La exploración sónora de frecuencias bajas en el castillo/thriller reside en Barcelona y sus alrededores via la performance guerrilla en el espacio público.
La manifestación de contaminación sónora approvechando las vibraciones subconcientes como un fantasma consumidor de entretenimiento. Una contemplacion anti-pop de sonidos sutiles pero persistentes en el entorno individual y sus efectos secundarios camuflados sobre la gente y su ambiente.