Marruecos decide recordarnos que nuestra política sobre el Sahara (es decir que no les dejemos que se apropien -sin más- de la antigua colonia española) puede tener consecuencias: abrir la puerta para que los pobres en vez de alimentarlos ellos los alimentemos nosotros. Ni que decir tiene que es traficar con vidas humanas pues los lanzan a una aventura que se puede saldar con la muerte. Pero no es solo Marruecos quien no ve prioritario defender los derechos humanos y especialmente el derecho a la vida. Nuestros patriotas (PP y VOX) que defienden a ultranza la integridad de nuestra patria (por lo visto contra los enemigos internos, porque contra los externos, prácticamente lo celebran), no ven el atropello a los derechos humanos que supone la acción de Marruecos sino que los consideran respectivamente: una invasión (?) o un error previsible.

Lo de la invasión es pasarse tres pueblos pues sabemos: a que vienen y en que estado llegan. VOX es un partido fascista que está en contra de la inmigración de forma feroz, como si fuera culpa de ellos que nuestros nacionales estén en paro. Son un partido de meapilas, herederos de aquel nacional-catolicismo que instituyó Franco y que en su alianza con la Iglesia católica permitió que ésta, amparase los fusilamientos y encarcelamientos de los vencidos, suponemos que en aplicación de la caridad cristiana. Tampoco le tembló el pulso a la Iglesia cuando puso al dictador bajo palio, privilegio que solo se dispensaba, hasta entonces, a la hostia consagrada. Llama la atención que Marruecos mande a sus nacionales a la muerte mientras las fuerzas del orden se dedican a minimizar esos riesgos provocados por nuestro vecino. No siempre ha sido así. Con Rajoy (PP) en el poder Fernández Diaz (ministro del interior) decidió en una situación similar, ametrallarlos con balas de goma, desde la costa, para evitar su aproximación.

Fue Arias (primer ministro tras la muerte de Franco, en la situación interina que antecedió a la transición) el que abandonó a los saharauis (representados por el Frente Polisario) a su suerte, que como sabemos es la anexión al territorio marroquí. El “error” hace años que se cometió y fueron los herederos de Franco los que lo perpetraron. Porque el “error” según el PP ha sido acoger a su dirigente en un hospital español para que se recupere de la Covid. La mezquindad de Marruecos leyendo ese acogimiento como una provocación a la soberanía marroquí, a la que se contesta mandando a miles de niños a la muerte, es evidente. Pero no lo es menos un partido (PP), que fue el causante primero de que Marruecos se anexionara políticamente el Sahara español, que utilizó las devoluciones en caliente cuando eran ilegales, sembró de cuchillas las alambradas, y ametralló a los migrantes mientras estaban en el agua. Respecto a la posición de VOX no es sorprendente: nos han invadido, exhaustos pero nos han invadido. Por supuesto ninguno de ambos ha visto aquí un drama humanitario en el que el pueblo es manipulado por los poderes: unos que los lanzan y otros que los rechazan. Todos los manipulan para sus fines.

Casado (PP) -un dirigente desbordado por la presidenta de Madrid, que ha reconocido abiertamente que simpatiza con VOX y lo incluirá en su gobierno, cuando la política por aquel marcada de aislarse de VOX, pasándoselo por el arco del triunfo- se llena la boca de descalificaciones que le parece que le pueden conducir a la Moncloa. Es el momento. La pandemia empieza a estar dominada, el panorama económico es halagüeño y entrar en el gobierno cuando empieza la bonanza ha sido siempre la especialidad del PP. No es que la prioridad de todos los partidos políticos sea diferente de ganar elecciones y conservar poltronas, pero el PP-VOX lo hacen con una especial zafiedad. Y como siempre, no lo hacen solos: su ejército de jornaleros de los medios de información: Marhuenda, Inda, Clave, Santiago, Roig, Colmenero, Morodo, etc. ya está intoxicando la opinión pública para conseguir el poder para sus amos. La derecha ha gobernado siempre por la gracia de Dios. No en vano son los herederos de la monarquía y los hermanos entrañables de la Iglesia. Ese designio divino les hace sufrir la alternancia de poder bipartidista como una usurpación. Actitud dictatorial increíble en una facción presuntamente democrática. Como cantaba Serrat: “Entre esos tipos y yo, hay algo personal”

La derecha española hace ya décadas que se apropió de España, de sus símbolos, de su tutela y de su defensa. Sin embargo esta vez no le ha parecido que la situación (de invasión según VOX) sea como para cerrar filas patrióticamente con el gobierno para defender la España de sus amores. ¿Es posible ser patriota, ahora sí, ahora no? No recuerdo que cuando Aznar en 2002 defendió la integridad española -amenazada por la toma del islote Perejil por Marruecos- la izquierda española hiciera lo mismo (no cerrar filas). ¿Será posible que los que se autodenominan patriotas no lo sean y que los que no sacan pecho cada vez que suena el himno, sin embargo, lo sean? ¿Es el patriotismo de la derechona de boquilla, centrada en los símbolos y en los signos pero que no alcanza al compromiso con su país? Ya vimos a los patriotas USAnos tomando el Capitolio. ¿Seguro que comprendemos qué significa ser patriota?

El desgarrado. Mayo 2021.