» 12-11-2020

Visto y oído 58. “El Dr. Marston y la wonder woman” Angela Louis Robinson. 2017. Emitida el 11/11/2020 en AXN White.

Peculiar película sobre el sicólogo Marston, su esposa y Olive Byrne que en los años treinta y cuarenta compusieron un peculiar matrimonio a tres, inventó el detector de mentiras y creó el cómic de la mujer maravilla. La teoría que defendía Marston  DISC (Dominación, influjo, sumisión, conformismo) sostiene que son estas cuatro actitudes las que determinan las relaciones entre todo tipo de  humanos y especialmente en el amor/sexo. Tras perder su trabajo dado el escándalo de sus relaciones triangulares Marston crea Wonder Woman (1941) (heroína femenina que no le hace ascos a la sumisión, la dominación y el sado-maso en general) mientras su mujer (científica como él) se emplea como secretaria.

 

Muchas veces he hablado de la dominación como resumen de las relaciones humanas. La teoría de Marston llega más lejos y a la dominación añade el influjo (influencia interesada), la sumisión (servidumbre voluntaria) y el conformismo (aceptación de las dos anteriores). La dominación -como el influjo- son relaciones unilaterales (la desarrolla uno y la sufre otro) pero  las otras dos -sumisión y conformismo- son actitudes del presunto perjudicado que voluntariamente se somete a la dominación y al influjo. Como si separáramos en dos actitudes opuestas el sadismo y el masoquismo. En el bien entendido que estas actitudes afectan a todo tipo de relaciones y no exclusivamente -como indica el término sado-masoquismo- al terreno sexual y amoroso.

 

La película plantea las relaciones del trio como absolutamente iguales (es decir sin dominación, aunque la dominación con sumisión y conformismo deja de ser dominación) y si destaca a alguno de los componentes como particularmente dominante es a la esposa de Marston, cosa que solo podía plantearse por una directora femenina. Cuestión ésta (la denuncia de la presunta culpabilidad de las mujeres), que ocurre bastante en el cine moderno (el florerismo de María Antonieta vista por Coppola, por poner un ejemplo paradigmático).  La muerte de Marston de cáncer, dejó a la pareja de mujeres como pareja estable durante cincuenta años más hasta la muerte de Olive. Bellísima historia de amor donde las haya, aunque no sea el tema de la película. La necesidad de la sumisión voluntaria

en las relaciones humanas recuerda a la situación que Schopenhauer proponía en las relaciones de los erizos cuya aproximación solo puede realizarse a costa de heridas dolorosas.

 

Como he dicho en otras ocasiones estamos enfermos de individualidad y eso se opone a nuestra esencia social. En la relación entre dos seres dominantes debe haber momentos de sumisión y de conformismo si se dese preservar esa individualidad tan necesaria en el mundo en el que vivimos. Actitudes evidentemente alternas, pues si siempre cede el mismo (la mujer, como es habitual en nuestra sociedad) entonces estamos en un caso simple de dominación. La pequeña emancipación de la mujer la hace enfrentarse en plan de igualdad (personal) con su pareja por lo que sin mecanismos de sumisión y de conformismo la convivencia es imposible. Las actitudes de sumisión entre los animales son habituales. Las luchas por el liderazgo o por las hembras se ritualizan de modo que los daños se minimicen. Es lo que llevó a Lorentz a distinguir entre la violencia intra-específica (ritualizada) y la extra-específica (desatada). ¿Debemos imitarlos? ¿Habrá que introducir el sadomasoquismo en las relaciones entre seres dominantes de modo que se faciliten las relaciones íntimas? Tras la demonización sistemática de estas “perversiones” por parte de la moral y la religión dominante, tendría gracia que la sicología las recuperara para mejorar las relaciones personales. Por otra parte mucha de la doctrina de la humildad cristiana (poner la otra mejilla, cobrar la deuda en la otra escena) tienen que ver con la sumisión a los hombres como sumisión a Dios.

 

No es fácil ver películas originales y esta lo es en gran manera. Es además histórica. Narrada con gran eficacia los personajes centrales son perfiles magníficos y la ambientación es razonablemente adecuada. Película perfecta para que podamos admirar la labor de las mujeres detrás de la cámara, aunque solo sea porque ciertas historias no soportan socialmente la dirección de los hombres. Sin gran alharaca, esta película nos habla del futuro, de como deberían ser las relaciones personales en un futuro que Merston -muerto en 1947- no pudo ver, pero sí saboreó.

 

El desgarrado. Noviembre 2020.

 

 

 




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