» 27-04-2020

Ya conocen las fakenoticias ahora les contaremos la fakeverdad 1. El mando único.

Dice Vicente Varó, analista financiero en la sexta “El problema económico es enorme. El problema de la vida, un poquito más” No solo es llamativo que ponga la economía -en su discurso- delante de la vida sino que además solamente le parezca que hay una pequeña diferencia. Toda la entrevista con este fenómeno es delirante. No da ni un solo detalle técnico y nos habla de sicología y de motivación. Entre otras lindezas dice que el gobierno no puede esperar a que no haya “ni un solo caso” para tomar medidas (¡también opina de política!) danso a entender que esa es la propuesta del gobierno. Es de suponer que lo han invitado porque es “experto” y eso quiere decir un saber sectorial. ¿Qué coño hace hablando de sicología? ¿Qué coño hace hablando de jerarquías de valores? Y sobre todo ¿quién le recomendó a Mendizabel esta caricatura de experto para que opinara en un programa de ámbito nacional? ¿La derechona, el capital financiero, los mandamases de los media? Hacía tiempo que no veía tanta mierda junta, por lo que he decidido iniciar una nueva serie: ¡ya conocen la fakenoticias, ahora les contaremos las fakeverdad! (Gracias Wyoming).

 

Y quiero empezar con el mando único. El mando único pretende la unanimidad (impuesta) y la igualdad (también impuesta puesto que las autonomías no están por la labor, por ejemplo en fiscalidad o en el caso de nacionalistas, en política). En momentos de situaciones gravísimas (la más grave de nuestras vidas tras el ajuste de cuentas de la derecha con la izquierda en el 36. Para entender esta situación hay que explicar cómo son los políticos. Los políticos quieren votos para conservar las poltronas. Todo lo demás es accesorio. Las ideologías (los que las tienen) sirven para fidelizar pero no son vinculantes (el PSOE nos ha dado ejemplos clamorosos). Pero una de las cuestiones importantes para conseguir lo anterior es salvar el culo. Si la cagas, todo el proyecto de ganar votos y conservar la poltrona se va al garete.

 

En un caso como la crisis en la que estamos inmersos el mecanismo de salvar el culo ha funcionado de la siguiente manera: 1) Bien por el mando único: la responsabilidad es de ellos… obviando que la sanidad es cosa propia. 2) Pero que no se crezcan, no vaya a ser que los ciudadanos se crean que es el gobierno el que está sacando al país de la crisis. 3) por lo tanto hay que criticarlos continuamente. Difamarlos, ridiculizarlos. 4) Hay que reivindicar que nosotros lo habríamos hecho mejor y reivindicar que nos devuelvan la gestión. 5) y sobre todo, cuando parezca que las cosas se arreglan exigir el control para recoger los laureles.  Así las cosas ahora asistimos a la loca carrera de autonomías y oposición por ser los primeros que devuelvan la normalidad a los ciudadanos. Si eso agrava la crisis, la culpa es del gobierno, si no, nos apuntamos el tanto. Un político solo piensa en votos, es una puta que se abre de piernas a cualquiera que le pague… en votos o en especies. Pero también en dinero.

 

No es difícil entender que el mando único es necesario cuando la situación es gravísima. Discutirlo es una cuestión circunstancial: aprovecharse de su responsabilidad y estar atento a la posibilidad de arrebatarle los logros. ¡Asqueroso! Pero no solo por parte de los que obedecen sino también por parte de los que mandan. Aún cuando la actuación me parece correcta, eso no quiere decir que no se hayan cometido errores de bulto, todos ellos por anteponer lo partidario a lo general. Y también la coordinación con la oposición. Es fácil entender que cuando vas de culo no es fácil consultar con una oposición que tiene sus propios objetivos. Pero aún así hay que mantener las formas aunque sean inútiles. Lo de parlamentario, muchas veces, no es más que eso.

 

Los ciudadanos no son tontos (aunque si ácratas. O por lo menos desconfían del poder). Solo participan cuando es indispensable. Cuando se indignan cambian gobiernos. Pero no se indignan a menudo. De momento mantienen su confianza en el gobierno. Eso ha hecho que la oposición arrecien en sus ataques (¡nuestras poltronas se mueven!) sabiendo que la memoria de los ciudadanos es efímera. No podemos olvida que tras ganar la guerra Churchill perdió las elecciones. Los electores querían pasar página  y la cara del premier era la cara de la guerra. Y tenían razón. Ganó una guerra que no supo evitar. No es el caso. Esta guerra no la ha podido evitar el gobierno. La podían haber evitado todos los partidos políticos pensando menos en sus votos, en su poltronas y en salvar el culo y trabajando en menores recortes en sanidad, en menores recortes en I+D, en menos privatizaciones interesadas. Es una responsabilidad colegiada. Hoy lo dice Nadal. No sé porque ha esperado hasta ahora, cincuenta días después  de iniciarse la crisis. Quizás porque lo de salvar es culo es universal.

 

El desgarrado. Abril 2020.




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