En Barcelona se han puesto de moda las tapas (pinchos) al estilo vasco y si algún local destaca por ellas es el Táktika berri. Para muchos el mejor bar de pinchos de Barcelona, además de restaurante. El local tiene una barra en la que se agolpan los clientes desde que abren mañana y noche incluso haciendo cola antes de abrir. Las tapas frías están expuestas y periódicamente salen las tapas calientes que difícilmente llegan hasta el final de la barra. El pincho-pote se sitúa en los alrededores de los 3€, los camareros son eficientes. El local está decorado con fotos de Donosti (de donde viene la familia que lo regenta desde hace 25 años) aunque el nombre es heredado. Hace unos años tuvieron que ampliar el comedor ante la imposibilidad de conseguir una reserva. Ahora es difícil, pero no imposible.

Tenemos que separar los pinchos del restaurante porque, sencillamente, en cuestión de pinchos son imbatibles. Y sobre todo los pinchos calientes: el de merluza rebozada, el de bacalao, las tortillas de bacalao y de patatas, las croquetas de jamón y de bacalao. Hay muchos más (tigres: mejillones rebozados, pimientos rellenos, vieras, etc.) pero estos seis son imbatibles, en especial los de merluza y bacalao. Mientras esperas puedes hincarle el diente a los fríos (ensaladillas, atún, boquerones, anchoas, gildas) o a los que van saliendo. La forma de evitar el tumulto es o acudir el sábado por la mañana que sin la competencia de los oficinistas que comen de pinchos la cosa es más fácil, o el restaurante pidiendo de primer plato un surtido de pinchos (por su nombre).

El restaurante es quizás demasiado tradicional. Probablemente su mejor plato es el tronco de merluza. Aparte de la carta hay un plato del día y no es raro ver platos por encargo. Alubias, bacalao, chuletón, pimientos rellenos, etc. son los platos típicos de los restaurantes vascos tradicionales. La parte antigua del restaurante heredó las mesas y sillones del pub que le precedió y participa del bullico de la barra, mientras que la parte nueva es agradable y cómoda, pero más formal. Imprescindible si amas los pinchos o echas de menos la merluza del cantábrico. Un local, que si más no, hay que conocer. ¡On egin!

El desgarrado. Noviembre 2019.