte “Muchas de las cosas que necesitamos describir, y con las cuales debemos conectarnos, están ocurriendo en el campo de las prácticas artísticas” (Haraway 2020, 62).

 

i) La respons-habilidad con los animales. La respons-habilidad es aventurarse fuera de los senderos trillados (arriesgarse), para encontrar parientes inesperados (humanos y no humanos) y entablar conversaciones (proponer y responder preguntas interesantes, adentrase en lo imprevisto, asumir obligaciones no pedidas). Frente a los que no conceden a los animales la capacidad de respuesta (respons-habilidad) Haraway defiende el devenir-con de manera recíproca. En las granjas no industriales ganaderos y animales colaboran (Despret), tratando de entenderse. Justificar el sufrimiento animal implica serias contradicciones. Empecemos por deconstruir el excepcionalismo humano (separación entre naturaleza y cultura para apropiarse la primera por  la segunda como si fuera un proyecto de la humanidad, tanto si se considera justificable como si no) Esto ya no es viable. Las relaciones que establecemos con los animales comportan una tarea emocional muy importante. Pero no son relaciones entre iguales. Debemos habitar las especificidades de las relaciones y una de ellas es la autoridad. Haraway se opone a la agricultura industrial pero afirma (cuidadosamente y en contexto) las prácticas de: convivir con otras criaturas -plantas y animales-, en ecologías que implican matar y comer y que no son igualitarias. Cierta agroagricultura es asumible. El consumo de carne, como derecho a consumir, no lo es.

 

j) El derecho a la vida. Haraway cree que abortar es matar. Pero también cree que a veces matar es bueno. Está a favor de apoyar el aborto libremente decidido (cuando es una cosa seria) pero cree que abortar es matar. Matar animales es matar y no tenemos ningún derecho a hacerlo. Porque no es un derecho sino un tipo de relación que genera responsabilidades. Una relación que implica matar y comer. El lenguaje de los derechos no es adecuado pero vivimos inmersos en él. No sirve para ocuparse del parentesco. Es aquí palmario la desactivación del principio de no contradicción aristotélico.

 

k) Arqueología del futuro. Otra contradicción que Haraway resuelve: “imaginar mundos posibles, que siempre son imaginarios, nos fortalece a la hora de emprender la tarea que tenemos que hacer aquí y ahora”. “Las narraciones enfocadas en un futuro próximo nos dan fuerza para habitar lo que está ocurriendo actualmente” (Haraway 2020, 71).

 

l) Ecología decolonial. La ecología siempre tiene un aspecto contradictorio. Los metales raros se extraen con técnicas de hiperextracción, en situaciones coloniales y utilizando mano de obra infantil. La caducidad de la tecnología ecológica (las placas solares caducas) provoca daños ecológicos. El cocje eléctrico contamina tanto como el de motor de explosión pero en otra fase de la producción. El ecologismo debe entender el ciclo de la vida y la muerte, de una manera ctónica, desde el punto de vista chthulucénico.

 

El desgarrado. Marzo 2020.




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