El desmantelamiento del estado del bienestar se ha convertido en un juego de trileros.
Juego porque se juega con la vida de los beneficiarios y de trileros porque se trata de confundir a los ciudadanos con el alcance, la realidad y la necesidad de las medidas.
Tras matar marcianos ahora el juego consiste en matar personas dependientes.
El premio es doble: se suprime la ayuda a la dependencia y se ahorra la pensión.