» 09-11-2020 |
1) El método. a) El racionalismo, tal como se entiende en su época, es es la vía por la que Spinoza maneja su tren. Siguiendo la pauta de Euclides desgrana su pensamiento en definiciones (conceptos), proposiciones (axiomas indemostrables pero evidentes), demostraciones (deducciones lógicas), corolarios (consecuencias lógicas), escolios (comentarios, aclaraciones). A esta estructura geométrica añade -más libremente- prefacios y apéndices que no se ciñen a una estructura racionalista estricta. Porque su método es deductivo pero no indagatorio (no justifica de donde salen las ideas) aunque da una pista en su distinción de las definiciones: nominales (acerca del lenguaje y sin valor de verdad), y reales (sobre la realidad y con valor de verdad), con capacidad de generar o construir las cosas definidas. ¿De donde salen sus ideas?: de sus vivencias, de la intuición. De este modo su método se convierte en un sistema hipotético-deductivo “avant la lettre”(partir de una intuición o una vivencia y verificarla lógicamente). El racionalismo es en definitiva la creencia en que la razón es capaz de “entender” el mundo. b) El naturalismo es la idea de que las leyes que rigen el mundo son las mismas para todo (metafísica, antropología, sicología, ética). Como consecuencia la capacidad explicativa e intelectiva del mundo es universal. c) La metafísica nos dice que el mundo tienen una estructura subyacente que puede ser desvelada. Llámese orden, estructura, sustancia, fondo, realidad, su meta-física (lo que existe más allá de lo observable, de lo sensible) puede ser conocida, comprendida y asumida. La aplicación de la metafísica al ser humano se convierte en ética, no una parte de la filosofía primera sino la misma filosofía primera humanista. d) Los principios, de los que el de razón suficiente (todo tiene una causa) es el que se erige en príncipe de su sistema. El principio de identidad (dos cosas con las mismas propiedades, son iguales y viceversa) lo complementa.
2) Dios. En el SXVII Dios no está en duda y la inquisición se encarga de ello. La filosofía natural (ciencia) tiene otros problemas como el dualismo trascendente (el cristianismo entiende la meta-física como la otra vida, la vida eterna). Dios es para la Edad Media: creador, personal, paternal, trascendente y providencial (cuidador). Spinoza -sin negar la existencia de dios- lo reconduce a la naturaleza o la realidad, niega la creación divina del universo, niega el alma inmortal. Spinoza desarbola la idea de dios en la filosofía pero con su clásica cautela no lo hace abiertamente. Eso hace que sea considerado panteista (todo es dios) y pansiquista (todo piensa, todo está animado)
3) La sustancia. Spinoza es cartesiano pero con matices. Descartes admite dos sustancias (una infinita: dios) y otra finita que se descompone en cuerpo y mente, sustancia extensa y sustancia mental de la que existen infinitos modos o variedades, modificaciones o afectos. Su proceso generativo de la filosofía es Yo (pienso luego existo) >Dios (lo perfecto tiene que existir pues sino, no sería perfecto) >mundo (Dios no puede engañarnos: la realidad existe). Para él solo hay un atributo (esencia) por cada sustancia, es decir tres. Spinoza contempla una sola sustancia: Dios, el mundo, la naturaleza; autónoma, causa de sí misma con una gran diferencia sobre la sustancia cartesiana: esta es ontológicamente independiente pero aquella (la spinoziana) es, además, conceptualmente independiente: independencia conceptual, epistemológica. Para Spinoza los atributos (las esencias) son infinitos. Pero además, al ser conceptualmente independiente pasa a tener capacidad explicativa, de hacer inteligibles los fenómenos y las cosas. La diferencia es abismal. Los modos son infinitos para ambos. Spinoza los divide en infinitos y finitos, mediatos e inmediatos. El mundo, los cuerpos y las mentes (nosotros) son los finitos, es decir limitados.
4) El grado. La aplicación de la metafísica (recordemos que el naturalismo implica que las leyes son las mismas para todo) a los seres humanos renuncia a la lógica del si o el no, de la verdad o la falsedad. Si para Dios la posibilidad o la voluntad no puede existir (su sustancia necesaria lo impide) para los seres humanos la voluntad tampoco es posible pero la posibilidad (inconsciente) es la norma. El ser humano actúa por modelos ideales a los que nunca podrá alcanzar. Su actuación es una tendencia que trata de acercarse al modelo ideal sin que nunca pueda alcanzarlo. Puede aspirar a un cierto grado de aproximación pero no a su cumplimiento cabal. La libertad es una aspiración. Esta idea acaba con la necesariedad de la filosofía metafísica tradicional. La lógica excluyente tradicional en la metafísica, desaparece. Oposiciones excluyentes como alma/cuerpo, bueno/malo, trascendente/inmanente, se diluyen en el pensamiento de Spinoza. Cuerpo y alma son dos aspectos de una unidad (el paralelismo); la trascendencia no existe: el sistema spinoziano es monista; lo bueno y lo malo no son dos categorías objetivas sino dos posiciones en un continuo, una cuestión de grado. Recordemos que tanto la metafísica como la ciencia (su heredera directa) niegan el grado en la verdad. Nada puede ser 30% de verdad, nada puede ser probabilístico si es metafísico.
Continuará.
El desgarrado Noviembre 2020.
Postdata: en la quinta línea del apartado 1) se había deslizado una errata y ponía en las definciones nominales "con valor de verdad" cuando debía decir "sin valor de verdad. En la cuarta línea del apartado 3) faltaba a continuación de (esencia): por cada sustancia, es decir tres.