» 13-08-2019

La 13 bis-26 Legislatura. El glucagón Sánchez.

Una vez escribí respecto al plasmado Rajoy “¡Y como no tenía nada más que hacer, me fui al futbol!” Era una crítica a alguien que tiene en sus manos el destino de millones de seres humanos, se desestiende, y se da un homenaje. El glucagón Sánchez (que como todo el mundo sabe es un neurotransmisor tipo secretina metabotrópica) se ha ido de vacaciones dejando al país empantanado. Ha sido evidente que no hubo tiempo (por dilatar los plazos) para que se alcanzara un acuerdo en la anterior investidura fallida. ¿Qué debemos pensar que pretende volviendo a dilatar los plazos? Blanco y en botella: no quiere un pacto de legislatura. Quiere un L’Oreal: ¡porque yo lo valgo! Ya sabemos el qué. Ahora les diremos el por qué!

 

Aventuré en el anterior simulacro de investidura que el glucagón Sánchez estaba cogido por las pelotas por sus propios correligionarios (la facción bipartidista y partidaria de las políticas de Estado del PSOE). Aventuré también que lo que pretendía Sánchez era demostrar a sus barones que no había otra que pactar con las podemitas poniéndoles en la cara la imposibilidad de otra forma de gobernar. Me equivoqué, no tanto en lo primero como en lo segundo. No se lo que quiere el glucagón Sánchez. ¡Bueno! Algo sé. Se quiere ir de vacaciones. Si nos atenemos a los hechos la renuncia al gobierno de coalición inmediatamente después de fracasada la investidura suena a falso. Afirmar que como no ha funcionado el intento de coalición hay que explorar otras opciones es, cuando menos, sospechoso. Es como afirmar: “Como no podemos darles lo que quieren pues probaremos dándoles muchísimo menos” Dicho en otras palabras o L’Oreal o nada. Podría ser que los barones no comulguen con ruedas de molino, pero también podría ser que el glucagón Sánchez no sabe negociar (El “¡no, es, no!” no presagiaba nada bueno). De una o de otra manera el glucagón Sánchez nos ha dejado con tres palmos de narices. ¡Y pensar que el otro nos parecía gallego!

 

¿Que pretendía reuniéndose con la sociedad civil? ¿Matar el tiempo? ¿Enervar a los posibles compinches? ¿Convencer a los barones? No se lo que pretendía pero se lo que ha conseguido. Cabrear a todo el mundo. Lo está haciendo tan mal que la derechona ha decido no practicar su oposición a cara de perro y dejarle actuar a ver si se ahorca él solito. Escupehuesos y robamasters ni siquiera se esfuerzan en desbarrar a la vista de las evoluciones en la pista del glucagón Sánchez. La cigüeña ocupa el puesto de portavoz, desertando de Catalunya y de su único escaño. ¡Demasiado talento para tan poca representación! Catalunya ya cumple su cometido como coartada para el patriotismo del PP. ¡No le pidamos más! Los electores de izquierda no irán a votar no solo porque la amenaza de VOX parece diluirse (5% es una de las ratios de ultraderecha más baja de Europa) sino porque no merece la pena molestarse en votar a un glucagón. Sánchez ganará pero no mejorará. Solo

mejorará la derecha, por aquello de que con el bipartidismo vivíamos mejor. Tras las elecciones estaremos igual… pero más cabreados.

 

Tras tanto repetir que la estrategia de la derechona es “contra peor mejor, mejor para mi, usted, su beneficio político…” ahora resulta que el glucagón Sánchez está aquejado del instinto de muerte, versión L’Oreal: ¡por que yo lo valgo, o a la mierda! Ya se le vio en “no, es, no” y en el “dimito antes de darle un sí a Rajoy”. En cualquier caso no es fiable y lo mejor es abandonarlo. Tanto si ha enloquecido como si no, lo que no se puede hacer es convertir la política en un juego de adivinanzas. ¡Si sabes lo que quieres: hazlo. Y si no lo sabes: vete! No se puede jugar con el destino de miles de ciudadanos tanto si tienes una estrategia como si no lo tienes. No es nada distinto de la “Teoría de la jovencita” (Pepitas de calabaza) que nos propone Tiqqun. Esa mezcla explosiva de joven y femen (de ambos sexos) a quien tan bien le cuadra la postura L’Oreal.

 

Salvando las distancias ¿no os recuerda a la familia Manson, él, rodeado de mujeres que le defienden a ultranza exhibiendo los andares de la pantera rosa (que le copió a Obama) y una sonrisa de chulopiscinas, mientras millones de ciudadanos se hunden en la miseria? Evidentemente no quiero hacer comparaciones, pero ¿a que se parece? ¿Nos merecemos esta mierda? La respuesta es no, Ni siquiera en nombre de la izquierda se puede jugar con la democracia y eso es lo que está haciendo el glucagón Sánchez. Y que no se alegre la derechona  de que desde la izquierda se denoste al glucagón. Vosotros estáis jugando con los ciudadanos desde que se inventó el capitalismo, ese capitalismo que os llena el bolsillo y os alegra la pajarita. La Diaz  ha reiterado en su discurso de investidura su compromiso con la lucha contra la corrupción. No tiene importancia que  de los cuatro últimos presidentes de la comunidad dos y medio estén imputados por corrupción y que el otro sea un tránsfuga. Ni siquiera eso se merece un plan de acción. Con unas palabritas basta. ¡A eso se le llama compromiso! Mientras tanto vuelve la represión: contra la ecología, contra la libertad de expresión, contra LGTBI, contra la inmigración. ¡Que seáis hipócritas no quiere decir que seáis mejores!  ¡Nos vemos en las urnas!

 

El desgarrado. Agosto 2019.




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