» 16-10-2019

Cat-adeu. 68. Catalunya tras la sentencia y Tiqqun.

No sería de recibo que no explicara la relación que puedan tener las algaradas catalanes y Tiqqun (de quien tanto he escrito). No tengo noticias de primera mano, pero puedo especular, conociendo a unos y a otros. Como sabéis el asedio al Parlament catalá de 2012 fue obra de Tiqqun tan apegado a los Indignados. Aunque os remito a todas las notas que he escrito sobre Tiqqun os avanzaré que son un colectivo que han llegado a la conclusión de que solo la violencia es moneda de cambio con el poder. Entiendo que esa violencia es exclusivamente para forzar la situación y que no pretende llegar más allá: la violencia como arma política. Para Tiqqun la violencia es la única salida ante una situación insostenible. No es ataque, es defensa. Evidentemente rompen esa línea blanda de acción que reniega de toda violencia.

 

Hasta aquí el planteamiento. ¿Es la violencia una barrera infranqueable en democracia? Contesto: en una democracia perfecta creo que sí. En las democracias absolutamente deficitarias en las que vivimos creo que no. La violencia es el único recurso de los oprimidos ante al iniquidad. Lo que evidentemente presupone un conocimiento exacto de quien es el opresor y quien es el oprimido. Ante esa falta de conocimiento la sociedad reacciona de forma pragmática: si la revuelta gana es buena, si pierde era mala. Pero el tiempo de las revoluciones (las homologables) ha pasado. Ahora tenemos que conformarnos con las algaradas. ¿Se les puede aplicar el mismo rasero? En principio sí, pero hay que descontar todo lo que no es espontáneo, y eso, en la era de ultracomunicación, es imposible.

 

En Barcelona (en Catalunya) estamos viviendo una algarada (entiéndase como mini-revolución). ¿Buena, mala, regular? La historia lo dirá. Lo que me interesa destacar ¿es una algarada Tiqqun o es una algarada anti-sistema, anarquista. La diferencia es importante. Tiqqun va a la busca de un futuro. Los anarquistas van a la busca del caos (no exactamente, pero es suficiente para entendernos). Tiqqun da la cara y los procaóticos no. Tiqqun se literaliza y los antisistema negacio-sociales, no. Las técnicas de guerrilla urbana son las mismas. para la cale borroka (terrorista), para la agitación política y para los caoistas antisistema. No los reconoceréis por cómo actúan. No podemos olvidar la consigna emitida por el conseller de la república Comín: Bloquear el estado. ¡Detrás de mí el diluvio! una consigna que puede cuadrar con los antisistemas caóticos pero no con Tiqqun.

 

Poe eso pienso que en estas algaradas no está Tiqqun (aunque tendría todas las razones para estar). Lo que no puedo decir es que no se le espere. Hay algo profundamente negativo en esta algarada, algo que no cuadra con Tiqqun.  No hay ninguna razón para que acierte pero lo siento así. ¡La revolución también tiene sentimientos!

 

El desgarrado. Octubre 2019.




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