» 29-01-2024

Señoras y señores 93-6. Diferencias y tendencias 5. Abstracto (absoluto)-concreto (relativo).

La falta de armas adecuadas conduce al conocimiento, ¿pero como se llega al conocimiento? Para la metafísica el camino es la abstracción-universalización-ley. Solo un conocimiento es seguro: el universal, el que se da en todos los casos, el que permite enunciar leyes universales.  Para la lógica, la inducción (el paso de lo particular a lo general) es universal cuando es enumerativa, es decir cuando se conocen todos los casos (hoy sería una base de datos completa). Pero hay otro medio: la abstracción. Consiste en abstraer de un colectivo aquello que les es común. Ese común pertenece a todos y por tanto es universal. Abstraer es podar, simplificar, reducir y así, facilitar la adquisición de conocimiento. 

 

La abstracción más fructífera es la cantidad. De todo colectivo podemos abstraer su cantidad, su número. De ahí organizamos una ciencia: aritmética/matemática, Cuyo defecto es la supresión de la cualidad. Pondré un ejemplo: si tenemos 2 cajas de fruta con 20 frutas cada una, tenemos 40 frutas. La operación es la multiplicación que omite las cualidades: 2X20=40 reducidas a unidades. ¿Por qué podemos omitir la cualidad? Lo mismo da dos cajas de 20 frutas que 20 cajas de dos frutas. Porque la multiplicación es conmutativa AXB=BXA). Las relaciones de parentesco no siempre son conmutativas: si Juan es hijo de Pedro (la operación es: “es hijo de”), Pedro no es hijo de Juan, pero si son hermanos, entonces sí es conmutativa. 

 

Otra gran abstracción es el concepto (o su hermano pequeño la definición). el concepto simplifica un colectivo a lo que tienen en común cualitativamente sus elementos. En un mundo continuo (evolutivo) los conceptos son particiones discretas, por lo que los conceptos hacen aguas por los extremos (por donde se transforman en el conjunto más próximo… cualitativamente): por ejemplo en el tránsito de arbusto a árbol. También aquí podemos extraer una ciencia: la lógica, ciencia de la verdad, de la que el silogismo es su primera formulación: Si A=B y B=C, entonces A=C. Como se ve esta operación “transitiva” es tanto cuantitativa (aplicable a cantidades) como cualitativa (aplicable a sujetos y predicados). 

 

En las dos abstracciones anteriores la relación determinante es la igualdad. Igualdad es equivalente a verdad absoluta, 100% verdad. Podemos enunciar que la igualdad es el equivalente universal de la verdad absoluta y entonces la igualdad sería otra de las grandes abstracciones. Existen muchas otras relaciones no igualitarias como “mayor que (A>B), “menor que” (B>A), entre las cuantitativas y “semejante”, “simétrico”, “similar” en lo cualitativo. Todas estas relaciones son posibles, no se dan en todos los casos, es decir no corresponden a la verdad absoluta. involucran elementos que son iguales y otros que no. La probabilidad es una rama de las matemáticas que trata de la posibilidad, de la verdad fraccionaria (20% verdad= 0,2 sobre 1), como la lógica difusa o probabilística trata de lo que su nombre indica. Este tema se trató con profusión en “El pensamiento geométrico” -en donde se convergía en la teoría de grupos- , “La muerte de la metafísica” y “Ciencia y filosofía” de recomendada lectura para ampliar este tema.

 

Toda ciencia se cimienta en una (o más abstracciones) pues toda ciencia (metafísica) necesita trabajar con universales para ser válida. Toda ciencia debe tener formulaciones necesarias es decir seguras. La economía, por ejemplo, -tal como la enunció Marx- se basa en tres universales: la universalidad del intercambio: todo es intercambiable; la universalidad del valor: toda mercancía es reducible a valor (el equivalente universal de la mercancía es el valor). y la universalidad del dinero: todo es monetarizable (el equivalente universal del valor es el dinero). Asimismo el psicoanálisis se basa en la universalidad del género: existe un solo género (el falo es la premisa universal del pene). Todo lo citado atañe al pensamiento masculino (especulativo) y tiene poco o ningún interés para la mujer y no por falta de capacidad sino por falta de atractivo, y porque no pertenece a su pensamiento, además de que el hombre ha colocado estos temas entre los inexcusables por el simple hecho de que son los que le interesan en cuanto a género.Como expone Irigaray, quien no acata el logos es excluido de la hermandad del saber.

 

Se suele decir de la mujer que es práctica (frente al hombre especulativo) cuando realmente lo que es, es concreta: no le interesan los temas que no se pueden encontrar en la naturaleza o en la vida o que no atañen a las relaciones humanas. El concepto “relativo” que he aplicado como alternativa al concepto “absoluto” que corresponde al hombre, se refiere más a no-dogmático, no-absoluto que a un cierto relativismo en el sentido que las ideas son estaciones de paso y no verdades irrefutables. Discutir es una forma de conflicto que la mujer ha copiado del pensamiento masculino (la mujer solo discute con el hombre mientras el hombre discute con todo lo que se mueve). Excepto en los casos en que ha adquirido una certeza experimental, las discusiones metafísico-filosóficas son escasamente interesantes para la mujer. Prefiere discutir de cosas concretas.

 

Se discute por cuestión de pareceres, (opiniones) y también sobre la realidad de las cosas. Es decir sobre interpretaciones de la realidad más o menos fundadas, o sobre la realidad más directamente medible. Pues en el caso de las opiniones la verdad, la razón, no puede ser demostrada por hechos simples o directos, es decir, recurriendo a la realidad, pues involucra un alto grado de subjetividad; en el caso de discusiones sobre lo real, y se dirá que se trata de cuestiones objetivas, la comprobación de los hechos será un caso equivalente a la medición. Las discusiones de pareceres dan lugar a las ciencias, tanto puras como aplicadas; las discusiones sobre hechos directamente medibles o verificables se rigen por el derecho. Tanto el detective como el abogado desarrollaron una técnica de resolver disparidades de opinión que esencialmente es el relato. 

 

El relato fue originalmente un método de acceder a la verdad, no a través de la abstracción o la enumeración sino a través de la verosimilitud y la semejanza: un relato es más verdadero (pues la verosimilitud admite grados o verdades fraccionarias) cuanto más se parece a la realidad. De acuerdo a la “Poética” de Aristóteles, además debe presentar: secuencialidad (se desarrolla en un orden temporal preciso), causalidad (las causas preceden a los efectos), necesariedad (solo contiene los elementos estrictamente necesarios para su desarrollo). El relato nació en el mundo mítico en el que, por definición, tintaba todo conocimiento. Con la llegada del logos -como pasó con otras formas de conocimiento basadas en atractores: arquitectura, música, poesía, plástica… - se convirtió en arte, perdiendo cualquier carácter de conocimiento. Aún así, el halo de verdad (subjetiva) que conserva lo convierte en altamente creíble, como lo demuestra el cine, última manifestación del relato. La llegada del logos también arrinconó la opinión (la doxa de los griegos) a la que en el mejor de los casos convirtió en hipótesis científicas a la espera de una confirmación experimental. Si los hombres se decantaron por el método científico (incluso cuando resulta profundamente antiintuitivo), las mujeres (aferradas al pensamiento primitivo) se quedaron con el relato, para el que la intuición es determinante.

 

El desgarrado. Enero 2024.

 

 

 




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