La negociación está acabada. Fallida pero acabada. El PSOE solo ha perseguido una rendición sin condiciones o una posición de ventaja frente a nuevas elecciones. Aquello de que no hubo un gobierno de izquierdas (obviando que involucraba a un partido hoy desvelado como de ultraderecha) porque lo impidió UP, es evidente que le dio buenos resultados. Como siempre, UP no ha sabido transmitir sus razones (¿timidez, bisoñez?) y deja en manos del PSOE la explicación definitiva. Los medios se inclinan vergozosamente por el más fuerte y reparten culpas de forma equitativa. No es cierto. Lo del PSOE ha sido postureo desde el primer momento, echando la culpa a UP desde el primer minuto. Ha pretendido un gobierno en solitario desde el minuto uno hasta ahora. Decir que han cedido cuando no se han movido ni un ápice solo puede ser tildado de postureo. Así son las cosas y así se las hemos contado, como decía el también vendido al capital Buruaga.

El PSOE se ha mostrado como un partido julandrón cuyo único fin es engañar al electorado, a los otros partidos y sacar tajada partidista y personal de su situación. Desleal, mentiroso, cobarde, lagarto, egoísta, tahúr, cínico, demagogo, rastrero, malqueda, torvo, torticero, etc. ¿Cómo pensar que esta caricatura de partido pudo en otros tiempos ilusionar a millones de ciudadanos? El giro de partido de clase a partido de Estado fue dramático para los trabajadores, pero este nuevo giro a la demagogia, el populismo, la falsedad y el cinismo, lo sitúa en la estela de la derechona más eficaz, canalla y rastrera. Y no podemos olvidar que este Sánchez es el que vino a renovar el partido, a rescatarlo de su caída a la derecha, al IBEX y a los Consejos de administración como jubilación dorada y a las puertas giratorias. ¡Si esto es el rescate que venga Marx y lo vea! Este actual PSOE es basura de derechas, “falsedad bien ensayada, estudiado simulacro” -decía La Lupe-. No solo no es de izquierdas sino que es deleznable. Iglesias no debería desaprovechar la ocasión para apoderarse de la izquierda. ¡Claro que con el Centro vacante, la izquierda no le interesa a nadie!

Si la cuestión es estratégica creo que UP debería devolverle el favor a su cacareado socio preferente. El PSOE solo quiere un chivo expiatorio, para ir a las elecciones limpio de polvo y paja. Es ahí donde se les debe atacar. Se me ocurren varias opciones -que UP no aceptará- porque ellos no son como los demás, lo que en este mundo político es como decir que son gilipollas. Evidentemente no se pueden romper las negociaciones porque eso es darles la victoria en bandeja. Pero se le pueden dar regalos envenenados. 1) Investirlos por nada y dejarlos caer en los presupuestos… por falta de entendimiento y de coalición. 2) Darles los votos justos para que tengan que depender de los nacionalistas. (Hoy ha dicho Simancas que esos votos ya están negociados, que solo falta UP). 3) vender cada apoyo puntual al máximo precio… por el bien de España y de la izquierda. Y así sucesivamente.

Lo que no se puede hacer es lo que ha hecho hasta ahora Iglesias: 1) ser arrogante y exigir poltronas y partes proporcionales. 2) Retirarse de las negociaciones. 3) Mandarlos a tomar por saco. 4) Verbalizar cualquier tipo de desacuerdo. 5) Decir la verdad. En política la verdad es superflua, y si no que se lo pregunten a Sánchez. El PSOE está jugando con la bonhomía de UP. Ya empieza a ser hora que esa ventaja -que UP ha regalado al resto de los partidos- deje de ser un tanto para ellos y se convierta en una lucha igual. El lirio en política no se puede llevar en la mano.

Es evidente que ni se derogará la ley laboral, ni la ley mordaza, ni se quitarán las tasas judiciales y académicas, ni se cambiará la ley de enjuiciamiento civil que permite que se archiven los juicios contra los corruptos, ni se quitará el diesel, ni se pasará a la España energéticamente verde, ni se combatirá la contaminación (empezando por Madrid Central), ni se subirán los sueldos a los niveles de antes de la crisis, ni se dotará de fondos a la dependencia, ni se mejorará la i+D+I, ni se mejorará el voto rogado, ni se cambiará la ley electoral, ni se repatriará a los trabajadores de élite emigrados, ni se derogará la ley del PSOE (que no todas vienen del PP) que permite que los partidos políticos se apoderen de los datos de los ciudadanos con fines electorales. La pregunta es ¿qué dicen las 370 medidas si las que interesan no están comprendidas? Eso sí, se aprobará le ley de la eutanasia: el chocolate del loro y probablemente se endurezcan las medidas contra la carne mechada. Legislar en caliente y populista.

El PSOE es un partido de Estado y por tanto comprometido con los poderes fácticos y con el IBEX, con los paraísos fiscales y con la puertas giratorias, con la fiscalidad reducida para las grandes empresas y las multinacionales, en una palabra, con el palanganeo y la manipulación. Y ahora comprometido también con las peores prácticas ultraderechistas de manipulación e intoxicación de la opinión pública con fines partidistas y personales. Dime de que les acusas y te diré lo que te adorna. Les acusas de poltronistas, de no querer un gobierno de izquierdas (cuando os salvó de aliaros con la ultraderecha), de no ser fiables, de no ceder, de no pensar en España. Deberías empezar por explicarnos cómo el PSOE (no) encarna todo eso. Sois basura y os espero en las urnas. Yo también he jurado que no volveré a catar vuestras zanahorias. ¡Nos vemos en las urnas!

El desgarrado. Septiembre 2019.