» 26-05-2020 |
Todo este kilombo viene de la fútil separación de poderes que rige en España. Los políticos injieren en la judicatura y los jueces atienden antes a su facción política que al interés de los españoles. Y lo hacen con total tranquilidad, los unos y los otros. El ministro Catalá de Rajoy fue un poema de filtraciones, injerencias y desfachateces. En semejante situación todo son componendas, misterios, conspiraciones y entuertos. La oposición -enloquecida por conseguir el poder sea como sea- acusa a Marlaska de haber cesado a Cobos por que no le quiso pasar un informe encargado por un juez y que por tanto no debía trascender. Marlaska dice simplemente que se rodea de las personas que le son leales y que Cobos no lo era. Todo es cierto, pero todo es mentira. Lo jodido es que para apoyar sus tesis no dudan en involucrar al portavoz científico del gobierno que al fin y al cabo no es político.
Que Marlaska le pidió el informe a Cobos: seguro. Es así como se han hecho las cosas desde que esta democracia funciona. Que le destituyó cuando se negó: también. Pero todo eso formaba parte del funcionamiento normal de la mierdaseparación de poderes con la que nos adornamos. La pregunta es: ¿por qué Cobos se negó a hacer lo que siempre se había hecho? Muy sencillo: por que Cobos se ha pasado a la ultraderecha. Hasta ahora los militares ultraderechistas, que son muchos, no tenían un partido que los amparara. Ahora tienen dos. Es el momento para descararse y eso han hecho realizando un informe falso para perjudicar al PSOE. ¡Si eso no es ganarse la defenestración, que venga dios y lo vea!. Este es el primer episodio pero tendremos más. En un juego admitido por los dos partidos del bipartidismo el PP ha roto la baraja. Eso quiere decir que los acuerdos tácitos han saltado por los aires o sea que los escándalos se van a suceder.
Cuando Aznar aterrizó en la política nacional decidió denunciar los chanchullos del PSOE. Le advirtieron que el PSOE podría denunciar los chanchullos del PP. No hizo caso y tiró de la manta. Ante la eventualidad de tener que enfrentarse al escándalo el PSOE dejó caer a su acusado con tal de que no se supiera la magnitud de la tragedia. A partir de entonces el PSOE fue el partido que había sido condenado por los tribunales. Costó una década arreglar el equilibrio. Incluso en el caso Bárcenas el PSOE no puso sobre la mesa todo lo que podía decir del PP. De una u otra manera el pacto del bipartidismo funcionaba. Pero el bipartidismo se acabó. Ahora los militares, amparados por dos partidos de ultraderecha se envalentonan y se encaran con los políticos (de izquierdas, of course). La guerra ha empezado. La ultraderecha quiere el poder como sea, y si ese como sea es hacer saltar el pacto tácito del bipartidismo… pues que así sea. Pero además los periodistas que cada vez están más sesgados apoyan la moción. Nadie habla de la separación de poderes pero es de eso de lo que estamos hablando.
Probablemente los que saldremos ganando seamos los ciudadanos porque si esto sigue adelante la separación de poderes deberá ser restituida a un mínimo de decencia. La cuestión es que Casado, como en su momento Aznar, han echado un órdago al PSOE sabiendo su debilidad ante sus votantes. Para los votantes del PP que se sepa que sus líderes son unos chorizos no es una situación determinante: uno puede ser tramposo por España. Luego te confiesas y ya está. Para la izquierda es otra historia. Sin dios misericordioso al que acogerse, la confianza de los votantes es esencial y no pueden enfrentarse al fiasco. Esa es la diferencia entre el PP y el PSOE. Para el primero tener un partido a su derecha no es una amenaza, es una alianza. Para el PSOE tener un partido a su izquierda es una alternativa del electorado para cuando la caguen. La ultraderecha lo sabe y ha echado su órdago. Es el momento de volver a la verdad y de restaurar la separación de poderes.
Toda indignidad, que en un momento determinado parece una ventaja, se convierte inexorablemente, con el tiempo, en una maldición. El mundo no es lineal y es imposible prever como serán las cosas. Ellos lo intentan y ellos la cagan una y otra vez. Ahora estamos en una situación límite: o el PSOE se enfrenta a la realidad y arregla la situación de esta mierdaseparación de los poderes del estado o se como el sapo de que ha prevaricado. Optará por esperar a que los votantes se olviden, como siempre, pero, si es así perderá el gobierno. Claro que el gobierno se puede recuperar y la dignidad no. No. No saldremos ganando los ciudadanos, No con estos ganapanes, corruptos, estúpidos, tercos, mierdosos políticos. Con ellos solo podemos ir al desastre. De momento nos distraeremos con el circo, si más no, viendo crecer los enanos. En ese campo el Martinez tiene largo recorrido.
El desgarrado. Mayo 2020.