» 05-04-2021

Visto y oído 62-2. “The bold type”. El largo camino desde el micropoder al feminismo light

Cuando escribí sobre esta serie no había acabado de verla y como siempre pasa la serie se puso más feminista a partir de entonces. Los índices de audiencia debieron mostrar que las mujeres estaban dispuestas a asimilar más feminismo del que planteaba la serie. Más feminista no quiere decir que diera un giro sino que simplemente se comprometió un poco más. Poco después he re-visto “El demonio se viste de Prada” (2006) que es una película que me parece especialmente remarcable dentro de esas películas que no pretenden nada más que entretener siendo testigos de nuestra época. El cine tiene la grandeza de obtener resultados magníficos sin necesidad de comprometerse con sesudas ideas importantes (tan metafísicas). Son películas que recuperan el estilo del gran Hollywood: “That’s enterteinment”. Pero también he re-visto “Armas de mujer” (1988) auténtico homenaje al micropoder femenino como alternativa al machismo metafísico. A veces el feminismo adoptaba máscaras complejas.

 

“El demonio…” explica una historia de amor y una road movie laboral pero reivindicando, a la vez, un mundo, en general denostado, triviliazado, o despreciado como es el de la moda con estereotipos como la mujer castradora/opresora y el creador homesexual/sumiso, estereotipos que evolucionados también aparecen en “The bold type”. Y aquí hay una defensa del ataque al mundo de la mujer. La directora es una férrea personalidad que dirige dictatorialmente (masculinamente) un proyecto editorial sobre moda. Nos encontramos, pues, antes de que estas revistas se dedicaran a concienciar mujeres. Y por supuesto la protagonista pedirá perdón a su hombre y volverá al redil justo antes del FIN. Nada de feminismo (excepto la denuncia de la trivialización de la moda), todo es dominación laboral, de género, empresarial, etc. Y por supuesto acoso y explotación a/de la mujer. Pero durante la película veremos como alguien se queda atrapada en el mundo de la moda y de sus innumerables encantos. No será definitivo, pero será. En el momento en que se filmó la película probablemente no era pensable que una película comercial de gran presupuesto fuera feminista, pero la defensa del mundo femenino es un primer paso. El “mee too” fue un punto de inflexión.

 

“Armas de mujer” es otra historia. Básicamente anterior. Las mujeres de esta historia se comportan de la manera en que solo han podido comportarse durante milenios: el micropoder desplegado en los pliegues del macropoder masculino. Son taimadas, mentirosas, sumisas, encantadoras, y sobre todo desconfiadas de unos hombres que saben que acabarán jodiéndolas. “Armas…” es el grado cero del feminismo, nada de confrontación, todo disimulo, micropoder, repliegues. Curiosamente ese modelo de mujer que sobrevive en un mundo diseñado y organizado por hombres, que es capaz de perseguir sus propios fines, que finge doblegarse pero que no lo hace, es el modelo que los hombres tomarán como el de mujer fatal. Con notable desfachatez, por cierto puesto que si la mujer operaba en los pliegues de la metafísica, no era sino porque no tenía otra opción. En una palabra: obligada.

 

De 1988 a 2018 (pasando por 2006) el planteamiento ha dado un giro copernicano. Hemos pasado del micropoder escondido en los repliegues del poder masculino a un feminismo light (no militante) pero presente en el actuar femenino. Primero hubo que rescatar el mundo femenino (el cuidado de sí y de los otros, mundo incluido; la exploración y el reconocimiento del propio cuerpo y de la propia sexualidad) como tan válido como el masculino (la dominación violenta, la confrontación, el ciclo destruir/reconstruir). Es interesante volver la vista atrás para constatar que el camino no se ha interrumpido pero es dramáticamente lento. Pero, por lo menos en el cine, el avance es evidente. No se puede bajar la guardia porque estamos lejos de la equiparación (no diré igualdad). Las mujeres se resienten de no tener una ideología homogénea como la masculina (la metafísica) pero ese “defecto” también puede ser entendido como virtud: la diversidad… que tan mal tolera el patriarcalismo heteronormativo. El modelo de la emancipación femenina no tiene por qué ser paralelo o idéntico al masculino. ¡Eppur si mouve! dijo Galileo tras retractarse de que la tierra giraba alrededor del sol. No siempre los caminos son lineales como pretende la metafísica. ¡Civilización!

 

El desgrrado. Abril 2021.




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