» 04-01-2021

Reflexiones tipográficas 286. Elecciones USA. ¿Es USA una república bananera?

Trump ha sido pillado en una conversación en la que pide al gobernador de Georgia que falsifique 17.000 votos para obtener la victoria. Trump quiere el poder a cualquier precio, obviando las vías electorales y democráticas. Es su palabra contra la de su partido, la de los ciudadanos y la de los jueces que han rechazado todas sus reclamaciones. Trump ha defendido siempre la omnipotencia de sus ideas. Le hemos oído desautorizando a los medios de comunicación, a dignatarios extranjeros a sus oponentes y hasta a los expresidentes. Por supuesto a sus propios colaboradores cuando les ha pedido lo que no les podía pedir (y de ahí la retahíla de dimisiones que ha tenido que impulsar) o sus trifulcas con su director de sanidad por cuenta del coranavirus. La república americana (usurpando un carácter que no les pertenece en exclusividad podemos decir ahora, que es una política bananera (y probablemente transgénica). Y Trump es un dictadorzuelo fracasado.

 

La figura política de Trump es la del puto amo. Encarna al shérif matón y vocinglero que hace lo que le sale de los cojones, cuando le sale de los cojones. Su palabra es la palabra de Dios: absoluta, dogma de fe, irrebatible. Y lo es porque 70 millones de votos lo impulsan. ¿Por qué la mitad de los votantes le apoyan? Hay varias razones y no son peculiares de USA: el populismo (decir a los ciudadanos lo que quieren oír), la excesiva profesionalización de los políticos (que hace que cualquiera que no sea profesional sea más creíble), el hecho de ser empresario (que para muchas mentes es sinónimo de que puede dirigir una nación como si fuera una empresa), la ultraderechización (que hace que la emigración, los valores bíblicos, el racismo, y la 5ª enmienda: lo que yo hago con un arma no lo tiene que hacer nadie por mi, sean valores americanos por encima de la democracia). Y otras razones específicamente americanas: la sensación generalizada de que USA ha perdido su papel de jefe del mundo (y que debe recuperarlo a golpe de cañonazos), el matriarcado americano (que vota valores bíblicos en vez de candidatos), la devaluación de la democracia que ya no es (tras innumerables escándalos) un valor primordial.

 

Trump es el producto de unos votantes (intoxicados, engañados, confundidos, heridos en su orgullo, negacionistas, fascistas… pero no solo eso) como lo fue Hitler. Los productos de la desestabilización de la democracia, y eso no es culpa suya. Han sido los partidos políticos los que se han cargado la democracia al propiciar que estos personajes surjan de la mano de la intoxicación, la posverdad, la corrupción, el despilfarro, el elitismo de las prebendas, la inviolabilidad, la irresponsabilidad, etc. Por eso Trump se atreve a medirse con la democracia cometiendo fraude electoral. Porque sabe que la democracia está tan herida que no podrá reaccionar. Esta vez no le ha salido bien (aunque el partido republicano ha estado dispuesto a apoyarlo en sus actuaciones antidemocráticas) pero sus 70 millones de votantes, racistas, fascistas, machistas, negacionistas, siguen ahí. Solo hace falta superar el listón que Trump ha puesto y eso lo veremos dentro de poco. ¡Si no triunfas es porque todavía eres demasiado democrático! Hay que actuar como la policía: primero dispara y luego pregunta. Aquel país se hizo grande por la fuerza de las armas y por el desprecio del resto del mundo. Pero, eso sí, llenándose la boca de democracia que jamás aplicaron a los países que colonizaba económicamente. ¡Hasta exportaron la tortura a las cárceles de Guantánamo!

 

UK anuncia que no extraditará a Assange. Su extradición hubiera significado su muerte física o su muerte civil (la cadena perpetua). La campaña internacional liderada por Amnistía Internacional ha logrado su objetivo: que UK no tenga cojones de mandar a Assange a la muerte (por informar a la ciudadanía) ante el clamor popular. Nuestro problema no es Trump (o Casado, o Abascal, o Juan Carlos I, o Bolsonaro, o López, u Orvan o Netanyahu, o Peres), nuestro problema es lo que los partidos políticos han hecho de la democracia: su fortín, su plataforma de actuación corrupta, su imaginario democrático.  Han hecho del voto algo que es necesario (lo necesitan para legitimarse) pero no suficiente (para que la democracia sea una realidad). Hay que votar pero hay que votar informadamente. Tú decides: Trump o (inserte aquí el nombre de su candidato). Y que sea lo que Dios quiera. De momento al bananero no lo sacamos ni con lejía. Hay otros países pero están en este.

 

El desgarrado. Enero 2021.

 

 

 




Published comments

    Add your comment


    I accept the terms and conditions of this web site