» 25-08-2021

Visto y oído 72. “Just for fun”: la simpatía es la apuesta. La sexta se reorganiza.

No es la primera vez que lo digo (me repito más que el ajo): la estrategia de las cadenas de TV (mayormente las comerciales) no solo apuestan por los contenidos sino también (y en el caso de la sexta, fundamentalmente) por los continentes. Y los continentes son los presentadores, el capital humano. La  adusta -por su rigor- Mendizabal ha salido de MVT y en su lugar aparecen Prieto e Iñaki. La simpatiquísima Nuria Roca se hace cargo del programa de Prieto y no es que sea más simpática que Cristina sino que está menos politizada… aparentemente. La sexta (6) es una cadena que no puede aspirar sino al tercer puesto entre las privadas, pero trabajan denodadamente para mejorar. Teleespectáculo (3) y televiejos (5) parecen inasequibles. El número no es casual: llegaron antes.

 

Y lo de reconocer que me repito ha sido una amenaza, porque sabía que lo iba a hacer más veces. La sexta es una cadena profundamente capitalista (¿quien no?) que sin embargo ha apostado por la información, incluso con periodistas “enemigos”. La pasta es la pasta y los capitalistas no se rigen por otra cosa. En la práctica la sexta es un canal “todo noticias” aunque no se publicite así. Pero si algo distingue a los canales de solo noticias es su mortal aburrimiento. La sexta trata de que las noticias dejen de ser aburridas y como los contenidos son soporíferos recurren a los continentes. Hace más de cincuenta años el programa que luego sería internacionalmente conocido como “treinta minutos” hacía su aparición en la BBC con el doble de duración y con un nombre acorde: “the hour”. Consiguió ser el primer informativo que “ganaba” dinero. Nunca antes eso había ocurrido. Las cadenas invertían en los informativos por prestigio pero no por dinero. La caja tonta empezó a ser un poco más lista. Pero ese programa apostaba por los contenidos… aunque las caras que lo ponían a disposición del público, como explica la serie que lleva su nombre, no eran baladíes.

 

Pero la apuesta de la sexta es distinta. Los contenidos son solo una apariencia que se manipula siempre que conviene. Lo realmente importante es la simpatía (¿empatía? de los presentadores. Solo queda García F. como presentador “serio” todos los demás, hasta Wyoming cojean de simpatía, están del lado de la simpatía. Incluso Mateo está pluriempleado -¿Será el sustituto de Wyoming…  ese rojazo? Peor lo tiene Sabatés que es partidaria del rigor informativo. Todo esto (lo de la simpatía a ultranza) no es un invento de aquí (como nada, como Valentina) pero copiando somos los reyes. Se trata de reprimir el ingenio y la emprendeduría y si no que se lo digan a la Trinca o a Peret. Somos una sucursal y punto. Y como no (y me volveré a repetir) esto viene de los políticos. Son ellos los que han banalizado los contenidos hasta convertirlos en filfa, en papel mojado. Estamos en la topología mítica (¡siempre avanzando!), la verdad reside en la autoridad de quien la enuncia: los políticos o el medio que las emite: la TV. No es necesario demostrar nada, argumentar nada, actuar, solo es necesario hacer la llamada al patriotismo, al terror al desastre, al olvido del pasado… y ya está.

 

La gente está harta de crispaciones y de broncas y pretenden que una cara amable les distraiga y entretenga. El rigor se les supone. Y todo eso es una estrategia de la derechona (PP +VOX). Al igual que sus alineados tratan de interrumpir siempre a los que todavía creen en los argumentos, amordazarlos como estrategia de refutación… por la violencia dialéctica, ellos, la derechona tratan de que los contenidos sean siempre elididos, hasta el punto que los programas electorales han desaparecido como programa contrato. Lo importante no es lo que se dice sino quien lo dice (y, cuantas veces, según la ley de que una mentira repetida mil veces es una verdad. La estrategia es desautorizar al portavoz para que nunca pueda poseer esa razón que no le corresponde, pero que los políticos han decidido que es lo fetén: la autoridad personal.

 

El verdadero problema -dado que lo de los políticos y sus sicarios de los medios no tiene remedio- es si vamos a tragarnos la píldora con una sonrisa o nos vamos a oponer. No me respondáis, era una pregunta retórica. Esto solo se soluciona con vaselina, mucha vaselina. Es duro, pero bien lubricado puede ser llevadero. Si hemos aguantado lo de la luz yo creo que estamos listos para cualquier cosa.

 

El desgarrado. Agosto 2021.




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